Toxico [2JAE/GOT7]

Capitulo 2

En cuanto llegué a casa lo primero que hice fue ir a mi habitación y tirarme pesadamente en la cama, hoy había sido un día demasiado cansado, estaba agotado tanto física como mentalmente. La casa estaría vacía todo el día, mamá trabajaba como máquina y papá se encontraba en el extranjero.

Mis parpados comenzaban a sentirse pesados cerrándose una y otra vez hasta que quede completamente dormido.

Mi sueño fue interrumpido gracias a las estúpidas vibraciones de mi celular, lo tome con enojo y lo desbloquee; tenia 1 llamada perdida de mamá y 20 de un número desconocido, además de 5 mensajes de ese mismo número. Comencé a leerlos.

[Número desconocido] [2:40 PM]

¿Por qué demonios no contestas mis llamadas?

[Número desconocido] [3:00PM]

No he terminado de hablar contigo Choi Youngjae.

[Número desconocido] [3:20PM]

¿Por qué sigues sin contestarme?

[Número desconocido] [3:50 PM]

Vamos hombre, acabo de regresar de china ¿y así me recibes?

[Número desconocido] [4:00PM]

Me conoces, sabes que esto no se quedara así.

Suspire pesadamente, Jackson. No sabía cómo rayos había conseguido mi número, pero sabía que una vez que comienza no termina, era tan persistente. Guarde su número para reconocerlo y decidí contestar sus mensajes.

[Para: Jackson] [4:06PM]

¿Cómo diablos conseguiste mi numero?

El contesto al instante.

[Jackson] [4:07PM]

Me lo dio tu mamá.

Claro quien más.

[Para: Jackson] [4:08 PM]

Mejor apago el celular.

Mi celular volvió a vibrar, sin darle un vistazo a su mensaje lo apague y lo lance hacia un mini sofá que tenía en mi habitación.

No podía estar en mi casa ahora, conocía muy bien a Jackson a pesar de que había pasado mucho tiempo, sabía que al hacerle eso era capaz de venir y molestarme aquí.

Me levante sin muchas ganas de mi cama y sin fijarme que aspecto tenía mi rostro me baje a la planta baja para salir de casa. Antes de irme me fije hacia los dos lados de la acera para ver si no estaba Jackson ahí, cuando lo verifique comencé a caminar sin rumbo fijo. No sabía qué hacer, tampoco a donde ir.

Solo paseaba de un lado a otro sin detenerme, pensado en cosas estúpidas que hacían sentirme cada vez más miserable. No me había dado cuenta cuando oscureció, tampoco sabía qué hora era ya que no traía mi celular conmigo.

Las calles estaban un poco solas así que supongo que ya será un poco tarde. Caminaba con tranquilidad hasta que en algún lado se escucharon risas, voltee a todos lados y no había ni un alma.

— Miren lo que tenemos aquí— escuché una voz detrás de mí, me detuve de golpe.

— ¿Un niño rico? —dijo otra voz, ambas varoniles; eso no me daba buena espina y comencé a caminar de nuevo.

— ¿A dónde crees que vas? — se escuchaban sus pasos siguiéndome, así que comencé a correr. A pesar de que corría con lo que más podían mis piernas esos tipos terminaron por alcanzarme jalándome de la playera.