Las personas entran en tu vida en el momento que más lo necesitas, como si todo formara parte de un plan y ellos ingresan con una misión en específico y cuando la cumplen simplemente se van ¿Realmente tenemos el derecho de elegir quien se queda y quien se va? Me parece que sí. En mi vida no se quedaría alguien que lo que ocasiona son daños pero entonces ¿Por qué los que ocasionan felicidad se van sin siquiera esperarlo? Es una pregunta a la cual no le encuentro respuestas. Todos estamos destinados a encontrarnos entre sí, algunos para cumplir una misión, otros para dar simplemente una lección.
Últimamente los que se encuentran a mi lado se van sin tener la chance de asimilarlo, se van con el tiempo; Así como cuando soplas un diente de león y sus hojas se esparcen a través del tiempo, sin dejar huella, dejando solo un inmenso vacío. Son contadas las personas que realmente me importan, con la que siento tal plenitud... Y ahora son contadas las que me quedan, se van yendo poco a poco, dejándome un sentimiento de soledad tan grande que será difícil de llenar.
- Pe...ero vas por vacaciones ¿No? No veo que sea tan grave – Intento sonar indiferente pero en realidad siento como si me hubiesen dado un golpe con un balón, en el pecho.
- No. Es lo que no entiendes, Annie – Se pasa la mano exasperado – Regresamos a California porque mi padre hizo un acuerdo con uno de sus socios para dar la prueba en una de las universidades más prestigiosas de allá
- Hey ¡Pero si esta genial! Es lo que tanto querías, deberías estar feliz – Lo zarandeo un poco por sus hombros. Transmitiendo mi felicidad.
- Annie, si me voy... Es posible que no regrese – Mi sonrisa se borra de golpe y el desvía la mirada con un atisbo de molestia en sus ojos. Se lo incomodo que resultaba este tema, pues llego la hora de hacerle frente.
- Oh... Yo... yo de verdad me alegro mucho por ti, Daniel – Elevo mis comisuras en una sutil sonrisa – Sabíamos que esto pasaría tarde o temprano ¿No? Nuestros caminos son diferentes y
- No – Me interrumpe – El destino se puede cambiar, Annie. Mira, yo puedo buscar alguna universidad en Londres y así podremos seguir juntos, puedo adaptarme a tu vida... Lo único que no puedo, es alejarme de ti – Me dice con un eje de tristeza mientras acaricio su mejilla.
- Tienes que seguir con tu camino, no me perdonaría el que interpusieras mi felicidad, mis sueños... Por encima de los tuyos. Es lo que has querido desde años a diferencia de mí, no puedes tirar todo por la borda... Es una gran oportunidad la que te encontró tu padre, porque no todos tienen ese privilegio. Sabíamos que al terminar este sueño cada uno debía seguir el suyo propio... Tal vez el destino tiene las mejores cosas preparadas para nosotros y si una de ellas es estar juntos, pues te esperare todo el tiempo que sea necesario, pero no abandones esto – Une su frente con la mía, respirando pesadamente.
- Siempre lo hace ¿Sabes? Es como su mejor trabajo, alejarme de lo que más quiero; Solo basta en saber lo mucho que algo me importa y me emociona para que el me lo arranque sin pedir permiso. Como a un niño cuando le quitas su juguete porque debe crecer... Sé que esto no es por mí, es por él. Una buena imagen con el rector de la universidad aumentaría las ganancias en su empresa, sería bien recomendado... Todo lo hace por dinero
- ¿Qué? – Quedo estupefacta por la revelación – Me parece que es muy fuerte que hables así de tu papá, Daniel. El hombre debe hacer lo posible para verte a ti feliz, digo... Es lo que más desean en este mundo
- Lo que más desea en este mundo es tener un buen puesto en el departamento de finanzas – Ríe cínico - ¿Quieres saber por qué vine a México? No fue para empezar de nuevo, fue por él y su trabajo. Su trabajo ha estado por encima de su familia y claro, cuando vienes desde abajo, al tener poder te envicias y nace el deseo de querer más, y esa búsqueda te llevara a la cima sin importar pasar por los sueños de tu hijo o de tu familia – Tomo aire antes de continuar:
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Esta soy yo
RomanceCamino resignado hasta llegar a la oficina del director y me siento en un asiento que vi disponible al lado de una chica que al parecer espera recibir su castigo, como yo. - ¡Wou! Tremendo lio que hay allá adentro ¿no? - Pregunto luego de e...