Preguntas

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Después de haber caminado por algunas horas, llegue a un lugar llamado viridi Civitatem que tenía pinta de pueblo.  Lo primero que hice fue buscar algo de comer, que afortunadamente, fue rápido, ya que mis piernas comenzaban a flaquear. Ahora, me encontraba en algún café, sentada en una de las mesas con el libro de Siller en las manos.

"Et Annaei Mirros"
Leí, mientras pasaba los dedos por las letras plateadas, intentado desifrar que significaba.
Pero no lo logre, así que pase a la primera página que se encontraba ahí y decía:
  «Et Annaei Mirrors, espejos y reflejos»

Solté una pequeña risa irónica. Me fríe el cerebro tratando de descifrarlo y resultó que solo tenía que leer el párrafo para saberlo.
Volteé la página: 《Cápitulo 1-A través de los espejos》
"El candado sin dueño siempre estara cerca de un espejo. A los nuevos dueños, se les asignara un número, según sean los dueños que han pasado por ese candado. "
Leí las primeras líneas, concordando cada cosa que decía con lo que había pasado.

"En lo que respecta a la enseñanza de el uso del candado se transmite de generación en generación. Cuando el mentor nunca a tenido un candado quiere decir que le han transmitido la información haciendo su destino enseñar a los individuos que si sean poseedores del candado"

Ahora que me doy cuenta, eso explicaría porque Siller no tenía candado y sabia sobre todo esto, además de tener este libro.

"A la edad de 50 años, el poseedor del candado puedo elejir ya no ser el dueño de este. Para ello, debe abandanarlo en algun lugar donde las personas lo puedan encontrar, aunque no tan facilmente. El candado será según sea su dueño".

Eso me revelò un poco de lo que pudo haber pasado en esa casa. Seguramente, el anterior dueño lo abandonó ahí. Papá dijo que se habían ido por negocios. Podría ser...

"Pero también tiene la opción de poder quedárselo hasta el día de su fallecimiento, cuando esto pasa el candado desaparece y reaparece en otro lugar donde puede ser encontrado"

Capítulo 2- El viaje
El dueño debe saber exactamente a dónde quiere ir, de lo contrario el candado elejira un destino. Para regresar, el dueño debe buscar un espejo doble, el lugar de donde vino, desaparecera al momento de llegar al otro lado.
Cuando leí esa última línea, el camarero del lugar llego con mi comida, interrumpiendo mi lectura. Tenía hambre y no sabía cuando comería de nuevo. Esta por mi cuenta ahora, y ya solo me quedaba la mitad de las monedas que me dio Siller, que, aún no sabía como usarlas. Solo pedí "cualquier cosa que alcanze". Necesitaba agua, tambien, ya que la botella estaba casi vacia.

Empecé a comer el sándwich de jamón que aparentemente solo para esto alcanzó y seguí leyendo
" el candado también ayudará a en la búsqueda de un nuevo espejo doble. Pero solo pasa cuando se posee por primera ves o en ciertas circunstancias que el candado considere que es necesario. La forma en que se sabe si el candado esta ayudando es cuando que algún espejo empiece a hacer ondulaciones"

Así que el candado me ayudara cuando le parezca conveniente a los dos.
Genial.
Terminé de comer el sandwich y metí el libro a mi mochila. Salí del local y comencé a caminar de nuevo. El sol ya se ocultaba, y no tenía un lugar donde pasar la noche.
El libro estaba interesante, lo terminare de leer cuando encuentre en donde dormir. Tendré que hacer lo que jamás en la vida pensé que haría, pedir posada a un desconocido. Espero que no me topé con un violador o algo por el estilo.

Empecé a caminar por el lugar, buscando una casa que me inspirara confiaza. Al final de la calle, había una casa moderadamente grande, con un porton cafe, pintada de blanco. Me acerque a la entrada,pensado si tocar o no. Estaba nerviosa, asi que decidí no pensar y tocar de una vez. A los pocos segundos, un chico, de no mas de 18 años abrió la puerta. Me quedé muda, sin saber que decir. Comenzaba a inquietarme.

-¿Qué se te ofrece?- Me dijo

-Emm..... M-me p-preguntaba si me p-podrían dar p-Posada?.

Genial. Ahora tartamudeo.

-¡cielo! ¿Quién es?- Oí una vos femenina de una mujer mayor
-¡Má! Ya te dije que no me llames así, y una chica vino a pedir posada.
-Pues ¿qué esperas?, ¡trae a esa pobre chica aquí dentro!
Me sorprendí al oír eso, ¿con tanta facilidad se acepta a desconocidos en esta casa?

El chico me hizo señas con la cabeza para que entrara. Cerró la puerta tras el, mientras yo observaba el lugar, hasta reparar en el de nuevo.

- Me llamo Larden. ¿tú eres...?-me preguntó.

-Hayley-logré constestar. El chico frunció el ceño

-No eres de por aquí, ¿cierto?-
Me empezaba a asustar. No sabía que decir, o si debía confiar en ellos. No había estado ni un minuto en esta casa, y ya estaba buscando una ventana por dónde salir.

-Emmm... ¡Si! Vengo de visita de muy lejos pero me perdí y tuve que pedir posada- Lo dije con un tono de nerviosismo

-¡Larden! No se le interroga a las vistas en esta casa.Hola querida yo me llamo Gredel.

Le sonreí.

-¡Debes estar cansada!-exclamo Gredel. - Larden-dijo, dirigiendose al chico-lleva a...-paró, volteandome a ver.

-Hayley-le dije

-...a Hayley a una de las habitaciones. Iré a buscar algunas cosas para ella.

El chico volvió a hacerme señas con la cabeza para que lo siguiera arriba.

Cuando terminamos de subir las escaleras pasamos varias puertas y Lerden paro en una de ellas, la abrió y me dijo que pasara, cuando ya estaba adentro, él entró rápidamente y cerró la puerta echándole llave.

Me encogí de miedo. Recordaba a las personas, su mirada, sabían que no era de aquí. Y me asustaba que me hicieran daño.

-Se que no eres de por aquí- me dijo, en tono firme - ¿de dónde eres?- tragué duro. Sentía el sudor en mi frente, solo bajé la mirada, aferrandome a mi mochila.

-No tengas miedo-escuché que decia.

Levanté la vista para verlo. Titubié unos segundos hasta que me atreví a hablar.

-Cánada-me limite a decir.
Larden sonrió de oreja a oreja

-A Maia le encantara esto.

-¿Quién es Maia?

-La conocerás cuando venga, además creo que se dará cuenta inmediatamente que te a ayudado Siller.

Me quede con la boca abierta ¿cómo sabía quién era Siller?

-Siller?-dijé incredula.
-Si. Ya es tarde. Es mejor que decanses. Mamá vendrá en un segundo para darte lo que necesites.
Y con esto salió de la habitación, dejandome llena de dudas.

A Través de los MundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora