Capítulo 64: Zara, zorra. No hay mucha diferencia.

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Maratón 1/2

–¡Amor, llegaste!– exclamó emocionado al verme y se levantó de su asiento caminando en dirección a mi.– Al fin estas aquí... Te extrañaba.
Rompe la poca distancia que hay entre ambos para darme un abrazo al cual no correspondí, planta un sonoro beso en mi mejilla mientras me encontraba de brazos cruzados sin decir alguna palabra.

Al principio parecía estar muy emocionado, pero al darse cuenta de mi cortante actitud supo que no estaba bien.

¿Como podría estarlo? Me alejo de mi novio por dos semanas y al verlo nuevamente lo encuentro con una “amiga nueva” la cual le coquetea descaradamente. Lo peor es que seguramente Chelo lo permitió, de lo contrario dudo que hubiesen estado juntos ahora...

–¿Que te sucede?– pregunta como si nada tomando mis hombros.

¿Que me sucede? ¡Ella me sucede! ELLA.

Sigo con la misma postura y señalo con la mirada a la chica.

–¿Qué?– pregunta confundido.

–Olvídalo.– me suelto de su agarre.– Mejor me voy, seguramente te gustaría estar mas tiempo con ELLA.– recalqué la palabra.

Con rabia traté de irme pero Chelo me lo impide tomándome de la cintura. ¿A caso no se da cuenta que me molesta?

Intenta decir algo pero la voz femenina de atrás interrumpe.

–Si quieres, creo que estas de mas quí.– dice antipática observando sus uñas.

–Nadie habló contigo, no opines en lo que no te incumbe.– le dediqué una sonrisa clínica al ver que prestaba atención a lo que decía, bufó.

¿Que se cree? Lo peor es que sus palabras dieron justo donde me dolía, eso era lo que sentía ahora, estoy de mas aquí.

De solo pensarlo se me cristalizan los ojos.

–Es solo una amiga, no tenés que estar así...– posa una de sus manos en mi mejilla y fué inevitable clavar mi vista en el.

A pesar de estar molesta por esto es inevitable sentir esa estúpida sensación en mi estómago.

¿A caso no puedo estar un minuto sin sentirme atraída por el?

–Amiga...– mi voz comienza a entrecortarse, fué inevitable.– Es solo una amiga..

–¡Que exagerada por Dios! ¿A caso no entiende que preferías estar conmigo?– habla de nuevo la estúpida chica.

LA ODIO. Sus palabras me afectan nuevamente, pero esta vez peor. Dan justo en el blanco.

En serio eso parece, prefiere estar con ella... Me envían la maldita foto de ellos dos juntos y Chelo actúa como si nada hubiese pasado. ¿No se da cuenta?

–Ey.– dice Chelo duro separándose de mi para dirigirse a la zorra en cuanto paso rápidamente una mano por mi mejilla para limpiar la primera lágrima que calló.– Vete.– dice seco.

–¿Pero por qué? ¿A caso no decía la v...?– reprocha y Chelo la interrumpe.

–Vete.– repite para señalarle la salida y se gana una mala mirada de su parte.

La chica se levanta de mala gana de su asiento y obedece la orden de Chelo, en cuanto pasa por mi lado evito mirarla.

Juro que si no estuviese sensible por lo que pasó antes ya estuviese arriba de ella dándole su merecido.

–No tenés de que preocuparte..– dice y ríe leve y discretamente como si lo que me pasara fuera una tontería.

Se acerca a mi y posa sus brazos en mi espalda baja pudiendo encajar perfectamente mi cabeza en su cuello. Me imaginaba otro abrazo de bienvenida.

–Se me rompe el corazón verte llorar..

–¿Entonces por qué me haces llorar?– pregunto estando en la misma posición soltando inconscientemente un sollozo.

Un breve silencio se hace parte del ambiente y lo corto de inmediato.

–¿Tan emocionado estabas por mi llegada que no me diste la bienvenida con el resto de los chicos?– me separo de el.– Preferiste estar con ella, no conmigo.

–Es muy estúpido eso. No te cambiaría por nadie, _____.– dice sonriendo y esconde delicadamente uno de los mechones de cabello que se encontraban sueltos detrás de mi oreja. Continúa.– Zara me contó que habías perdido tu vuelo.– Zara, zorra. No hay mucha diferencia.– Venía a llamarte para saber de vos y ella me distrajo. ¡Pero obviamente estaba esperándote! Moría por verte de nuevo.

Se excusa, pero tiene sentido así que comienzo a calmarme un poco hasta que recuerdo la foto que me enviaron. Fué mucho antes que llegara aquí, lo que significa que estuvo mucho mas tiempo con ella.

–¿Y antes? Mientes...– digo firme.– Antes estuviste con ella, no fueron sólo estos últimos minutos...

New Life With You | Marcelo MichelliDonde viven las historias. Descúbrelo ahora