New Life With You | Marcelo Michelli

Capítulo 38: "Me encantas"

–¿Ya estás?– pregunta Chelo desde el otro lado de la linea.

–Si.– mentí.– Te espero...– corté la llamada y terminé de maquillarme.

Si no decía que viniera, nunca estaría lista. Bajo presión todo es mas rápido para mi.

Cami y las chicas planearon una salida con nuestros amigos para hoy, viernes. Chelo y yo iríamanos con un solo propósito: terminar de aclarar todo. Aunque un poco de diversión no vendría mal tampoco.

Pero obviamente no estaríamos en la fiesta discutiendo, así que Fran nos ayudó un poco para que no sucediera tal caso.

El tono de mi celular comenzó a sonar por toda mi habitación. Era Chelo. Supuse que ya estaba afuera así que descolgué la llamada mientras bajaba las escaleras.

–Ya voy... Espera.– colgué.

Acomodé unos cuantos mechones de mi cabello y bajé un poco mi vestido para luego abrir la puerta.

Y ahí estaba el... Mas perfecto que nunca. Guardó su celular y se dispuso a mirarme con una plena sonrisa.

–Estas preciosa.– me recorrió con la mirada y dió unos pasos para entrar a casa.

Sentí mis mejillas arder un poco, no me acostumbro a que me miren de esa manera.

Me acerqué a el para saludarlo y así aprovechar a ocultar mi rostro un poco, no quería que se diera cuenta de mi pena. Le di un corto abrazo y besé su mejilla.

Volteé para cerrar la puerta un segundo y al regresar me encontré con Chelo MUY cerca de mi. Tomó delicadamente mi cintura y estampó sus labios contra los míos, acto el cual seguí con gusto.

¿La pena? Se fué a la mierda.

Posé una mano al rededor de su cuello y la otra fué directo a su cabello dejando algunas caricias.

–Me encantas.– sonrió aún cerca de mi.

Intentó volver a besarme pero esta vez lo esquivé haciendo rosar nuestros rostros.

–Tengo que terminar de arreglarme, ya para.– sentí su respiración en mi cuello y me estremecí un poco. Ahora besó mi mejilla.

–Heey, es en serio.– reí.

–Pero dijiste que estabas lista.– respondió el un tanto confundido.

–Y eres un estúpido por creértelo.– lo empujé un poco y rompí su abrazo.– Ahora para si quieres salir de aquí rápido.

Al fin me hizo caso y nos tomamos de la mano para subir a mi habitación un momento.

–Ya están en casa de Fran...– informó refiriéndose a las chicas.

–¿Ya, tan rápido?– pregunto un poco nerviosa a lo que recibo una respuesta irónica.

–Si. No van a esperar una eternidad por vos.

Busqué un par de tacones y me los coloqué para así estar lista, tomé mi bolso, nos dispusimos a salir y llegamos afuera de la casa de nuestro amigo.

–Ya, tranquila, todo va a salir bien. Dejá los nervios.

¿Tanto se nota mi inseguridad?

–Es lo que espero. Sino estaremos en esa fiesta solos.– solté una corta risa.

–No lo haremos, _____.– sonrió y tomó mi mano dándome seguridad.

Tocó el timbre y mis nervios aumentaban cada segundo mas y mas pensando en lo que diría para que me creyeran.

Fran abrió la puerta y nos dió un rápido saludo a ambos para después entrar.

–¡Fran! Ya debemos irnos, se nos hace tard...

Y ahí estaba Cami dejando de hablar al notar nuestra presencia.

–¿Que haces aquí?– apareció ahora Karen.– ¿A caso no tenés vergüenza?– yo solo apretaba mas la mano de Chelo. Por su actitud sigue igual de molesta que antes, o mas.– ¿Y que hacés con ella Marcelo. A caso te gusta seguir sufriendo?

–Solo fué un mal entendido, Karen.– habló Chelo.

–¿Mal entendido? Por favor.– dijo con ironía.– ¿Que le dijiste para que te creyera, _____?– me miró esta vez.

–Tenemos que hablar, todas...– dije.

–Pues será en otro momento, debemos salir ahora.– dijo Cami repugnante y dió algunos pasos para salir pero Fran la detiene al hablar.

–No, yo puedo esperar.

–¡Hay, por favor Francisco!

Cami le dedicó una mala mirada y Fran solo hizo una seña con las manos para que se devolviera.

De un segundo a otro apareció sofia observando nuestras manos detenidamente.

–¿Que hacés aqui?– me miró.– ¡Chelo! ¿Que te pasa? Hace poco dijiste que la odiabas y que no volverías a hablarle.

Uh, eso me dolio...