¿Una vida dificil?.

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Un día 4 de octubre del año 2000, una pareja estaba esperando de forma ansiosa el día en que sus dos hijos gemelos nazcan. La señora, Amanda Maria Espinosa Nores, de 31 años de edad. El señor, Vincent José Mendez Lain, de 35 años de edad. Ambos, entrando a quirofano.

La mujer se encontraba siendo preparada para el parto. Y el hombre se encontraba en una habitación esperando a su amada esposa y a sus dos hijos.

- ¿Está segura de que no quiere que le realicen una cesárea? - preguntó el doctor, viendo a amanda.

- No señor, soportaré los dolores - Respondió esta, sonriendo y acomodándose en la camilla.

El doctor no tuvo mas que asentir.

(...)

Pasaban horas y la señora aun no daba a luz, estaba exhausta, y sus signos vitales iban disminuyendo cada vez mas y mas.

- Debemos realizar una cesárea de emergencia, si no, usted morirá - exclamó el doctor, hablándole a la mujer.

La mayor asintió, y sin mas, empezó la realización de la cesárea.

Fue rápida y fácil, sacaron a un niño, peli-azul y piel morena. Posterior sacaron a la niña, peli-morada y piel pálida. La señora quedó casi sin signos vitales, pero logró vivir.

Luego de limpiar y vestir a los niños, los pusieron en brazos de la señora. Al peli-azul, lo decidieron llamar Angel. Y a la niña, natalia.

El niño, comenzó a toser sin cesar, así que se lo llevaron a revisión. La niña, en un acto de rapidez, agarró un bisturí y sin darse cuenta se lo clavó a su madre, provocando la muerte inmediata de la mujer.

Los doctores quedaron sin palabras a ver tal acción, y solo se dedicaron a agarrar a la pequeña y a su hermano, para llevarlos con su padre, quien, cuidaría de ellos ahora.

- ¿Donde está amy? -preguntó vincent, preocupado por no ver a su esposa salir.

- Señor Mendez, lamento informarle que su esposa, la señora Espinosa murió por un accidente - respondió una enfermera, quien tenía a los dos niños en brazos.

- ¿Accidente? ¿Qué tipo de accidente? - exclamó el mayor, agarrando a sus dos hijos y colocandolos en un coche para gemelos.

- La menor natalia, le clavó un bisturí en el ojo - respondió el doctor.

Y fue allí cuando un sentimiento de odio, dolor y venganza se apoderaron del mayor. El solo asintió, pagó lo que se solicitaba y se marchó de allí.

Los doctores, al ver como se marchaba el señor, prosiguieron con su trabajo.

El mayor, mientras caminaba hasta llegar a su casa, recordaba algún que otro momento feliz que había vivido con su esposa, esbozando lagrimas sin cesar.

Mientras tanto, en la mente del niño, habían variadas voces que hablaban con el bebe. Y en la mente de la niña, solo se escuchaba una simple voz, que decía "Eres una asesina" o "Mataste a tu madre, no mereces vivir". 

Al llegar a la casa, el señor, agotado y entristecido, decidió dejar a sus hijos en las cunas ya instaladas, y el, se fue a su cuarto, encerrándose.