Capítulo 4

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Narra Dana
Necesitaba respirar , así que subí a la superficie. Me encontré a Manu que estaba junto a mi intentando darme la mano, yo la cogí y el arrastró de mi hasta la orilla.

-Tenemos que seguir- me dijo para después guiarme en su dirección.

Pase mi mano para tirar de un hilo que se había deshilado de mi pantalón en la parte derecha, y al pasarla vi mi mano llena de sangre , baje mi cabeza hacia la rodilla y vi como el pantalón estaba entero rasgado. Pare en seco y Manu se giro hacia mi.

-¿Qué pasa?, Dana, se que estas cansada pero hay que continuar ellos son rápidos no tardarán en venir.- Al ver que yo miraba hacia abajo, el dirigió su mirada a mi mano y luego a mi rodilla- ¡Oh Dana!, siéntate, rápido -me senté en el suelo con su ayuda-tengo que taparte la herida.

Manu rasgo parte de su camisa y colocó el trozo de tela al rededor de mi rodilla presionó un poco y finalmente hizo un nudo

-¿Te duele?- me pregunto algo más calmado.

-Un poco - me había dañado en la pierna derecha, la que no notaba pero ahora estaba empezando a despertarse.

Manu me elevó cogiendome de las manos, miro hacia ambos lados para luego dirigirse a una pequeña cueva escondida entre los matorrales y las ramas. Tuvimos que agacharnos, ya que la entrada era pequeña. Una vez dentro me senté en una esquina de la gran cueva, tenía frio,sueño y la sangre que perdí me dificultó poder quedarme despierta. Iba cerrando poco a poco los ojos, Manu se sentó junto a mi, yo me gire hacia el y me acurruque en su pecho, este no aprecia tener frío alguno,finalmente me arropó al ver que estaba temblando quedándome dormida.

Me desperté asustada, se oían varios ruidos fuera de la cueva, y Manu ya no estaba a mi lado. Me agarre de las piedras que sobresalian de la pared y me incorpore , camine hasta la entrada de la cueva, cuando llegue no había nadie <<que raro>>, me diriji de nuevo a la esquina y de nuevo presencie ese ruido.

-¡Hola Dana!- las palabras de mi amigo hicieron que me sobresaltara.-siento haberte asustado, pero este no es un lugar seguro debemos de marcharnos.

-Manu, no entiendo por qué ni de que huimos.-sinceramente no entendía nada.

-Eso no es importante, vamos tenemos que seguir- me cogió delicadamente del brazo y juntos caminamos largas horas por el bosque.

Todo estaba muy callado no se oía nada, mi amigo tampoco hablaba y yo estaba empezando a asustarme. Mire hacia arriba para ver una bandada de pájaros, ellos sabían a donde iban en cambio yo no tenía ni idea.

-¿Manu a donde vamos?-el giro su cabeza hacia mi.

-Eres muy impaciente, ya casi hemos llegado-hizo una breve sonrisa y continuó en dirección recta.

<<estoy mucho más tranquila>>, miraba cada árbol para entretenerme ,estos tenían arañazos y en varios lugares había manchas de sangre. A cada paso que iba dando el corazón me iba acelerando, mi amigo al darse cuenta me apretó más fuerte la mano y me colocó delante suyo para que pudiera admirar la hermosa cabaña que se encontraba frente a mi. Esta tenía varias enredaderas que cubrían las ventanas e hierba que subía por las escaleras.

-Aquí venía yo de vacaciones con mi abuela, cuando ella murió la cabaña quedo en el olvido pero bueno ahora podremos estar aqui.-Manu me miro de reojo,hasta llegar a mi rodilla -Pasa te intentaré taponar mejor la herida.

Me ayudo a subir las escaleras cosa que le agradecí, al pasar admire una pequeña chimenea,junto a ella había un sofá muy viejo, y una televisión que parecía funcionar, a la izquierda había una pequeña cocina perfecta para hacer buenos desayunos, y a la derecha justo al lado del sofá había unas escaleras que daban con una cama de matrimonio y otra cama separada.

-La cabaña es preciosa- le dije para luego abrazarlo , me estaba ayudando mucho, pues si fuera otra persona ya me habría dejado tirada.

-Siéntate en el sofá voy a por el botiquín-subió las escaleras, a cada paso que daba cada escalera sonaba.

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