Me ingriga

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Ahí estaba ella por alguna extraña razón me intrigaba saber quién era. Me siento a su lado y me mira.

-¿Cómo te llamas?- le pregunté.

-Sara- me dice cortante.

-Que lindo nombr...- no me dejo terminar y dijo, -mira te voy ahorrar el tiempo valioso que tienes y te digo que no quiero nada contigo- me quedé sorprendido por su respuesta y debe ser mucho porque enseguida sonrió.

-Hoy voy a hacer una esepsion y te voy a regalar parte de mi "valioso tiempo"- nos reímos. -Como quieras pero estas advertido- me dijo.

-emm... mi nombre es Lautaro- y le acercó mi mano. -¿Qué haces acá sino quieres estar con nadie?- le pregunté.

-me encanta tomar esto- señala la bebida, -me gusta ver a la gente cuando se conocen o hablan y ver sus reacciones o como bailan, eh visto muchas historias como por ejemplo la tuya- me dice.

-¿Y cómo es mi historia?- le pregunté intrigado.

-Por lo que veo, sos un hombre millonario, mujeriego, divertido y mentiroso con las mujeres o ¿estoy equivocada en algo?- hace una sonrisa y continúa -que me vas a decir vos que es verdad lo que te digo, se que lo que dije esta mal porque no se debe juzgar a un libro por su portada pero con vos no me voy a disculpar- me dijo.

-¿Y por qué?- le pregunté.

-Porque no quiero relacionarme con nadie de acá- dijo y se escuchó una voz que dijo, -es verdad ahuyenta a todos los que se les acercan- y esa voz era Marcos.

-Bueno pero yo puedo ser la excepción- les dije.

-Me han lastimado muchas personas y no voy a meterme en la boca del lobo, porque seguir hablando te significa eso así que adiós que les vaya bie...- se estaba bajando de la silla mientras hablaba y la de tuve.

-Perdón- le dije, la solté y se sentó, -tenés razón con mi descripción y con todo lo que dijiste y lo siento si te moleste- todo lo que le dije fue sincero hasta me sentía raro nunca había dicho algo igual a eso a ninguna mujer, menos a mi madre y ahora a ella, ¿que me está pasando?.

-Esta bien me quedo pero a la primera que me quieras conquistar y lo note me voy- me dice y me queda mirando para ver si lo entendí,-bueno gracias- estaba totalmente perdido por ella y eso que hoy la había conocido, pero me basto mirarla a los ojos para saber qué era especial.

-¿Qué bebida te gusta más?- me preguntó.

-El martini, y no te pregunto porque ya me cuenta- le señalé la bebida que estaba tomando, no paraba de tomar y nos reimos.

Habíamos pasado hablando un rato hasta que me decidí a besarla, ella se quedó quieta y tenía cara de asustada.

-¿Que acabas de hacer?- me pregunto.

Me puse a pensar en lo que hice. -Per...- dije y ella me interrumpió.
-No me pidas perdón porque esto no te lo perdonare- me dijo eso y salió, yo fui a buscarla y la encontré ahí pérdida ya había tomado demasiado y le dije que parara pero ella no me hacía caso.

-Encerio que lo siento- le dije mientras iba a supuse que era su auto. -No puedes manejar así, así que yo te llevo- le dije.
-Y vos no podés besar a cualquiera que se te cruza en el camino y lo hiciste así que dejame tranquila que yo puedo- me dice, se cae y antes que se golpeé la cabeza la  atrapó. La alzo y me la llevo a mi auto y como en todo el camino no me dijo donde vivía la lleve a mi casa.

Eres la pesadilla que convertí en sueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora