"Hasta en la muerte de un pajarillo interviene una providencia irresistible."
William Shakespeare
Capítulo 7
Era un anochecer frío. Apenas y el cielo iba pintándose de un color oscuro mientras las personas se cubrían con sus abrigos oscuros. Él incluido en esas personas que esperaban a que la lluvia cesara rápido. El ambiente llevaba un olor a humedad, conocido cuando se entraban en las épocas de invierno en esa ciudad. Veía su propio aliento por lo frío del clima, y se hundió más en la bufanda que calentaba su cuello.
Regresar en tren no era algo que hiciera muy a menudo. Pero su padre había regresado de su viaje de negocios hace un par de semanas y ahora no podía darse el lujo de caminar a algún lugar por su cuenta por miedo a llegar muy tarde. La casa de Shinoa era muy lejana a la suya, y ese proyecto escolar debía ser terminado a tiempo.
Se cubrió aún más, pero algo le llamó la atención cuando sintió una mirada sobre él. Volteó para encontrar a un montón de gente, esperando igual que él para poder exceder a la entrada subterránea del tren. Sus ojos esmeraldas se posaron entonces en un edificio, mirando por varias ventanas hasta desaparecer en la terraza del mismo. Creyó ver a alguien ahí, pero lo descartó de inmediato.
El subterráneo estaba cálido por la cantidad de personas que estaban ahí. Se adentró y esperó al tren. La gente comenzó a salir y una vez que salieron, entró.
No vio ningún lugar, así que se quedó a lado de una ventana mientras esperaba que el vehículo emprendiera el viaje y llegar a casa.
La gente comenzó a entrar y siguió acomodándose en los lugares hasta quedar llenos en un aglomerado molesto. Yuu tomó aire y esperó, una a ser un viaje largo con esa gente. Así pasó el tiempo. La gente entraba y salía de ese tren. La mayor parte había disminuido hasta quedar en un grupo lo suficiente para que fuera cómodo estar ahí. Sin embargo aún con eso iba parado.
Entonces vio algo de reojo que llamó su atención. Una melena rubia entrando en la puerta que estaba delante de él. Sus cabellos rubios eran ondulados y llevaba unas vestimentas blancas de apariencia formal.
Lo que más llamó su atención fueron sus ojos. Creyó verlos en algún lugar con anterioridad, por su forma, por las pestañas e incluso por la forma en la cual estaban fijos en él. Llevaban un extraño color a rubíes. No importaba por donde los viera, se veían muy reales. Aunque pensaba que era normal verlos por una de esas modas extrañas que había.
Lo miró detalladamente. Algo en él le trajo una sensación de nostalgia y también de tristeza muy grande. Pero permanecieron así, el rubio a la lejanía y ambos mirándose en un silencio extraño. Fue cuando Yuu prefirió apartar su mirada. La estación cercana a su casa estaba cerca, por lo cual salió de ahí sin decir nada.
Una última mirada se detuvo en el rubio mientras las demás personas salían. ¿Quién era? Creía conocerlo. Pero nunca antes había visto a alguien como él. Una última advertencia lo hizo salir del vagón.
—Adiós... Yuu-chan...
El chico de cabellos oscuros se volteó para ver detrás de él, pero las puertas se cerraron. Vio a través del cristal de las ventanas los ojos rojos y una ligera sonrisa que lo dejó plasmado en su lugar hasta el momento en el cual el tren avanzó.
— ¿Qué...? —preguntó para sí mismo.
Caminó a su hogar, con la cabeza llena de incógnitas. Ese par de ojos que lo siguieron estaban fijos en su mente. Creyó verlos mucho antes, esa figura. Ese cabello, la sonrisa, los ojos. Era alguien inolvidable...
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Contando Siglos
Fanfic¿Crees en el amor a primera vista? No, Yuu no creía en esas cosas. Pero el día en el cual un par de ojos carmesí se posaron en los suyos creyó por momentos que eso en verdad existía. Sin embargo, ¿qué pasaría si en realidad ese no fue su primer enc...