9.8.- Una historia jamás contada #9

1.1K 77 3
                                    

Casey.

"Ella te engaña, es algo obvio." Decía su compañero de trabajo. ¿Podía ser cierto? No, Layna jamás le haría algo asi... No... Bueno... ¡No! ¿O si?

"Las personas cambian..." Comento su esposa en una cena. "A veces, el amor se acaba, haciendo que las personas actúen diferente." ¿Era una indirecta? ¿A caso le confesaba que ya no lo amaba? "A veces, el cariño o amor prohibido es más... estimulante." Mencionaba esta una vez más haciendo que el hombre sentado a lado de ella sufriera.

Amor prohibido, como Roger y ella, pues ambos eran casados y con familia, sin mencionar que el y el mencionado antes eran como mejores amigos, y su esposa y la esposa de Roger eran inseparables... ¡No! Ellos no son así.

"¡Casey! ¡¿Estas ebrio?!" Su mujer estaba molesta, ¿por que? Si ella le era infiel de todos modos. "¡Callate!" El primer golpe fue dado, y después de eso, no había vuelta atrás, y si la habia, tanto uno como otro, la desperdicio.

"¡Eres una inutil! ¡No sirves más que para la cama, y ni eso!" Más y más golpes en la primera paliza de muchas que el hombre que en su interior tenía inseguridades, daría a la mujer que a pesar de todo, amaba.

"No te dejes amigo, enséñale a la zorra de ti mujer lo que se gana por andarse acostando con cualquiera." Lo motivaba aquel hombre tonto que se decía su amigo, y el afectado hacia caso, pues no sabía que debía hacer en realidad en estas situaciones, en la escuela no te enseñan a manejar sentimientos, solo estadísticas. "Si, eso hare, Shane." Contestaba este..

"¡Basta! ¡Deja a mi hijo en paz!" La primera vez que golpeó al niño y vio el sufrimiento reflejado en los ojos de la mujer, sufrimiento que se asemejaba tanto al que el tenía por saber que la mujer que amaba lo engañaba con el que el creía su mejor amigo.

Aún recuerda ese día... En el que cambio sin más, en el que lo perdió todo, a su esposa, su casa, su hijo, su libertad y a su mejor amigo. El día en el que se volvió un asesino.

Todo comenzó con una plática más entre Shane y el. Un par de cervezas y tragos de tequila después la conversación se volvió profunda.

"Creo que ya es hora de que la dejes." Mencionaba su amigo. ¿Dejarla? ¿Por que? A pesar de todo el aún la amaba. ¿O no? "¿Que dices? Es mi mujer, no la dejare." Su ceño se frunció. "Amigo, te está viendo la cara de imbécil, mira, después de un tiempo, te va a demandar por abuso familiar y todas esas tonterías, y ahí tu te verás como el malo, y ella será una santa ante todos, ocultando la zorra que de verdad era." ¿Layna haría eso?

Lo había engañado, ¿Que le impedía hundirlo? No. No dejaría que ella lo hundiera, por más que la amaba, no dejaría que acabará con el. "Ten." Extendió una caja. "Por si las dudas."

"Bien, suerte amigo." Dijo Shane antes de arrancar el auto y marcharse. Casey tomo un respiro profundo, preparándose mentalmente para lo que sucedería.

"¡¿Crees que soy estúpido acaso?!" La discusión había comenzado, un golpe a la mejilla de la mujer resonó en la casa. "Tu y tu amante no me van a destruir, ¡¿entendiste?!" Más y más golpes, cada uno más fuerte que el anterior, se sentía dolido, con el corazón roto, molesto, decepcionado y traicionado, una mala combinación para cualquiera. "¡P-para Casey, no se de que hablas, pero d-detente!" Layna imploraba por piedad y resaca a Dios por que eso acabara, ¿que sucedió al hombre que amaba con todo su corazon? ¿A donde se había ido la promesa de amor?

El enojo de ese hombre solo aumento al ver al traidor entrar por la puerta. El muy desgraciado tenía el valor de venir a su casa después de semejante traición, dejo de golpear a su hijo para encarar al que le había robado el amor.

Lo sucedido aún para el, había sido en cámara rapida, la discusión, el coraje y la adrenalina en su cuerpo inpulsandolo a apretar el gatillo. El cuerpo de ese hombre caer y la culpa creciendo.

Loss policías lo arrestaron y fue sentenciado, treinta años de cárcel sin salida antes ni fianza. Vaya suerte la suya.

El día en que ese escudo se derrumbó fue el mismo en el que la esposa del hombre que asesino lo visitó.

Hizo muchas preguntas que el contesto friamente, la hizo llorar, la trato como basura, pues aun con la culpa, seguía siendo terco.

Todo cambio cuando el que causó todo vino años después agradeciéndole por quitar a su competencia, el no entendía nada.

"Oh, cierto, ¿no lo mencione? La esposa de Roger me gustaba, y demasiado. Y sin el de por medio, ella es ahora mi esposa. Gracias, amigo." Y ahí se dio cuenta de su error. "Imbécil..." Salió de su boca, dirigido tanto para el como para el hombre enfrente suyo.

Hoy, era el cumpleaños número diecinueve de su pequeño Dylan. "Cuanto lo lamento hijo." Las lágrimas corrían de sus ojos. Se había perdido tantas cosas de la vida de su hijo y loas seguro era que su hijo solo recordará las palizas que este le proporcionaba. "Fui un estupido..." Más lágrimas. Destruyó no sólo su familia, si no la de aquel gran hombre que había estado para el sin pensarlo dos veces. "Lo lamento tanto Roger, donde quiera que estés, espero que me perdones."

'Las personas cambian...' Su lema, que estaba confirmado, el era el vivo ejemplo, un hombre que demostraba cada día su amor por esa hermosa chica, se volvió violento y un asesino por malas influencias, ¿irónico? Bastante.

Esta es la historia de un hombre arrepentido, un hombre llamado Casey Chase.

Un cliché algo... Diferente. #WMDawards (EASM #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora