Un cliché algo... Diferente. #WMDawards (EASM #1)

25. Mi único. (Final)

Brielle.

-¿Todo listo?- Susurre.

-Si, él ya esta ahí. Espero que no me maten después de esto Adkins.- Me advirtió.

-No va a pasar nada Dylan, relajate.- Mentí. En realidad me estaba muriendo de nervios.

Todos los invitados estaban aquí y todos estaban un poco confundidos, pero valía la pena una vez que empezará la boda.

"Estoy aquí. ¿Dónde estas? Brielle, si es una broma te mataré.
-Chloe."

-¡Ya esta aquí Brielle!- Sonrió.

-Que empiece el show.-Corrí en dirección de Chloe.- Hola.- Y sin esperar respuesta le amarre una venda en los ojos.

-¿Que haces?- Pregunto.

-Te hago el favor de tu vida.- Y sin más la empuje por el altar.

Ahí estaba él. Sus ojos vendados y su pie moviéndose inquieto. Su cabello rubio estaba un poco más largo y se veía un poco más alto. Estaba feliz por ellos pero si el la lastimaba por mi cuenta corría que muriera.

Le hice una seña a Dylan y este le quito la venda, imite su acción con Chloe y en cuanto los ojos de ambos estaban adaptaron a la luz se encontraban confundidos.

-Hermanos y hermanas.- Hablo Kian.

No podía creer que en verdad lo estuviera haciendo. Le dije ¡Contrata a un sacerdote! ¿Su respuesta? Nah, los títulos de en línea son más baratos. Torpe Blackwell.

-Estamos reunidos aquí para unir a la fuerza en matrimonio a estas jóvenes almas de Dios.- Lo observe con una mirada amenazante.

Sin querer, lo observe demás. Tenia el cabello castaño un poco más claro, sus ojos grises tenían un brillo y su sonrisa era enorme. Gire la vista a Dylan, fingiendo comunicar algo a sus ojos azules profundo e intentando enfocarme en su cabello negro. Ambos estaban más altos y se veían mucho mas ¿como decirlo? ¿Maduros?

Kian.

Intentaba enfocarme en la boda que sucedia, pero mi mente insistía en observarla de reojo, su cabello ahora era un rubio más oscuro, algunos de sus cabellos casi llegaban al café. Sus ojos eran del mismo tamaño pero sentía que había una profundidad enorme en ellos, como un mar que simplemente te obligaba a observarlo.

Llevaba un vestido morado oscuro que hacia su figura resaltar, sin embargo, no traía tacones, solo unas sandalias plateadas.

-Bien, dejare de lado el acto.- Hable ya que nadie decía nada.- Alex, se que lo que sucedió no fue lo más genial y que todo esto tiene que ver en parte con nuestra amistad.- El me observo atento y los demás también.- Pero si estoy aquí es por esa misma razón. ¡Mereces ser feliz! Y estoy más que seguro que esta chica te va a hacer feliz. Yo no pienso interponerme entre tu y el amor de tu vida. Es ahora o nunca.- Sonreí de lado.

-Y Chloe.- Habló Brielle.- Tu viniste a Londres y me dijiste algo, y tenias razón. Voy a intentarlo, pero necesito que tu lo hagas también. Lo que paso fueron errores de chicas de dieciocho años, no dejes que arruine tu futuro. Lo amas y se que el te ama a ti. Chicos no sean tercos. Merecen ser felices.- Después de su discurso hubo un silencio.