Un cliché algo... Diferente. #WMDawards (EASM #1)

17. Mi papá

Brielle.

Tranquilizate Brielle, es solo una cena familiar. No es como que te vayan a odiar, ¿cierto? Y si lo hiceran, ¿que pasaría?

Kian es muy apegado a su familia, tal vez terminaría contigo si no les agradas.

¡No estas ayudando!

-¿Estas bien?- Salte al oir la pregunta.- Perdón no era mi intención asustarte, es solo que te vez toda nerviosa.

-Tengo una cena con la familia de Kian hoy.- Comente nerviosa.

-Oh, ya todo tiene sentido.- Verónica entro a mi habitación y comenzó a tirar mi ropa por todos lados.

-¿Que rayos crees que haces?- Pregunte al ver que mi duro trabajo por acomodar mi ropa era arruinado.

Es increible que aun tengas esa ropa, ahora tienes novio te recuerdo.

¿Y?  No es como que no la use de todos modos. Tengo algunas ideas en mente.

-Busco que vas a ponerte. Y lo he encontrado.- Sonrió mientras extendía un vestido morado que no usaba en años... Bueno, en realidad nunca lo use.

-Solo voy a cenar con sus padres.- Dije intentando sonar relajada.

-Exacto. Este es el momento más importante. O dime, ¿cuantas veces has ido a cenar con los padres de tus novios?-Abrí la boca para hablar pero ella me interrumpio.-Creo que la pregunta no aplica, jamás has tenido novio.-Era cierto.- ¡Oh por Dios! ¡Tu primer novio!- Comenzó a gritar y dar saltitos.

-Si, jaja, pero... ¿No debo arreglarme?- Pregunte para que se calmara.

Después de unos saltitos y gritotes más, por fin me había podido duchar. Ahora me encontraba en mi habitación con mi hermana alaciando mi pelo y maquillandome moderadamente.

Bien, estas lista.

Me observe en el espejo, mi cabello que por lo regular era ondulado, ahora estaba mas liso que nada, con un brillo de la crema que utilizó. El vestido llegaba un poco arriba de las rodillas, era un poco pegado pero nada de revelador, era hermoso. ¿por que no lo había usado antes?

También tenia un saco (por llamarlo de algún modo) café de manga corta y unos zapatos con un pequeñísimo tacón. Mi rostro era natural, tenia un poco de rimel, brillo labial y mis mejillas estaban ligeramente sonrosadas.

-Wow.- Dije a mi reflejo.

-Lo se, de nada.- Sonrió triunfante mi hermana. Gire y la abrace.

-Sabes, lamento tanto que nos perdieramos de estos momentos por tantos años.- La apreté mas fuerte a mi, sin llegar a lastimarla, claro.

-No tienes nada de que preocuparte, cada quien maneja el dolor a su manera, además, yo deje de luchar, y eso es lo más tonto que he hecho.- Se separo y me ofreció una sonrisa que yo respondí.- Ahora...- Comenzó a arreglar los últimos detalles.- Ve por el.

-Pero ni siquiera ha llegado.-Reí ante la cara de mi hermana.

-De hecho lleva como media hora aquí, pero aun te secabas el pelo y dijo que te esperaría abajo.- Sonrió inocente.