Un cliché algo... Diferente. #WMDawards (EASM #1)

18. Tu pasado, mi presente y nuestro futuro.

Kian.

-¡Brielle!- Grite, pero ya era tarde, ya se había subido al auto de su hermana.

Entre a mi casa de nuevo para encontrarme a mi madre con lagrimas en los ojos.

-¡¿Como pudiste ocultarme esto?!- Comento furiosa.- Oh por Dios... La niña, la del parque... ¡Ella también era tu hija!- Supuse que hablaba de Veroncia.

-Cariño, puedo explicarlo.- El se oía arrepentido, pero lo que le había a hecho a mi madre, y a mi novia y su familia era demasiado.

-¡NO ME LLAMES CARIÑO! ¡¿Como pude creer en ti?! ¡Eres un maldito!- Se acerco a el y le dio una cachetada.

Corrí a sostenerla.

-Mamá, tranquila, no debemos asustar a Roger.- Ella asintió y respiro.-Y tu, será mejor que te vayas.

-No.- Mi madre me confundió por su comentario.-Es su casa, el no se va... Nosotros si.- Y sin más se soltó de mi agarre y subió las escaleras.- Kian, prepara el auto.

-Alice...- Decía el mientras intentaba seguirla.

-No se te ocurra.- Le detuve.- Ya haz hecho demasiado daño.- Salí a calentar el auto y regrese por mi hermano.

Mi madre subió al auto y no dijo nada. Supe a donde íbamos por que la conocía mejor que nadie.

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Al llegar toque la puerta y mi mejor amigo abrió la puerta.

-¿Kian? ¿Que haces aquí? ¿Y Brielle?- El tenia entendido que la cena seria hoy.

La mamá de Dylan salio a ver quien era, o eso supongo yo.

-¿Alice?- Mi madre se acerco y la abrazo. Lagrimas comenzaron a salir de sus ojos.

-¿Creen que podamos quedarnos hoy?- Comente señalando las bolsas.

-Claro pasen, ese Roger debe estar pesado.

-Ni recordaba que lo tenia.- Mentí. Roger es pesado.

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-Entonces... El papá de Brielle es tu padrastro.- La cara de Dylan era probablemente la misma que tuve yo.

-Si, pero eso no es lo importante, lo importante es que debo hablar con ella, debo asegurarme que esta bien.- Susurre al notar que mi hermano y mi madre estaban dormidos.

-¿Y que estamos esperando? ¡Vamos!

-¡Ssshhh!- Señale a mi derecha.

-Oh, lo siento.- Se levanto de su lugar y yo lo imite. Salimos de la habitación y cerré la puerta.

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-...Entonces la raptamos, la obligamos a que te escuche y te crea y ambos viven felices para siempre.- No se si me asustaba más su idea o su gesto.