Cap. 4: No a todo se lo lleva el viento

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Si algo sé, es que no a todo se lo lleva el viento, por ejemplo, los recuerdos, o las palabras... Malditas palabras... Más filosas que cuchillas, siempre supiste como usarlas para caer a tus pies. Y no creas que me he quedado atrás, yo también sé como estropearlo todo con un par de aquellas.
Si no fuera por ellas, no pasaría por todo esto.
°°°
Aún recuerdo tu mirada, tus ojos brillantes bajo la luz de la luna, tu pelo rizado bailando al compás del viento... La misma terraza en la hoy salté, fue alguna vez de tí... Una niña con gran corazón, confundida... Yo siempre te aceptaría, no importara qué sucediera... Aunque nos hayas abandonado, aunque hubiera perdido tantas vidas, aunque perdiera la mía... Si algún día regresaras, te recibiría con los brazos abiertos. Aún recuerdo la discusión que tuvimos días antes de su desaparición...

" -¡Si ellos no te aceptan, quédate aquí! ¡Todos seríamos felices con eso! ¡Nadie te necesita allá! ¿Por qué no lo entiendes? Eres nuestro mundo, aquí, quedate... Por siempre
- No puedo, tengo una madre, sabes? Ella sufriría mucho si no regresara
- ¡Pues nosotros también sufrimos mucho cada vez que te vas! Nunca sabemos cuándo regresarás, las hortalizas dejan de crecer y el cielo se nubla, vivimos por tí, por favor...
- Entonces sólo quieres que me quede por que me necesitan? Lo siento, pero si tengo que vivir en un mundo de sólo interés, prefiero modificar el mío y aguantar el rechazo!
-Alice... " Y saliste corriendo... A pesar de que fue ágil pude sostenerte del brazo por unos minutos, lo suficiente para ver que gotas rozaban tus mejillas. No pude soportarlo y te solté.

Al fin de al cabo, la culpa era mía, pero nadie sabía lo de aquella discusión. Los días restantes te comportaste normalmente, si no fuera por la frialdad de tus ojos al verme.
Y no puedo seguir nombrandote frente al mundo. Ya todos me han visto esperanzado, luego destruido... No voy a ayudar a nadie si pienso en tí. No soy de utilidad si aún estás en mi corazón. Te quiero. Te quiero demasiado. Pero esto quedará guardado en mí. Por más que te ame, tengo que ser fuerte, no puedo ablandarme.
Soy un completo idiota, lo sé, y por eso he metido a todos en este lío. Aunque, rayos, por lo menos soy un Idiota que acaba de tirarse de una terraza (algo que por cierto es suicidio) para salvar a mi pueblo de más muertes. Soy un completo idiota que se halla corriendo desesperadamente a la madriguera de un conejo, en medio de la noche, con silenciadores patrullando todo el Reino. Por algo me llaman loco ¿no?

Caí cerca de una tienda, creo que de "Drink's me", me levanto rápida pero sigilosamente, junto un poco de estos frasquitos y empiezo a correr con mi mochila en un hombro hasta llegar al bosque. Recuerdo el plano que me mostró Usagi:
" - Dos árboles a la izquierda, cuatro a la derecha, uno al medio. Cuidado con las raíces. Si los esquivas a tiempo, metete dentro de un hoyo del último y arrastrate hasta la salida de éste, ahí está mi madriguera. Tendrás dos Silenciadores de vigía por esa zona, pero al cabo de veinte minutos van a rotar puestos y revisar todos los alrededores, lo que significa que sólo tendrás 20 minutos para llegar, o ser ejecutado"
Sigo las instrucciones de Usagi al pié de la letra, pero noto algo extraño; su relój, enganchado en una raíz. Mis ojos se agrandan del temor. Junto a él, la cinta de Alice.

¿Dónde estás, Alice?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora