Taís y Carolina fueron a buscar a Lina al aeropuerto y al verla llegar Taís corrió a ella a abrazarla. Carolina no pudo, ya se sentía algo pesada y torpe. Lina fue quien vino abrazada de Taís corriendo hasta ella y la abrazó también.
—¡Oh por Dios! ¡No puedes estar más hermosa! —sonrió al verla.
—Soy una sandía con patas —dijo Carolina y abrazó a su amiga.
Salieron de allí con la idea de ir a pasar una tarde en el centro comercial, conversar, comer algo y ponerse al día con todo lo que había sucedido. Estaban felices de reencontrarse. Lina les hablo de Jack, el chico cinco años menor que ella con el que llevaba meses de relación. Ambas rieron al imaginarlo pero se sintieron felices de verla tan alegre y animada. Después de todo ella siempre había sido algo aniñada, quizá no había tanta diferencia entre ella y su novio. Taís le contó sobre la academia y los chismes de gente que ambas conocían y Carolina sobre el viaje a Alemania, las dificultades que atravesó y el embarazo.
—Me alegra saber que pronto seré tía —dijo abrazando de nuevo a su amiga—. Y además es una niña, ¡una bailarina más para la familia! —exclamó y Taís asintió entusiasmada.
Luego de un buen tiempo, Rodrigo pasó por Taís para llevarla al cumpleaños de su papá y entonces las chicas quedaron solas.
—¿Y Rafael? —preguntó entonces Lina.
—Asustado por tu llegada —sonrió Carolina y ambas rieron.
—Pobre... finalmente me da pena, sé que no es mala persona, solo me tocó conocerlo en tiempos equivocados. Además no fue solo su culpa, yo fui una tonta al pensar que lo de ustedes podía haber terminado en realidad —comentó negando y poniendo los ojos en blanco, Carolina rio.
—Me da risa porque todo fue un malentendido tan enorme. Él creyendo que yo iba a casarme con Niko y luego que tenía un hijo de él pero lo estaba criando con otro...
—Y se metió conmigo así, por despecho... —añadió negando—. Ahora da risa...
—Lo siento —dijo Carolina apenada—. No es eso lo que quiero decir... es que tú sí sabías que yo no me estaba casando en Alemania, si tan solo hubieran hablado... no sé...
—Lo sé... es que yo creí que ellos también lo sabían. —Lina se encogió de hombros.
—En fin, ha pasado demasiado tiempo y tú estás bien, yo estoy bien... nada de esto importa ya... —dijo Carolina para pasar la tensión del momento. No era sencillo pensar que ella y Rafael habían estado juntos en todos los sentidos, pero era mejor no pensar ni remover situaciones que no tenían sentido.
Siguieron hablando y recorriendo un poco más hasta que Carolina se sintió en realidad agotada, así que decidió que era hora de volver. Se ofreció a llevar a Lina hasta la casa de su tía donde se quedaría el tiempo que estuviera por allí, sin embargo ella no aceptó, prefirió ir con Caro hasta su casa y de allí tomar un taxi, no quería que fuera sola pues estaba agotada y se había estado quejando de que sentía que la panza se le ponía dura por momentos.
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Lo que tengo para ti © (#3)
General Fiction*** PUBLICADA POR NOVA CASA EDITORIAL - JULIO 2019 *** Dicen que aquello que cuesta es lo que más se valora. El camino no ha sido fácil para Rafael ni para Carolina, el destino y sus propias decisiones los han separado una vez más. Y aunque ya mucho...