Carolina se encontraba en su casa, en pijamas y acostada. Era viernes por la noche y había tenido una semana ardua. Tenía mucho sueño y pensaba que era debido al cansancio acumulado, así que había decidido dormir temprano. Sin embargo el sonido de su celular llamó su atención y estiró su mano para atender, sabía que era Nikolaus.
—¡Buenos días! ¿Cómo va todo por ahí?
—Acá sería, ¡Buenas noches! —exclamó en medio de un bostezo—. Bien, agotadísima... creo que debo ir al médico para que me de algún energizante o algo... —Volvió a bostezar.
—Hmmm, ¿te estás alimentando bien? ¿Estás durmiendo lo suficiente? —preguntó Niko preocupado, Carolina solía ser una mujer de mucha energía.
—Sí, todo eso lo hago, pero aun así siempre tengo sueño. ¿Cómo están Adler y Berta? —inquirió no queriendo profundizar más en el tema, Nikolaus podía ponerse muy paternal y ella no tenía ánimos para lidiar con eso.
—Bien, cada día más pícaro y divertido. Creo que te extraña pero Berta y yo le mostramos tu foto siempre para que no te olvide. —Carolina sonrió ante aquel gesto que le pareció tan tierno.
—Ya pronto volveré —agregó.
—¿De verdad piensa volver? ¿No hay esperanzas de solucionar lo de ustedes? —cuestionó Niko. Hacía días que le insistía a Carolina que reflexionara acerca de la decisión que finalmente tomaría.
—Ya te lo dije, Niko. Somos amigos ahora y es bueno... la llevamos con calma y nos sentimos a gusto sin presiones, ni preguntas, sin necesidad de siempre estar planificando el futuro y sobre todo sin hacernos daño.
—Es imposible que sean amigos y nada más... Eso yo no me lo creo —comentó Nikolaus—. Se están mintiendo a ustedes mismos y fingen creerse —agregó.
—Hmmm... No empieces de nuevo, ¿sí? No hoy, tengo sueño —añadió con voz cansina.
—Bien, te dejo dormir entonces. Te quiero. Descansa, ¿sí?... ¡Y cuídate!
—Lo haré, tu cuida a mi amiga y a mi bebé —añadió y Niko respondió afirmativamente antes de colgar. Entonces Carolina se giró sobre su costado y cerró los ojos.
Aquella mañana Taís no se sintió para nada bien, el estómago le apretaba y por algún motivo el olor al tocino que estaba preparando Rafael para el desayuno le dio arcadas. Rafael la contempló extrañado viéndola hacer una mueca de asco ante aquello que normalmente adoraba comer y entonces la chica afirmó que no se sentía muy bien y solo se bebió su jugo de naranja antes de salir como cada mañana a la universidad. Rafael quedó preocupado por su sobrina pero ella le aseguró que estaba bien.
Luego de desayunar y darse un baño Rafael se dirigió a la oficina como cada día y cerca de las diez de la mañana recibió un mensaje de Whatsapp de Carolina, al abrirlo vio que se trataba de una imagen y la descargó. Era la invitación para el lanzamiento del libro que se llevaría a cabo en un mes y medio. Le contestó diciéndole que la invitación había quedado preciosa y preguntándole cuando podría tener un ejemplar del libro. Sabía que Carolina estaba esperando le enviasen los ejemplares de la versión definitiva.
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Lo que tengo para ti © (#3)
General Fiction*** PUBLICADA POR NOVA CASA EDITORIAL - JULIO 2019 *** Dicen que aquello que cuesta es lo que más se valora. El camino no ha sido fácil para Rafael ni para Carolina, el destino y sus propias decisiones los han separado una vez más. Y aunque ya mucho...