Vestuario Exquisito

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Iba por la calle, caminando como de costumbre, no había mucho frió igual no había mucho calor, es decir nada, el clima perfecto, iba hacia mi casa, salia de traer un café, de mi lugar favorito, siempre acostumbro a llevar dos, vivo sola pero guardo uno por si a caso.

Faltaba poco para llegar al edificio de mi apartamento, tome el autobús el cual no me deja cerca así que era poco mi camino a pie, iba entrando, subiendo las escaleras, a mitad del camino me encuentro con un chico al que algunas personas tomaria por desagradable, pero yo definitivamente no pienso igual, tenia cabello grande, no largo, ¡Que Asco! pero era lindo, un color caramelo que me enloqueció y cuando me vio a los ojos pude sentir algo que me recorrió el cuerpo, algo que me venia desde los pensamientos hasta los dedos de los pies, algo que no había sentido con ningún otro patético chico, los ojos café rápidamente llamaron mucho mas mi atención que la largura de sus pestañas o los abundantes labios rosados, o su altura, "los ojos" ya no eran para mi solo "los ojos" ahora era "sus ojos". ¡Vaya! que si me gusto.

- Eres nueva aquí? - pregunto extrañado.

- El nuevo aquí eres tu! - dije con la ceja muy levantada.

Repentinamente sentí mis mejillas calentándose así que antes que fuera muy evidente mi ruborizacion me aleje, - Permiso - exclame casi con grito, mas bien un medio refunfuño, intento moverlo con mi brazo y sigo con pasos mas rápidos, subo la ultima pila del graderio que me falta, la respiración la llevo acelarada y las manos temblorosas y frías, siento como un fuerte dolor se esta apoderando de mi cabeza, a como pude saque las llaves del bolsillo de mi pequeño suéter, que la verdad no me cubre mucho pero da igual no vivo en el polo norte de todas formas.

Entro al departamento sintiendo alivio cuando escucho que afuera hay pasos grandes y pesados me acerco a una pequeña ventana que esta dentro del armario pero la vista da al pasillo y ese mismo chico con un vestuario exquisito se pasea por todo el pasillo como esperando algo o alguien.

La verdad no se porque me siento tan nerviosa, pero algo dentro de mi me hace sentir que yo ya tenia información de el, como si lo hubiese visto en algún lugar o de hace tiempo lo conociera.

En el tiempo que me llevo pensado llega el administrador del edificio, y le entrega un manojo de llaves exactamente como el mio. - Oh no no - resoplo repentinamente, no tenia planeado soltar palabra rápido miran hacia todas partes buscando el sonido, intento moverme del lugar cuando me tropiezo y el ruido es aun mas grande, con todas las zapatillas, sandalias, botas y mas objetos que guardo ahí que ni recordaba como habían terminado en ese lugar, - Por un demonio - resoplo nuevamente, no me esta pasando fue lo único que pensé antes de escuchar la voz ruda de Fernando el administrador, - ¿Adeline? ¿Te encuentras bien? - fingiendo preocupacion, me levanto a como puedo e invento rápidamente una excusa, abrí la puerta ligeramente, dejando solo un pequeño hueco para ver dentro. - ¡Fernando! - dije fingiendo entusiasmo con una media sonrisa, - Claro, mejor que nunca - Ruedo los ojos haciendo énfasis en mi gran y reluciente sarcasmo, - Solo estaba revisando algunas cosas, y me tropeze buscando un zapato - y levanto el que había cargado todo el tiempo en la mano, los tres llevamos la vista hacia el zapato con aspecto de descuido y adecuado para una anciana, cuando lo veo lo único que pienso es en que carajo hacia yo con este tipo de zapatos en el armario.

- En fin - dijo Fernando como asqueado - Te dejo las llaves, cuídalas, no respondo por si las pierdes ademas si no conoces esta ciudad deveras saber que tu casa la debes cuidar de cualquier extraño y no dejar las llaves de ella por donde sea que te la pases - Recalco Fernando con su mirada de seriedad, la que mejor le a salido.

- ¡Geniaaal! - digo con desanimo, y volví a pensar en voz alta, - ¡Algún problema? - dijo Fernando - Para nada - digo despreocupada - Es solo que recordé que el cafe se enfrió, permiso - digo volteandome muy rápido, quería que los pasos se me agrandaran porque no los veía pero sentía sus miradas escaneandome.

Cere la puerta muy fuerte, arregle el desorden de mi armario, puse a calentar mi cafe que desgraciadamente estaba frió, lo lleve al sofá frente al televisor subí los pies y empece a tomar pequeños sorbos, el clima era muy agradable, encendí el televisor INVESTIGATION DISCOVERY se había vuelto mi canal favorito y mas entretenible y no se si esa palabra existe pero me suena a diversión, de pronto escuche tras la puerta pasos nuevamente, ruedo los ojos y digo en voz baja - Ow el nuevo vecino -sin mostrar ningún tipo de entusiasmo y alegría.

Voy camino a la cocina refunfuñando.

- No basta con haber tenido que calentar el café sino que, este, de ropa excitante, ya sabe mi mugre nombre gracias al amable de Fernando.-

Dejo los trastes en el lavadero me dirijo hacia la recamara, cansada y molesta, cuando de pronto escucho tocar la puerta, sonaban tan fuerte la puerta que quería llegar lo mas rápido posible y romperle la cara al que estuviera tan ansioso.

Voy hacia ella muy enojada, abro y me toma entre sus brazos, tumbando en el sofá con fuerza frenando su mirada con la mía y sus labios como que hubieran encontrado su destino, bailando con los míos.

Llamaban a la puerta nuevamente y abrí los ojos.

- ¡¿Que jodidos?! - grito enfurecida, me levanto y repongo rápidamente de mi lugar, corro hacia la puerta y era mi mejor amiga Amanda.

Para seguir con el siguiente capitulo, quiero saber todos sus comentarios buenos o malos no importa también son útiles las recomendaciones de las bellisimas personas que se han pasado por mis imaginaciones mentales. Love U Sooooooo Much!!!

En Agosto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora