En Agosto.

Ascensor I

8 de mayo

El invierno siempre entra en mayo en esta parte del mundo, recuerdo que no podía dormir la noche anterior, no porque sintiera miedo, sino que lo truenos fueron tan fuertes y espeluznantes que prefería estar despierta para disfrutarlos mejor.

Amanece frió y húmedo, plantas mojadas, charcos de lodo y agua de cielo.

*Fernando toco la puerta*

Estaba saliendo de la ducha, me puse ropa lo mas rápido que pude y corrí hacia la puerta.

- Buen día Addy - 

- Entra Fer - Le dije mientras lo dejaba solo parado en la entrada de la puerta.

Fernando y yo tenemos una confianza tremenda, no es un hombre mayor, tiene aproximadamente unos 31 años. El se caso a los 28, este edificio fue heredado de su familia, su familia es muy linda y unida tiene dos hijas hermosas. Tengo tres años de vivir aquí, el dice que soy su inquilina favorita argumentando su gusto en que no soy problemática ni fiestera y odio los animales, venenos para Fer. Nuestra confianza creció cuando:

29 de noviembre de 2004

Yo tenia un año de vivir en este edificio y como todos los meses cobraba la renta en 29 así que vino, toco a la puerta y solo dije - Pase - apenas se escuchaba mi voz en hilo. En estos casos quizás hubiera gritado una grosería para que el que estuviera tocado se largara pero sabia que fecha era así que pensé que seria el.

Abrió la puerta que había dejado entre abierta y salí del baño con las muñecas estilando y no precisamente de agua, la materia roja liquida escurría hasta llegar a la punta de mis dedos y caer al suelo.

En el momento preciso que Fernando se percato de mi estado fuera de lugar y espacio corrió hacia mi y me dijo a gritos:

- ¿Que demonios Add? -

Solo lo voltee a ver con un tormenta en los ojos y dije entre susurro:

- Ayuda! -

Al ritmo que las lagrimas caían, las gotas carmín, las lagrimas de mis ojos y la sangre de las venas pero las dos de un corazón roto.

Mientras me bajaba hacia su auto me cuestionaba sobre mi estúpida decisión. En ningún momento decidí abrir la boca para pronunciar mis razones.

Me llevo a emergencias. La señorita que me atendió limpio las heridas, sano la piel y paro la sangre. Lo único que pensé fue: - " ¿Y el corazón quien me lo cura? ¿Y las lagrimas, quien me las seca?

...

- Tiene suerte ¿Es tu novia? - Dijo la misma señorita.

- ¿Suerte porque? ¿Novia? No, claro que no, es mi prima lejana - Dijo Fernando preocupado 

Me habían dado unos calmantes. En su mente estaba dormida pero escuche toda la conversación.

- Bueno digo suerte porque si no llegas a tiempo ella hubiese podido haber muerto por la perdida de sangre y las intenciones que ella tenia, desde aquí podemos dirigirte a un psiquiatra ya que eres su familiar presente en este momento - cuando la señorita saco esa palabras de su boca sentí rabia, toda la rabia que un ser puede sentir, sin embargo solo me quede escuchando que decía Fernando.

- Oh noo, no no tranquila señorita, yo hablare con sus padres para que ellos sepan que hacer con esto - 

Se me abrieron los ojos como platos.

- Oye tranquila  - Dijo Fernando cuando la señorita paso del cuarto hacia la puerta y se alejaba por el pasillo haciendo sonar sus zapatos en el piso.

Me senté en la cama y le dije - Mira yo agradezco esto que haces por mi, pero ahora dime que es lo que quieres a cambio porque así son, hacen algo lindo por ti y luego piden algo a cambio - 

- Te confundes Add, espera, todo esto es por un chico? - En sus palabras había irritación.

- Vamos y de camino te cuento - fueron mis palabras parada y en camino.

- Vamos - y le jale de un brazo.

Salimos del hospital, me llevo a tomar un café, en el auto había tensión, mientras rodaban las llantas tenia la mirada fija en la ventana, en noviembre siempre hay lloviznas leves y ese era uno de esos días en noviembre, fríos pero al mismo tiempo sientes que te acojen.

- Quieres hablar - dijo Fernando

- Si, quiero saber que te impulsa a hacer esto - Me voltee con los brazos cruzados y levante una ceja 

- Mira Add no quiero que te sientas comprometida conmigo, o peor aun que tengo una intención doble en todo esto, solo deja de ser tan agresiva y por un momento no generes pensamientos mediante el dolor que puedes estar pasando, no todas las personas queremos lastimar, queremos dañar o simplemente crear en una persona sentimientos que no van a ser alimentados en el futuro, simplemente no te dejaría morir, eso si hubiese sido muy cruel de mi parte ¿no crees?, ademas, imagina que haría sin tu renta? - dijo en tono de broma quitandole fuerza a su regaño.

- Perdón, y gracias por esto Fer, ¿oye te puedo llamar así verdad?- 

- Claro Add - dijo mostrando obviedad en sus palabras.

8 de mayo

Salí de la cocina limpiándome las manos con una servilleta.

- Puedes tomarlo - le dije al hombre parado junto a mi mesa señalando el dinero de la renta.

Luego de contarlo, me pregunto que tal me había ido en estos días y si había conocido alguien, a lo que respondí 

- Oyee no te entrometas - entre rizas y dándole un suave golpecito en el brazo.

- Okay, okay - dijo levantando los brazos en señal de que se rendía, entre risas me dijo. - Me prometes que si te casas un día me invitaras - dijo mientras se movía hacia la puerta a lo que solté una carcajada tremenda, no Fer tranquilo, aun no me caso, cuando escuche la puerta golpear al cierre, aun riéndome por la buenísima broma, devuelta a la cocina me di cuenta que tenia que agregar sal en el pollo horneado que se me antojo hacer, la busque en la despensa, en cada gaveta.

- Estaba segura que la deje aquí - pensé en voz alta. Así que me voltee, me acomode para ir a la tienda que se encontrada a una calle del edificio. 

Llevaba puestos unos pantalones negros pegados, una camiseta negra simple grande, chaqueta negra favorita para este tipo de días, botas negras, decidí soltarme el cabello al salir así que me despoje de mi amontonado cabello, siempre tenia aspecto de alboroto aunque yo no lo quisiera así.

...

El elevador esta apunto de cerrarse cuando entre de un salto, iban varias personas pero yo estoy en el ultimo piso así que no me preocupaba, le ayude a todos con sus pisos y al bajar todos me quede sola con un individuo que me parecía conocer pero me hacia sentir algo incomoda así que no dije nada.

- Ahora no hablaras - en el instante reconocí la voz de aquel chico, con todo esto, ni me lo recordaba y estaba mejor así.

- Hoo...oola - Alcance a decir.

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