Mi querida princesa (Lysxsu)(?)

Ups:

Al pasar las horas de las siguientes clases, Rosalya y Alexy interceptaron a Sofia para insistir en llevarla a recorrer el centro de la ciudad, claramente una excusa para llevarla de compras. Intentó escapar de ellos, pero se dio cuenta de que era demasiado tarde cuando tenía a ambos amigos en la salida, esperando a que su presa apareciera.

A penas pusieron un pie en el centro, ambos amigos se debatieron para llevar a la chica a lugares diferentes, decidiéndose finalmente por llevarla a la primera opción: la tienda de lencería. Lugar donde finalmente nuestra protagonista pasaría más vergüenza por cómo le probaban la ropa que por lo que terminó por comprar.

Al término del recorrido y de regreso a los lugares por los que cada cual vivía, decidieron dar una pequeña vuelta por los locales que el barrio ofrecía, teniendo así una vista amplia de un lugar, el lugar donde trabajaba el novio de Rosalya, lugar el cual llamó la atención de Sofia, quien se quedó estupefacta ante el título y la decoración del lugar, trayéndole viejos recuerdos.

"Ma chére princesse"

Eso desbloqueó muchas cosas en su corazón.

Se perdió entre las prendas del lugar, desconcertada y confundida, como no queriendo admitir que todo le traía recuerdos y aires de estar en otro lugar.

¡Sofia! — Sobresaltada, dio un paso atrás, cosa que la hizo entrar a un vestidor. Trató de detenerse, pero en lugar de eso, sus pies se enredaron y terminó cayendo en el pecho de alguien que se estaba cambiando.

—Ups... — Miró hacia arriba, viendo la persona a la que había chocado. — P-perdón.

—Auch... Está bien, ¿se hizo daño? — Sofia se enderezó cuando escuchó la pregunta, viendo que el chico que había caído junto con ella.

—N-no... ¿L... Lysandro? — Se sonrojó al verlo y ser consciente de que había caído encima de él, mientras él estaba con la bragueta abajo y sin camisa.

L-Y-S-A-N-D-R-O-S-I-N-C-A-M-I-S-A-Y-C-O-N-L-A-B-R-A-G-U-E-T-A-A-B-A-J-O

L-Y-S-A-N-D-R-O-E-N-C-U-E-R-A-D-O

—¿Estás bien? — A consecuencia del shock de Sofia, Lysandro pasó una mano por el frente de su rostro, preocupado porque el golpe la hubiera afectado.

—Ah... Ehm...y-y-o s-si... Es...

—¿Segura? Estás muy roja.

—E-eh... — Rosalya los miraba por detrás con diversión, sabía bien por qué se producía el shock de la nueva alumna. Los Ainsworth tenían ese cuerpo de encanto que podía dejar pasmado a cualquiera que le atrajera el sexo masculino.

—¡Chicas, aquí están! — Alexy llegó tan alegre como está acostumbrado, sin notar el ambiente que los rodeaba. — Ohhh... Lysandrito, que pintas, ¿quién te quitó la ropa?, ¿Sofia?, ¿su primer día y ya usó sus encantos para atraer a uno de los chicos más codiciados del insti? Pues mira que no te has tardado nada en encandilarlo, hay chicas que llevan meses tratando de...

—¡A... Alexy! — Sofia lo miró con sonrojo, cara que se les hizo graciosa al par de amigos que ahora trataban de aguantar la risa.

—Si pudieses dejar de decir cosas fuera de lugar...

—¡Es solo una broma, Lysandrito!

—Perdón, Lysandro... No sabía que estabas dentro del probador. — Con la mirada baja, Sofia pedía disculpas al victoriano, quien empezaba a abotonarse las camisas.

—No te preocupes, fue un accidente, ¿segura que no te lastimaste? — Sofia asintió con las mejillas ardiendo, para luego susurrar una despedida y salir corriendo del local.

—¿Y esa chica? — Leigh llegó alarmado por todo el alboroto que se había armado, alcanzando solo a ver a la chica de espaldas. Avanzó hacia la salida, viendo por las calles y viendo de vuelta a la chica corriendo.

Tuvo un impulso de saber quién era, de ir corriendo detrás y verle el rostro, pero la prudencia es una virtud que también caracteriza a los Ainsworth.

Volteó la mirada hacia las tres personas que estaban en los probadores, recibiendo miradas de "no sé qué pasó" antes de ir con ellos.

...