Los días transcurrieron como cualquier otro, todos en la universidad estaban concentrados en estudiar estaban por aplicar exámenes ya que pronto saldrían de vacaciones, estaban a cuatro semanas de celebrar la fiesta navideña así que mientras más rápido quedarán libres de sus deberes escolares sería mejor, un viernes por la tarde Michellese había quedado a estudiar un poco más en la biblioteca le gustaba la tranquilidad y el silencio que emanaba de ella, estudiaba y se concentraba mejor.
-Bien creo que es todo por hoy (la chica cerró su libro y lo guardo en su mochila)
Regreso los libros que había utilizado y se despidió con amabilidad de la bibliotecaria, tras salir se encontró con un chico de ojos azules.
-Deidara ¿cómo estas? (Ella se acerco a besar su mejilla)
-Bien gracias (el imitó el acto)
-¿Aún sigues con tus trámites? (Lo miro dudosa)
-Si (suspiro) de hecho este es el último papel y ya tiene la firma requerida oficialmente soy libre (ladeo la cabeza y sonrió el Rubio)
-Muchas felicidades (le dio un ligero abrazo) oye nunca tuve la oportunidad de agradecerte por ayudarme con la fiesta de mi hermano (se acomodó la mochila en el hombro)
-No te preocupes lo que sea por los miembros de tu familia (el bajo el rostro y sonrió) ¿que planeas hacer?
-Procuro descansar un poco estudie bastante y no me gusta excederme tomó lo necesario pero también dejo que mi cerebro se relaje (sonrió tranquila)
-Ya veo ¿te gustaría tomar un café? (Soltó con un poco de nerviosismo)
-Si, porque no vamos (ella lo miro tranquila)
-Si, vamos (una amplia sonrisa se dibujo en su rostro)
Ambos jóvenes se dirigieron con dirección al carro del Rubio, manejó unos cuantos metros hasta llegar a una cafetería bastante rústica, se sentaron en la parte de afuera sobre unos cómodos sillones y mientras platicaban, el atardecer caía.
-¿Y te gusta lo que estudias? (Pregunto el curioso)
-Me encanta la Biología marina es hermosa, el mar es tan inmenso misterioso y profundo nunca sabes que nuevos especímenes encontrarás (sonrió con mucha emoción)
-Ya veo, se parecen (dijo y tomó café)
-¿Porque lo dices? (Lo miro dudosa)
-También eres un misterio (el la miro y levanto las cejas)
-Claro que no (sonrió) lo que pasa que casi no me conoces (replicó)
-Tienes razón apenas conozco tu nombre (dijo en forma de broma)
-Que gracioso (hablé con sarcasmo) está bien ¿que quieres saber?
-Lo que gustes contarme (la miro)
-Bueno me gusta mucho el mar, pero creo que eso es obvio, no tengo un deporte que me guste en particular pero me gusta ejercitarme nose que más podría decirte(meneo la cabeza) en Londres me encantaban las tardes de lluvia porque me sentaba en la ventana y leía historias de terror ¿algo más?
-Creo que vamos bien (dijo con aceptación)
-¿Que hay de ti? (Ella interrogo)
-¿De mi? (El se señalo)
-Si de ti (replico meneando la cabeza)
-Bueno me gusta el arte, pintar y hacer bocetos me fascina y sobre todo ver el resultado final es lo mejor (sonrió)
-¿Y alguna chica especial? (Ella arqueo la ceja divertida)
-No (Soltó un poco nervioso) no estoy enfocado en eso (sorbió café)
-Vamos Deidara no engañas a nadie, debes tener muchas mujeres tras de ti (sonrió)
-No exactamente además esa es más cosa como de no se Hidan (soltó con burla)
-Oh (ella soltó y su semblante cambio)
-¿Pasa algo? (La miro preocupado)
-No, no nada (Ella trato de despistar)
-Y ¿que hay de ti con los chicos?(pregunto curioso)
-Nada (reí un poco)
-Porque será que no te creo, vamos creí que ya nos estábamos conociendo más ¿no? (La miro fijo)
-Es que en realidad no hay nada (suspiro) oh bueno si lo hubo se término
-Dime ¿puedes confiar en mi no? (Deidara sonaba muy ansioso)
-Si (suspire) conocí a un chico cuando recién llegue aquí y parecía que todo iba muy (dije con pesadez)
-¿Que paso con el? (Sus dudas surgieron rápidamente)
-Pues salimos un par de veces y todo parecía ir bien, pero al final el me dejo (sonó triste) al principio yo creí que si me quería por como era conmigo, me sentía tan comoda con el y a pesar de que me boto como si no fuera nada(suspiro) yo sigo sintiendo algo por el y duele
-(El Rubio no dejo salir ninguna palabra, pero sentía como su pecho era oprimido por un gran dolor, la chica que le gustaba estaba interesada en alguien más) ¿que sientes por el realmente? (Dijo)
-Me enamore de el (bajo la mirada) me enamore como una tonta, no puedo dejar de pensar en el, yo realmente quisiera quitarme lo que siento me es muy difícil verlo, para el yo no fui más que una conquista más un juego y yo me quede aquí sola con mis ilusiones tontas (sollozo)
-No estas sola y no eres tonta (el acaricio su mejilla) el es un tonto por tratar a alguien como tu de esa manera (Deidara la miro a los ojos)
-Gracias (le dedico media sonrisa) me da gusto contar con tu apoyo (sonrió con los ojos cristalinos)
-No hay que agradecer (limpio la lágrima que venía de su ojo) ¿puedo saber su nombre?
-No creo que sea necesario (ladeo la cabeza)
-Mientras más rápido lo saques de ti más fácil será (el le sonrió, puede que el tuviera una oportunidad de conquistar a la chica de ojos grises)
-El, bueno ya lo conoces (lo mire a los ojos y dije) Hidan (solté sin más)
-¿El? (El Rubio quedo atónito no podía creer lo que acababa de escuchar su corazón sintió una puñalada, su mejor amigo había jugado con el corazón de la chica que el creía amar, no sabía como sentirse)
-Si (sólo suspire y baje la mirada)
-Sabes acabo de recibir un mensaje de la escuela debo terminar un último papeleo (dijo agitado)
-Si, yo pido un taxi a casa (se pasó la mano por los ojos) gracias Deidara y por favor no le digas a nadie no quiero que esto crezca (se acerco y lo abrazo)
-No te preocupes (el inhalo su olor y sonrió)
En aquella cafetería se veía salir a un chico de cabellera rubia a toda prisa, se subió en su auto y cerró la puerta de una manera brusca y muy audible, el comenzó a conducir mientras apretaba con fuerza el volante cuando llego a su destino bajó y camino de manera rápida.
-Buenas tardes ¿en que puedo ayudarlo? (Sonó una voz)
-En nada (soltó brusco y el camino)
-Deidara-kun, por favor no pase aún no me a dicho el motivo su visita (la secretaria lo miraba parada)
-No tardare mucho (gruño y la ignoro)
Aquel joven de ojos azules caminaba con pesadez pero firme y notorio enojó en su rostro, los paso se hacían eternos pero cuando por fin llego a donde quería giró la perilla de la puerta y entro.
-¿Eh? ¿Deidara que haces aquí? (Un joven albino hablo)
-Eres un desgraciado (el soltó su puño contra la cara de Hidan)
