Cap 5 - Buenos días

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Me vestí lo más rápido que pude, me ardía la espalda de tantos arañazos, sentía tanta presión psicológica en ese momento que obvié el momento.

Ella estaba casi lista, se la veía nerviosa, estaba apunto de terminar de abrocharme la camisa cuando me paré y pensé ¿existirá otra ocasión así? por momentos dudaba de que fuese real, mi vida, las vistas, los recuerdos de anoche, me agradaban esas cosas pero ¿estoy dejando de ser niño demasiado rápido?, ¿he perdido mis amores platónicos, mis sueños por una mujer mayor?.

En ese preciso momento salí del trance cuando ella me sostuvo del brazo haciéndome saber que ya era hora, pero... no sé porque pero no quería irme, quería seguir ahí con ella, escuchando las olas, viendo a las gaviotas revoloteando por el cielo ... todo era tan perfecto.

- Daniel, no es momento de juegos, debo llevarte a casa, es mejor que vayas preparando una excusa porque no quiero que.....

La detuve, me puse de pie en frente suyo, éramos del mismo tamaño (bueno, yo un poco más alto) y por primera vez nos dimos nuestro primer beso, más mi primer beso porque nunca había estado con una chica, sentí alivio, cada segundo que nuestros labios se rozaban, encendía en mi una llama cada vez más y más fuerte, era glorioso, como si de un cuento se tratase, sostenía su cara con mis manos y sus suaves palmas sostenían mi cabeza y espalda: nos separamos, ella se quedó mirándome fijamente a los ojos, yo a ella, no teníamos palabras, simplemente ambos supimos en ese momento que las cosas se estaban poniendo serias, me abrazó y posó su cabeza en mi pecho.

- Dani no me dejes sola tu también (susurró).

Una lágrima guardada por años corrió una maratón desde su ojo  hasta nuestras manos que estaban agarradas, me sostuvo con más fuerza, denotaba que no quería dejarme.

- Debemos irnos Anastasia, es muy tarde.

Asintió, los dos tuvimos una gran noche pero con mi poca experiencia con chicas supe que Anastasia quería algo más que sexo, la Diosa con la que perdí mi virginidad, tiene corazón pero no estaba en mis planes tener una relación seria con una señora mayor, la simple idea de imaginarlo me evolvía el estómago.

Camino a casa fue todo el camino con la cabeza pegada a la ventana pensando ... '¿debería seguir con esto? más era obvio que eso no es lo que más me alarmaba sino más bien la idea de saber que dirá mi mamá cuando llegue.

Arrivamos en su casa, tomé mi bicicleta y me marché, por el camino pude ver al poli que casi la lía anoche pero gracias a él, existió, lo saludé y le di una sonrisa sincera pero seguí mi camino dando pedal tras pedal. 

Llego a casa, trato de hacer el menor ruido posible y dejo la bici donde la dejo cada noche, por sopresa aún seguía mi cuerda casera de sábanas, así que subo por ahí mismo y dejo mi mochila en la mesa a lo que me decido a inspeccionar.

Bajaba las escaleras lentamente cuando me entró un mensaje del señor Persie "hola colega ¿qué tal la pasaste?, espero tu respuesta ;)".Justo lo que me faltaba, lo haré más tarde.

Seguí bajando y casi terminando la escalera escucho el sonido de la TV, "que raro que no la apagó pensé" y me dirigía hacía ella mientras veía todas las botellas vacías que estaban por toda la casa, parece que mi mamá también tuvo una buena noche me dije y sonreí imaginándomela pero más cerca vi un tarro de pastillas antidepresivas tirado en el suelo, estaba vacía "pero ... ¿estas no fueron las que compró antes de ayer cuando me recogió en el cole?¿se las acabó en una noche?" mamá debió de haber pasado la noche llorando por papá, ella aún cree que volverá, será crédula, por eso lo odio tanto, dejó a una familia y una madre sola por un maldito capricho, es tan egoísta.

Me acerco a la cocina y como no veo señales de mamá decidó buscarla de la mejor manera, como aprendemos desde bebés, a gritos.

-Mamá! ¿holaaa? ¿hay alguien aquí?.

Pero nadie respondió, mis dudas fueron aclaradas por el eco de ellas mismas.

- No hay nadie pensé, a lo mejor salió y ni cuenta se dió que no estaba.

Iba a la sala, quería apagar la Tv e irme a la cama, estaba muy cansado y me dolía la cabeza y justo cuando entro y figuro bien " MAMÁÁÁÁÁÁÁÁÁ'!! ¿QUÉ TE PASA? MAMÁÁÁÁÁ!!.

Mi mamá se encontraba tirada en el suelo y tenía la mirada pérdida, a penas respiraba solo tosía a duras penas y con esfuerzo lograba no atragantarse con su propia saliva.

Fue corriendo a socorrela "mamá responde por favor mamá".

Ella tenía la cara pálida, los ojos tornándose a blanco, solo gemía y tosía mientras no paraba de tirar una especie de espuma, estaba convulsionando.

Empiezo a llorar, solo grito y grito no sé que hacer, solo tengo 13 años alguien ayúdeme por favor. Escucho unos pasos apresurados y solo grito con más fuerza ayuda mientras sostengo a mi madre entre mis brazos tratando de que no muera.

No podía perdonarme la idea de que mientras me maravillaba con una madre ajena, la mía agonizaba de dolor y tristeza. Soy tan egoísta " mamááááááá! por favor, no dejes a tu crío solo, no mamá nooooo".

Marqué al 911, por supuesto no me entendían, solamente gritaba y gritaba por mi madre, justo en ese momento entró alguien de golpe rompiendo la puerta, nisiquiera vi quien era, en ese momento perdí la conciencia y caí desplomado junto al cuerpo de mi madre.


Dile que no al amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora