Cap 4 - A un paso del caos

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- Responde muchacho!. Me gritaba el policía.

Esta vez no tenía tiempo para pensar y debía decir algo inteligente rápido.

- Yo... ella se llama Anastasia, mi madre se llama así.

- Estás seguro? me parece que me mientes.

- Totalmente oficial, iba camino a casa, se me hizo tarde en casa de un amigo por eso ando con prisa.

- Mmmm ...  no me convence, mejor vamos los 2 y así estaré más seguro cuando hable con tu madre.

"Mierda" creo que ahora si la he cagado, esperemos que el policía se conforme con dejarme en la entrada.

Estábamos llegando a unas esquinas cuando texteaba a Anastasia "no sabes lo que me pasó, me pilló un poli y le dije que eras mi madre, vamos para allá".

El mensaje nunca fue respondido, lo que me hizo ponerme un poco nervioso, miraba al plocía, la carretera, el retrovisor, busca cualquier despiste para calmarme, estaba desesperado, nunca había tenido este tiempo de problemas.

Pare aquí, esta es la casa. Ambos nos desmontamos, yo estaba algo tembloroso pero el no lo notó.

- Adelante, toca la puerta.

Me paro en frente y no sé si hacerlo o no, me mordí las uñas, me sequé el sudor, buscaba pretextos como "seguramente están dormidos" pero el policía insistía.

Me armé de valor "allá voy" me dije a mi mismo y toqué la puerta 3 veces.

Pasados unos segundos le dije ¿ve están dormidos? pero terminando la frase sonó la voz de una persona conocida diciendo "ya voy".

Para mi sorpresa, esa noche pareciese que todo estaba en mi contra, no abrió sino Esteban, mi querido amigo que se mostró en un mal momento de nuevo.

- Dani, vaya sorpresa ¿qué haces aquí a estas horas? y con un poli ¿en qué lío te metiste?.

Le hice señas para que guarde silencio pero el muy bobo me respondió - ¿qué tratas de decirme con esas señas?, sabes que nunca entiendo eso.

En ese momento el policía intercedió - ¿con que no vives aquí eh?, me lo esperaba, vámonos, te llevaré a tu verdadera casa.

Justo girándome para irme le saqué el dedo central a mi amigo sin que nadie más lo notase pero mi suerte estaba bipolar esa noche.

- No espera, no le hagas caso a mi otro hijo, le encantan las bromas y tu Dani ¿donde estabas me tenías preocupada? por cierto soy Anastasia, su madre.

Mi garganta al fin pudo tragar esa roca de miedo y respiré aliviado.

- Lo siento, se me hizo tarde, no pasará de nuevo.

Al policía no le quedó más que callarse, así que asintió con la cabeza, bajó mi bici de la patrulla y se marchó.

Pensé que ya todo se había solucionado, hasta que recordé que Esteban podía enterarse de todo. Cuando entro a casa veo a los 2 esperándome, volví a sentir angustia.

- Dani ¿qué haces a estas hora en la calle? bueno, aquí.

Hice silencio, quería dejar el problema de la dimensión que estaba y justo cuando me decidí a decir algo su madre irrumpió.

- Esta es la clase de amigo que tienes Esteban, ya te dije que es mala influencia, ¿quien sabe que andaba haciendo por ahí este golfo? y tu, ni una palabra ahora mismo voy y te llevo con tu madre, tienes suerte de que no te delaté, en cuanto a ti Esteban, ve a la cama, volveré en un rato.

Dile que no al amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora