Cap 3 - Atando cabos

99 5 1
                                    

- Mamá sé que esto se ve feo pero ... en realidad fue tu culpa por dejarlo pasar ¿no crees?.

- Daniel, eres mi hijo ¿es lo mejor que puedes decir?, me apenas. Entonces por dejarlo pasar ¿pusiste pornografía y hacíais acrobacias entre vosotros ? Daniel ¿no me habrás salido maricón? que te meto un soplamocos que espabilas.

La corta charla me hizo olvidar que estaba aún desnudo y todo manchado por sangre, el dolor había desaparecido pero aún debía hacer que mi madre desapareciese, tal vez debería optar por contarle lo sucedido a mi madre o quizás solo era un error...                                                               Mi teléfono sonó en ese instante era el entrenador del equipo:

- Daniel, has faltado a la práctica 2 días ¿te pasó algo?, hoy tenemos un partido muy importante son las clasificatorias para el campeonato regional, espero que estés aquí a tiempo.

"Salvado por la campana pensé" - mamá, ya hablaremos luego de esto como ves debo irme tengo algo importante que hacer.

Ella salió de la habitación disconforme, por suerte no notó la sangre y tomé el teléfono para informarle a Anastasia que no iría por razones obvias, en ese mismo momento recibí un mensaje del doctor "recuerda nuestro trato chaval, haha y recuerda usar protección no te confíes".

Rayos! lo había olvidado ¿qué le diría? y lo más importante ¿qué le diría a ella? en momentos así tener un padre de apoyo, me serviría de mucho, cada vez lo detesto más.

Escribí el mismo mensaje para las 2 personas "lo siento mucho, esta noche no podré ir ¿recuerdas la herida en él? aún no sana y me duele bastante, espero que lo entiedas".

No pasó un minuto cuando recibí una respuesta de Anastasia "¿Qué? no puedo creerlo y justamente mi marido no amanecerá en casa hoy, espero que mejores.

En el momento en que terminé de leerlo llegó el del doctor "que cobardica eres, desearía haber tenido tu oportunidad, si quieres ven corriendo te haré un procedimiento que te sanará en cuestión de 1 hora, date prisa saldré por el resto de la semana".

Perfecto! justo lo que necesito, bien el partido es a las 5 y son las 3:15 debo apresurarme.

Ya camino al médico comienzo a pensar en todo lo que me está pasando y no sé porque pero la imgen de mis padres cuando era más pequeño llegó a mi mente, sin querer una lágrima me escurrió por la mejilla, se veían tan felices, no sé como el imbécil de mi padre fue capaz de hacernos esto. Mi madre siempre fue buena con él, lo quería y se preocupaba por todos, es tan egoísta, no sé que vió en ella que no ve en mi madre, para mi solo es un cobarde.

Llego al consultorio y el doctor me dice - date prisa, desnúdate debo irme.

El doctor uso un tipo de rayos x que saturaron la herida con calor, muy doloroso por cierto pero efectivo y aunque se veía algo chamuscado solo necesitaba algo de reposo.

- Bien Daniel, espero tu mensaje esta noche, te deseo suerte, por cierto si quieres algunos trucos que he aprendido no dudes en decirme.

- Sería estupendo, soy todo oídos.

El tiempo pasaba y el doctor Persie me contó todas y cada una de sus experiencias, a veces abría los ojos por la información gráfica que me daba pero creo que me servirá de mucho. Ya eran las 4:45 cuando miré el reloj y salí corriendo despidiéndome con la mano del doctor y tomé el primer autobús rumbo hacia el estadio de la provincia, jugaba para el mejor equipo de mi provincia Fc Real unión, siempre acababa entre los 3 primeros  en los campeonatos regionales pero hacía mucho no se coronaban con el trofeo.

Llegué y me cambié estaba preparado para saltar al campo y me revisé a mi amigo un par de veces con temor de que le ocurra algo pero todo estaba marchando bien, y entré al campo. Esa tarde ganamos 3-1 con 1 gol y 1 asistencia mía, por supuesto todos nos fuimos felices a casa.

Ya era hora de cenar, 7:50 pm y seguí acostado en mi cama por el cansancio y cuando vi el reloj de mesa salté "Diablos! no puedo quedarla mal", la texteé un mensaje diciendo "nos veremos un poco más tarde pero iré".

Bajé a cenar y mi madre me miraba aún esperando respuestas, respuestas que jamás obtendría de mi parte. En medio de la cena sonó el teléfono de mi madre, era mi padre me dijo, quiere hablar contigo, por supuesto me negé y le dije que no le diese mi número, cosa que ignoró. Recibí 2 o 3 llamadas suyas, llamadas enviadas al buzón, creo que entendió que no me interesaba hablar con cobardes.

- Creo que eres algo brusco con él Daniel, el solo trata de arreglar las cosas, al menos contigo.

- Me da igual, no sé como siquiera aún conservas sus cosas esperando que vuelva, ya ha pasado 1 año entiende, jamás volverá.

- Silencio Daniel! es suficiente, si volverá ya verás, solo hay que tener paciencia.

Me retiré de la mesa enojado y me fui a mi habitación, solo buscaba una excusa para poder hacerme el dormido y escaparme pero esa noche no sería tan fácil, transmitían una maratón de la seríe favorita de mi madre (un rollazo si me preguntan) y no podía salir y menos tirarme por la ventana, vivía en una 2da planta.

Llamé al doctor, fue lo primero que se me ocurrió 

- necesito una escalera urgente, no puedo salir por la puerta.

- lo siento Daniel, estoy en el avión pero hallarás una manera.

Recibí un mensaje de Anastasia - ¿qué pasa?¿no te habrás olvidado de mi? son las 10:20 ya, date prisa.

Debía actuar rápido y recordé algo que vi en muchas películas, una cuerda casera hecha con las sábanas de la casa. Inmediatamente entro a todas las habitaciones y tomo las sábanas, uní todas, hasta en ese momento no sabía que teníamos tantos juegos de tela para cama, miré hacia abajo, estaba todo despejado, até una punta a una pata de la cama y tiré la otra afuera.

Respiré hondo, lo pensé 2 veces y empecé a descender lentamente hasta que pude tocar el suelo, "Bien, lo logré" tomé la bicicleta y me puse en marcha, debía moverme unas pocas cuadras pero unas manzanas adelante un policía observaba la calle y cuando ve este chico encapuchado de negro en una bicicleta, supongo que todos hubiésemos pensado lo mismo. Sonó la sirena "por favor deténgase" fue lo que escuché - Oh mierda, justo lo que me faltaba!.

- Nombre e identifica ... pero si eres un crío ¿qué haces a estas horas en la calle? rápido dime donde vives o llamaré a tus padres.

De nuevo volví a tragar el mismo nudo, si mi madre se entera me arrancaba la cabeza de cuajo eso es seguro, debía actuar con inteligencia o simplemente perdería.

Dile que no al amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora