¿Él le conoce muy bien?

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Me dirijo a La Ceiba, mientras papá conduce, yo voy tirada en el asiento del pasajero, llevo una postura como si nada me importase; aunque es cierto. Estuve apunto de cerrar mis ojos cuando algo me llamó la atención; era una de esas tantas personas que se pasan todo el día en la calle tapando baches, pero algo especial en el capto mi atención. Era un señor ya mayor, entre el rango de unos 55 y 60 años, su aspecto era algo que despertaba en mi el deseo de conocerlo detenidamente. Tenía barba blanca, añejada ya por los años, no sé si tenía cabello ya que llevaba siempre una gorra puesta, está más que claro, el ardiente sol le pegaba directamente por largas horas; mi papá muchas veces que pasábamos por ahí, aminoraba la velocidad para sacar un par de billetes, él siempre muy agradecido daba a cambio una sonrisa amarillenta, desgastada pero bella. Esta vez dijo con un tono muy bajo ¡Gracias Doctor! Yo todavía no salía del asombro y con voz de miedo dije

-¿El té conoce?
-Claro que si (afirmó mi padre)
-¿Y tú le conoces?
-Le conozco muy bien
-¿Como es posible eso? No me tomes el pelo por favor, pregunto si le conoces de antes, no de ahorita en estas circunstancias.
-Solíamos ser amigos
(Creo que por un segundo puse una cara de horror. Pues lo primero que pensé fue ¿Cómo es que no lo habéis dicho antes? ¿Cómo es posible que viendo un amigo en esta situación, no cruzar por tu corazón un poco de compasión, porque no ayudarlo? Aunque pensándolo bien ahora entiendo porque mi padre se detenía minuciosamente casi todas las veces a darle dinero ¿Pero porque no siempre?

-Padre, pero ¿de dónde se llevan?
(Mi padre es de España, solo que en una brigada médica lo enviaron para Honduras, y cuando conoció a mamá el se dejó llevar por su espléndida belleza y decidió dejarlo todo por ella.)
-Lo conocí en los primeros años de vivir en La Ceiba.

Mi mente pensaba una y mil cosas, pero no mencione ni una tan sola palabra.

Dark ParadiseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora