Dark Paradise

Fingir es una virtud

Llegue a casa, tal y como me lo esperaba.
Mi mejor sonrisa tuve que lucir, fingiendo estar feliz. Luego de una cena preparada por mi madre, luego de una plática normal, aburrida pero entretenida de familia me fui acostar; me encerré una vez más, entre esas paredes que vieron mi sufrir, ahora suelen ser más frías que nunca, la niña que algún día ahí murió emocionalmente esta de vuelta. Un torbellino de emociones sacuden mi cuerpo haciéndome sentir como si la vida se me fuera. Esto es absurdo ¡No puedo llorar! Recordando todo nuevamente mi piel quiero cortar, pero no, fuerte yo seré, esto terminare. A mi mente viene cada recuerdo, una niñez marcada profundamente, y es que dicen que luego de un tiempo las cosas dejan de doler o te dejan de importar. Pensé haber cerrado este capítulo de mi vida ¡Me equivoque! ¡Qué tonta fui! Esto está otra vez aquí. Los recuerdos son tan fuerte y se sienten demasiado reales, es una tortura ya que es como si volvieran a pasar, siento como lágrimas caen por mi Mejía, haciendo un recorrido por todo mi cuello hasta desvanecerse como mi alegría una vez lo hizo.

Mientras tirada en mi cama estoy, mamá hace sonar la puerta, con tal fuerza como si la fuera a derribar. Yo solo me preguntaba ¿Y ahora que más, que más le contaron que ahora me viene a pegar?
Temerosa pero con una postura firme para mí miedo no delatar, abrí la puerta.

-¿Qué pasa Mama?
-Alístate, tu tía está realizando una fiesta y quiero que me acompañes
Con un tono ya calmado y proclamando mi tristeza dije
-No deseo salir esta noche
Su mirada fue negativa pero a la vez cariñosa
-te hará bien salir de aquí por un rato
Como decirle a mamá que no, su tono, mirada y expresión corporal me transmitieron su más puro sentimiento de solo quererme ayudar.
-Esta bien madre, me alistare e iré!

Llegamos... Puedo sentir el ambiente tenso, aún cuando todos ríen a carcajadas, puedo ver su hipocresía, muchos que hablan mal de ciertas personas, hoy están juntos como si fueran los mejores amigos.
¡Pero qué pudrición!
-¿Qué acabas de decir? Pregunto mamá molesta
(¡Mierda lo dije en vos alta!)
-Nada mamá, recordé que deje algo en la estufa hace varias semanas, a de estar hecho un asco.
-Como siempre tú desperdiciando la comida
(Hice un mal gesto y camine por en medio de toda esa gente falsa)
Mi madre se puso a bailar, yo me fui a sentar, mientras miraba como la mayoría criticaban a los que estaban bailando, otros bebían como para ahogar sus penas, y como nunca puede faltar! Ahí estaban las que mal se ponen hablar. Me volteaban a ver feo, de vez en cuando se reían. Ellas me miraban como toda una antisocial, como si estuviera llena de miedo a convivir con gente, ya que estaba sumergida en mi mundo con mi celular, pero no era nada de eso! Yo no estaba con ellas ni con nadie más porque no me gusta compartir ni cruzar palabras con gente tan amarga y falsa.
Por largas horas yo fui su tema principal, de mí no dejaban de hablar, yo algo mejor no podría estar haciendo, aún con todo ese escándalo, escribiendo estas líneas estoy.

Por fin la fiesta terminó, y como a las 3Am nuestro regreso a casa llego.