Un milagro en el fin del mundo

Capitulo 11 - Una realizacion

Capítulo 11

Una realización

Para Daryl aquel beso significo más que únicamente una aparente reconciliación. Pero eso no explicaba por qué su pecho dolía tanto, por qué sentía un sentimiento que no admitiría que eran celos, comenzar a carcomer por dentro. No quería admitir que muy, pero muy dentro suyo, tenía un deseo oscuro que comenzaba a crecer en intensidad y fuerza, el cual consiste en una fantasía que le gustaría hacer realidad. El que había asegurado de sepultar en su pecho, ignorándolo totalmente esas semanas que habían pasado. Pero cada dia, la zorra se aseguraba de hostigarlo para echarle en cara que SU rick, Su sheriff había pasado con ella la noche, le hervía la sangre de solo escucharlo. Y casi le había saltado encima si su hermano no lo hubiera detenido o agarrado del brazo, en su estado no se atrevía a formar un berrinche como antes qué terminaban en el suelo casi inconsciente. NO podría al bebé en peligro. Por eso, había tomado una larga respiración y se había alegado con una fuertes deseos de matar a alguien.

Pero esa mañana cuando rick lo fue a buscar para comer, en la escalera antes de bajar por ella. La mujer de cabello negro, se había acercado con paso tranquilo al hombre que la volteo a ver, para ser sorprendido por un eso que no esperaba para nada. Luego de unos segundos que serían una eternidad para el cazador, descubriría que definitivamente dolía infernalmente en su pecho. Y no pensaba aceptarlo, por qué sería destruir su orgullo, pero realmente se sentía horrible ver a esos dos besándose de esa forma. Acaso él sentía algo por ella aún y no existía forma de que pudiera fijarse en el. Era tan doloroso el no saber qué era lo que pasaba, no entendía por qué su pecho dolía de esa forma tan horrible. En ese momento, sin duda si no tuviera una conciencia con la que luchar, aprovecharía que estaban al pie de la escalera, para hacer que cayera por ellas y muriera de una buena vez o simplemente coger a la zorra del cabello, alejarla del sheriff , y solo cuando estuviera en el suelo, con sus manos bien lejos del cuerpo del hombre, sólo hay sin duda la molería a golpes, sin duda, era algo que quería hacer, molerle a golpes. Pero se repetía como una mantra, "está embarazada, está embarazada".

Pero para Rock no parecía ser algo común qué estaba sintiéndose molesto por la repentina buscando.

       -Lory, ya habíamos hablado de esto (Escuchó como el sheriff se quejaba)

     -No tú hablastes (sonríe con ironía) Pero yo no escuche (Le sonríe coquetamente) Vamos, se que me amas aún (le dijo colocando sus manos en su pecho)

       -La única razón por la cual aún estábamos juntos era por nuestro hijo, lori (le dijo él tomando sus manos y alejándose de su pecho) Ya te dije que no quería continuar con nuestra relación (bufo esté comenzando a irritarse por la insistencia de la mujer)

       -Pero, yo te amo (le dijo ella desesperada agarrando su brazo con fuerza)

       -Pero, hace mucho dejé de hacerlo (le observó comenzando a irritarse) Te dije qué solo seriamos amigos por él bien del bebé y nuestro hijo (se alejó dos pasos de ella)

      -... (Lo miró molesta) Relajemonos, pensemos (le sonrió ella) Y luego hablaremos sobre lo nuestro (lo vio tomar una gran bocanada de aire)

      - ¡Entiéndelo de una buena vez! (le grito molesto) Ya te lo he dicho miles de veces (tomó varias respiraciones) Yo no te veo de esa forma más, no me obligues a ser grosero, lori (Se alejó refunfuñando enojado)

La mujer ardía en celos, ese desgraciado la había dejado por quién sabe qué persona o mujer. No podía creer su suerte, él realmente no pensaba regresar con ella, para criar al bebé qué gestaba en su vientre abultado, para ver crecer a su hijo y convertirse en un hombre. No entendía cómo su esposo podía rechazar sus cualidades, ella era hermosa, inteligente y detallista, pero la situación era qué Rick no parecía reaccionar como ella esperaba cada vez qué se le acercaba y había hecho muchos intentos qué habían terminado de esa forma o peor. Ella consideraba qué había cometido un error qué era perdonable, no era necesario qué él se enojara o lo dijera. Su seguridad le dejaba saber qué había fallado como esposa, pero qué su marido la amaba tanto, tanto qué no permitiría qué nadie los separara y ella pensaba eliminar a la arrastrada qué se le metía entre ceja y ceja a su amado y fiel esposo. Ella tenía que hacer qué regresara a buen camino, como la esposa amorosa y dedicada qué era. Y una vez qué hubiera logrado averiguar cuál era la identidad de la misteriosa mujer, se aseguraría de quitarla del camino para de una vez y por todas.