Capítulo 11 - Deidara Yamanaka parte 2: Perderte... Lo que más me duele

209 22 8
                                    

Ardnas: HOLISSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS

Veris: *rodando los ojos* Bakardnas.

Ardnas: *ignorando el comentario de la otra* Ya hay nuevo cap, ya hay nuevo cap *cantando alegremente*

Veris: Cierto, pero van a odiarlo, hiciste que Ino...

Ardnas: *tapandole la boca a Veris* NO HAGAS SPOILER DE MI HISTORIA

Veris: En el ultimo capitulo hiciste spoiler de la mia.

Ardnas: *sonrojada* Etto... Disfruten el fic.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

-Yo solía vivir en una burbuja de felicidad donde mi familia era perfecta, pero nada más lejano de la realidad.

Puede que en un principio mi familia si haya sido perfecta, pero su perfección se fue apagando rápida pero silenciosamente despues de que yo cumpliera 8 años, ahí fue cuando todo comenzó a ir mal.

Flash back

-Papi, ¿estás bien?-preguntó mi hermanita al ver a papá con los ojos rojos.

-Sí, estoy bien princesa, es solo que vengo muy cansado del trabajo-sonrió- ¿y su madre donde esta?

-Fue a la tienda por los ingredientes para la comida y a la tintorería por mi traje de princesita-dijo ella inocentemente.

-Serás la princesita más hermosa de todas, ¿verdad Deidara?

-Claro que sí, y yo seré su fiel caballero acompañante-dije inclinándome como si estuviera frente a una verdadera princesa.

-Entonces papi y mami serán el rey y la reina ¿verdad?

-Claro que si Ino, claro que si-dijo sonriendo nuevamente para nosotros.

Pero ni yo ni Ino sabíamos lo mucho que le costaba sonreírnos.

Fin del flash back

-Las cosas comenzaban a cambiar con el paso de los días, primero tanto mi padre como mi madre salían más a menudo y casi nunca estaban con nosotros, pero siempre que los veíamos mi padre seguía sonriéndonos como si todo estuviera igual mientras que mi madre nos miraba con fastidio, el dejaba de sonreír cada vez que veía a mi madre, por alguna razón que nosotros desconocíamos ellos se habían distanciado.

Pero eso no era todo lo que pasaba, apenas Ino cumplió los 10 años mi madre comenzó a llenarle la cabeza con ideas acerca del mundo de la moda, el glamour, el modelaje, tuve que ver a mi hermanita haciendo dietas a los diez años y todo porque mi madre decía que sería una buena modelo, a papá no le gustaba eso, pero siempre que se metía mi madre decía "es mi hija" y el solo se iba sin decir nada.

Poco a poco Ino se fue acostumbrando a todas esas cosas y tomó el reto de ser modelo como si fuera su sueño desde el principio, la niña que me seguía a todos lados se convirtió en una caprichosa extremadamente celosa de su privacidad que detestaba a su hermano, incluso me había dicho que dejará de usar ese apodo infantil de princesa.

Y si, dolía, dolía mucho que esa pequeña hubiera cambiado tanto en tan poco tiempo, ya no más cariñosos "Deidara-onichan", ya no más "quiero ser como tú", solo un seco "Deidara" y otro "aléjate de mí", ya no más gestos amorosos de mi madre, ahora solo miradas de fastidio, ya no más sonrisas de mi papi, ahora solo miradas de tristeza y culpa.

Todos en la habitación vieron con tristeza al rubio (excepto Sai, claro), Deidara había comenzado a llorar por haber recordado todas esas cosas, era comprensible que estuviera en ese estado, su familia se había derrumbado cuando apenas era un niño.

La culpa no es suyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora