Capitulo 16 - Naruto Namikaze parte 3: El meollo del asunto

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Ardnas: Oh, van a odiarla, van a odiarla *se tapa la boca mientra ríe*

Veris: *eleva una ceja* ¿Y qué esperabas? Lleva sin actualizar un mes, además de que el contenido de este capitulo *niega con la cabeza* va a haber muchas protestas, en especial por el final.

Ardnas: *se encoge de hombros* Al menos no actualizó con un Especial MadaHashi como lo tenia pensado, entonces si la mataban.

Veris: *ojeando una revista desinteresadamente* Supongo que si.

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— Cuando Gaara me dijo que lo buscara en internet no sabía qué me iba a encontrar, pero definitivamente no me esperaba saber que tenía antecedentes criminales.

— ¡¡¿Qué?!! ¡¡¿Cómo que mi hermanito tiene antecedentes criminales?!! — Sasori se levantó en protesta, muy alterado. — Gaara siempre fue un chico muy dulce y amable, cargaba su osito de peluche a todos lados y le asustaba cualquier indicio de violencia.

— Tal vez el Gaara que tu conociste lo era Sasori, pero el Gaara que yo conozco es frío o indiferente con la mayor parte del mundo, malicioso y de deseos homicidas contra su propio padre y por un tiempo contra Temari y Kankuro, si ha cambiado tanto desde que te fuiste debió pasar por algo muy duro — Sasori apretó los puños furioso, se imaginaba porque su hermanito había cambiado tanto.

— ¿Dijiste Kankuro? — Preguntó Neji para sorpresa de todos — ¿Acaso tiene la costumbre de dibujarse líneas moradas por toda la cara?

— Si, ¿lo conoces?

Neji chasqueó la lengua —. Algo así, es el novio de mi mejor amigo, Lee se la pasa horas hablando de él como si fuera la maravilla más maravillosa del universo.

— Valla que el mundo es pequeño, demo...

Una alarma sonó interrumpiendo a Naruto, las personas se exaltaron y comenzaron a cuchichear preocupadas, pasos fuertes y apresurados se escuchaban en los pasillos, gritos y maldiciones por parte de los guardias, entonces la puerta se abrió con un estruendo y dio paso a un grupo de jóvenes liderados por un pelirrojo y perseguidos por los guardias.

— ¿Kurama-ni?

— ¡¡¡Cachorro!!!

El pelirrojo corrió sin importarle a quien atropellara en el camino hasta que llegó con Naruto y lo abrazó como si no lo hubiera visto en años (y de hecho, así era), le acarició el cabello y le hizo mimos bajo la incrédula mirada de todos en la sala (sus acompañantes y los guardias incluidos), hasta que Kurama se percató de la protuberancia en el estómago de su hermano.

— ¿Naruto? — Preguntó Kurama con voz tensa, mientras se alejaba de Naruto para apreciarlo mejor, rogando que no fuera lo que creía.

— ¿Qué pasa Kurama-ni? — Claro que Naruto no se daba cuenta de nada.

— ¿Estas gordo? — Preguntó con un deje de esperanza en su voz, sus amigos, prediciendo el desastre que se avecinaba, retrocedieron y jalaron a los que estaban demasiado cerca del pelirrojo.

— ¡Mo! ¡Que malo eres Kurama-ni! No estoy gordo, solo estoy embarazado.

Los amigos del pelirrojo murmuraban: 3... 2... 1

— ¡¡¿QUIÉN CARAJO SE ATREVIÓ A TOCARTE?!! ¡¿DONDÉ ESTÁ ESE MALNACIDO DE MIERDA?! ¡CUANDO LO ENCUENTRE VOY A ENSEÑARLE QUE CON MI OTOTO NO SE JUEGA!

Porque la mente de Kurama trabajaba demasiado rápido cuando se trataba de su hermano, si Naruto estaba embarazado debió haberse enamorado de algún varón (Kurama sabía que su hermanito era un romántico, el no entregaría su cuerpo si no estuviera enamorado), si Naruto estaba en un centro comunitario, significaba que el varón (hijo de puta en su mente) había rechazado al bebé y que estuvo demasiado asustado como para decírselo a Minato y Kushina (puede que a él lo odiaran, pero Naruto era su sol, su niño mimado, no lo dejarían solo en algo como esto).

La culpa no es suyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora