Capítulo 4

31 5 1
                                    

Tabatha

Es un alivio ya no estar mojada, así no se me quedaran viendo todos. Ahora que lo recuerdo, Noah también estaba mojado... Noah, él es nuevo ¿Verdad?, nunca lo había visto. Ese chico tiene una linda sonrisa, ¿Cual habrá sido la causa para que me sonriera así? Él es lindo, lo miré un par de veces de reojo, no pude evitarlo y creo que el también hizo lo mismo, lo que es tierno ¿No?

-¡Tabatha!- Escucho que grita una voz chillona, esa inconfundible voz. Veo a lo lejos a Jenifer levantando la mano para que pueda verla.

Salgo de la fila de la cafetería y me voy a sentar con ella para comer. Jennifer es mi mejor amiga desde que teníamos 10 años en cuarto grado, ya estamos en segundo de preparatoria y ya casi cumplimos los 17, así que nuestra amistad es muy fuerte, siempre hemos estado para la otra cuando nos necesitamos. Ella es muy linda, tiene una enorme melena pelirroja, lo cual es algo divertido de ver porque ella es muy pequeña, las pecas que tiene en el rostro me parecen muy lindas.

-Hola enana- Le digo y ella se ríe.

-Uy si, ni que fueras tan alta- Me saca la lengua y comienzo a reír.

-Pero no tan pequeña- Le giño el ojo y pego una carcajada.

-Touche, buena amiga.

-¿Cómo estuvieron tus vacaciones Jen?

Ella comienza a contar acerca de que se había ido con su familia a la casa de playa que tienen en la costa que queda a unas horas de aquí, cómo su novio Zack, que es dos años mayor que ella y es el típico chico malo de la escuela, aun no sé qué le ve a él, ellos son muy diferentes, él había ido a verla en su motocicleta la mayoría de los días en los cuales ella se encontraba allá, lo cual a mi parecer era muy lindo... lindo, recordé a Noah y su linda sonrisa... ¿Acaso le sonreía de esa manera a todas las personas? No creo, esa era el tipo de sonrisa que dicen algo más, algo para una persona en especial, pero ¿Por qué a mí? Apenas nos conocemos...

-¡Taba!- Jenifer me grita.

-¿Eh?- Pregunto algo confundida.

-¿En qué piensas? Porque estoy segura que en lo que te cuento no- Dice molesta.

-Perdón, y no pienso en nada- Digo algo indiferente.

-Está bien, y ¿Qué tal las tuyas?

-Aburridas- suspiro – ya sabes que mi vida no es interesante- Ella asiente y empieza a comer, volteo a mi derecha sin ver algo en específico, entonces lo veo pasar, el chico que al parecer me regaló una bella sonrisa hace unas horas, está solo, no conoce a nadie aquí ¿Debería invitarlo a que se siente aquí? Creo que sería lo más correcto, apenas y hemos cruzado palabras, pero creo que no ha hablado con alguien más aparte de mí.

Levanto un poco la mano para llamar su atención, no me ve, va con su comida a sentarse en la mesa sola que se encuentra en la esquina, tengo que hablarle ya.

-Noah- Digo con el tono de voz algo fuerte, Jenifer me mira extrañada y me toca el hombro.

-¿A quién llamas?- Me dice confundida.

-A un chico nuevo, al parecer con toda esta bulla no me escuchó – Volteo a ver a Noah y le grito esta vez – ¡Noah!- El voltea a ver rápidamente, esta vez sí me escuchó.

Él sonríe y yo le hago una mueca para que venga, no deja de verme y sonreír, sí que es tierno. Yo hago lo mismo, el ve mis ojos y yo veo sus ojos...cuando veo que cae, si, él está cayendo y mi sonrisa cae con él a ver que su bandeja pega con Zack, manchando su chaqueta de cuero negra.

Esto no puede estar pasando.

Noah

Creo que estoy escuchando mal, pero podría jurar que acaban de decir mi nombre. Bueno ya pas...

-¡Noah!- Volteo a ver esta vez.

Tabatha, ella me está llamando, la veo e inevitablemente una sonrisa se dibuja en mi rostro, lo mismo pasa en el de ella y sus mejillas se sonrojan un poco. Camino hacia ella.

La veo y ella me ve, mi alrededor empieza a ponerse cada vez más lento, mientras por dentro, mi corazón se acelera. ¿Por qué me siento así? Es la primera vez que me pasa, no logro comprender como su simple presencia me pone así, cuando apenas conozco su nombre.

-¿Amor a primera vista?- Me dice una voz interna.

Podría ser...

Siento que algo se interpone en mi paso y veo que el suelo cada vez está más cerca de mi cara, suelto la bandeja para poder meter las manos y así evitar que mi rostro bese dolorosamente el suelo.

Todos miraban dramáticamente como la comida que yo llevaba pega en la chaqueta de cuero de un tipo alto y la mancha toda -ya valí- me dije a mi mismo mientras me encontraba tirado.

El tipo volteo a verme enfurecido.

-No fue mi inten...- Trate de disculparme pero el pie de él fue más rápido. Una terrible punzada recorrió desde mi estómago a todo mi cuerpo, pude escuchar que alguien decía mi nombre, pero el ruido disminuyó y mis ojos se cerraron.

Más que dos amores.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora