capítulo tres.

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Tyler odiaba la quimioterapia. Era dolorosa, irritante, molesta y muy agotadora. Río débilmente ante al malísimo chiste que Ryan había hecho.
—¿No fue gracioso? — Ryan miró decepcionado a sus amigos.
—Fue horrible príncipe. Eres un asco para los chistes.— Brendon codeó a Ryan y este lo fulminó con la mirada.
—Dejen de decirme príncipe, idiotas. Ya es cosa del pasado.— Tyler sintió sus ojos pesados.
—Tengo sueño. —Bostezo y resfregó sus ojos delicadamente.
—Duerme un poco Ty, todavía tenemos para rato.— Ryan le sonrió a su amigo y este asintió cayendo rápidamente en un profundo sueño.

Ryan acompañó a Brendon y Tyler hasta la casa del frentón. El castaño no tenia ánimos para estar en su casa, así que prefirió ir a lo de su mejor amigo.
—¿Aun te gusta Ryan?— Brendon miró a su mejor amigo.
—Ya no. Pero antes de morir quiero besarlo. — Tyler le contestó divertido y Brendon lo miró.
—No menciones esa palabra, por favor. — Brendon se recostó en el pecho de su mejor amigo.
—Nunca hablamos de esto. Creo que es hora. —Tyler acarició la espalda del pelinegro pero este negó rápidamente.
—No, todavía no es el momento.— Tyler asintió. Decidió dejar la conversación ahí. No quería lastimar a su mejor amigo. Brendon se durmió luego de unos minutos.

Tener cáncer en la sangre, obviamente, es algo horrible. Saber que tal vez en algún momento morirás. A Tyler le diagnosticaron leucemia hace dos años y no le dieron un tiempo de vida, pero tampoco negaron la lejana posibilidad de que se curé y a decir verdad, no sabía como sentirse respecto eso. Lo que más le duele es dejar a las personas que ama, dejar a su familia, a su mejor amigo Brendon y a Ryan. Tyler nunca tuvo una vida perfecta y cree que probablemente, nunca se acercará ni a lo más mínimo. El no cree en la perfección. No cree en la felicidad completa. Tyler no era feliz. Era un niño de apenas quince años con el constante miedo de dejar a las personas que amaba.
En especial a Brendon. A el castaño le aterraba la idea de dejar a su mejor amigo.
Brendon era la persona más importante en la vida de Tyler. Más que su propia familia. Tal vez parezca algo, bastante, exagerado pero es la verdad. Conoce a Brendon desde que nació y pasaron juntos millones de cosas. Tyler tenía cierto rencor hacia su familia. A lo largo de su corta vida la familia de Tyler nunca había sido tan atenta con el. Después de que su enfermedad saliera a la luz. Todos se compadecieron por el. Y le molestaba. En serio que le molestaba. El celular de su mejor amigo vibrando lo sacó de sus pensamientos. Lo tomó y sin pensarlo contestó.

—Hola— Tyler susurró para no despertar a su mejor amigo.
—Oh, hola Ty— Dallon saludó del otro lado
—Brendon se durmió ¿Necesitas algo?— Tyler escuchó unos ruidos del otro lado de la linea.
—Mmm, no. Solo quería darle las buenas noches e invitarlos mañana a casa. Luego del instituto —
—Esta bien, mañana apenas se despierte le digo que te llamé. Hasta mañana. —
—Nos vemos Ty, que duermas bien— Tyler cortó y miró al techo.

Las ganas de ver a Josh lo invadieron.

cáncer- joshler.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora