En una noche fría de abril, decidí terminar con mi existencia.
Muchos iban a juzgarme por lo que iba a hacer, pero no podrían entender lo que yo había pasado. La vida ya no tenía sentido para mí; no tenía motivo o razón para seguir adelante. Sí, me llamaran cobarde, estaba eligiendo el camino más fácil. Había tomado la decisión el día que me desperté sabiendo que mi familia se había ido. Sin embargo, había intentado durante tres semanas encontrar una razón para continuar, y lamentablemente, nada había funcionado.
¿Cómo podía vivir? Cuando sabía que mi familia había sido asesinada a sangre fría, y aunque no pudiera recordar esa noche trágica, cada vez que cerraba los ojos todo lo que veía era sangre, cada vez que veía una pareja recordaba a mis padres. Cada vez que escuchaba una risa infantil, recordaba a mi hermana pequeña. Ah... y las pesadillas... eran horribles. Nadie podía culparme por rendirme. Era mi única opción.
Mi desesperada decisión.
Me subí en la barandilla temblorosamente y miré hacia abajo. La sensación del vacío frente a mí me hizo morderme los labios nerviosamente.
<<Es tan alto>>.
Por un momento sentí miedo, pero esa sensación fue reemplazada por el alivio de que ya todo fuera acabar. El mundo se había vuelto asfixiante para mí, tan sin sentido, mis ojos llenos de lágrimas miraron al cielo. Me gustaba pensar que mi familia estaba allá arriba, y que estaban esperando por mí, ese era mi único consuelo.
—Lo siento, mamá y papá —mi voz falló—. Lo intenté, de verdad lo intenté —dije al aire.
Lágrimas rodaron por mis mejillas. Sólo tenía que dejarme caer y todo habría terminado. Tomé una respiración profunda y cerré los ojos.
—Salta —dejé de respirar cuando oí una voz masculina a mi lado—. ¿Qué estás esperando? —Abrí los ojos y giré la cabeza hacia un lado para buscar a la fuente de esa voz.
Había un chico con una sudadera negra apoyado en la barandilla. No podía ver su rostro porque tenía la capucha de su sudadera sobre su cabeza, pero noté un cigarrillo en su mano derecha y vi como se lo llevaba a la boca y le daba una calada.
—Nadie va a venir a detenerte si eso es lo que estás esperando —Su voz sonaba tan fría y calculadora que me pregunté si era humano. Él exhaló el humo dejándome ver sus labios por un segundo, pero inmediatamente su rostro volvió a las sombras de la capucha.
¿Y quién eres tú?
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Fleur: Mi desesperada decisión ✔️[Darks #0] ¡Ya en librerías!
Mystery / Thriller[COMPLETADA] Una noche fue suficiente para cambiarlo todo, para destruirlo todo. Él acabó con mi familia, con todo lo que amo y por alguna razón me dejó con vida, ¿Por qué? Es tan doloroso vivir después de esa noche, tal vez él quería que viviera y...