Love Reign I

8_ Explosiones

Errol se preparo para hacer su parte. Tenia que apoyar a su hermano. Darius, su hermano mayor, con el que había compartido sus dieciocho años de vida. Pensó en Rose. Rose Her era linda, pero nunca se había sentido atraído hacia Rose. Errol elimino todo pensamiento acerca de Rose y pensó en su hermano. Estaban pronunciando los votos. Rose se había puesto un vestido rojo con bordes dorados, que hacían juego con su pelo. Cuando se besaron, supo que era el momento y empezó a aplaudir. En ese instante, se oyó una explosión en el pasillo. La mayoría de invitados se acercaron para averiguar el origen del ruido, excepto Errol y Darius. Se oyó una explosión en los baños, y los invitados se acercaron a ver. Cuando solo quedaron en la sala Darius y Errol, vieron como Jaro rompía la pared con un pico. Errol se tomo un momento para despedirse de su hermano, y se dirigió a Jaro.

-Tienes al ladrón?

Jaro le mostro al hombre que había secuestrado. Era un tipo calvo y gordo.

-Y el otro?

-Ya estaba muerto

-Servirá. Suerte, Darius.

Darius se despidió y fue con Jaro. Errol agarro al hombre calvo y llamo a los invitados. Hizo su parte.

-Este hombre ha intentado entrar a la sala del Trono. Lo ha logrado, pero lo conseguí atrapar.

Errol explico el plan de las explosiones y como rompió la pared con el pico.

Sin embargo, me temo que no encuentro a mi hermano.

Se oyó otra explosión, esta vez afuera. Los invitados empezaron a salir por el agujero hecho por el pico. Se hizo un hueco en el lugar de la explosión. Errol corrió hacia el lugar de la explosión y se abrió paso entre las personas. Oyó a mucha gente preguntando si realmente era el. Cuando llego, vio a Darius muerto en el piso. El sanador intentaba hablar, pero todos estaban confundidos. Errol los hizo callar y se acercó. El plan había funcionado. Le saco uno de sus zapatos y reviso su pie. Errol pidió silencio.

-Me entristece anunciar... que mi hermano esta muerto.

Se hizo un silencio. Darius Kartolw no había gobernado mucho tiempo, pero se había ganado el cariño de todos. El cura se arrodilló ante el cadáver y rezo por el alma del Rey. Y cuando Tobías Watson se acercó a hablarle, supo que el plan había funcionado. Era un traidor.