Del odio nació el amor [Rivamika❤]

Asesinados sin piedad.

El sol se esta comenzando a elevar en aquella mañana aparentemente tranquila, una niña pequeña se levanta con grandes ánimos y pegando saltitos en su cama, hoy sera el día en que su mamá le enseñaría a tejer.

Cepillando se los dientes de manera animada, la chica termina y con un cambio de ropa distinto se dirige a la sala, donde estaría su madre tejiendo como todas las mañanas.

Ella siempre había observado a su madre tejer, mas nunca le dejaron intentar asta hoy, eso la tenia sumamente emocionada, corrió con sus cortas piernas a la sala sentándose al lado de su madre.

-Buenos días mami -- la voz infantil y alegre resuena en la habitación haciendo sonreír a su madre y padre -- ¡Estoy muy emocionada por lo que me enseñaras hoy! -- su grito y emoción hicieron reír a sus dos padre -- ¿Qué es tan graciosos?

-Nada mi pequeña es solo que olvidas la parte mas importante de la mañana -- la mirada de curiosidad de su hija fue suficiente para hacerla continuar -- comer todo tu desayuno primero, ¿despues con que fuerzas llevaras tu día a cabo?

Unos momentos después de el desayuno, la puerta sonó con fuerza, como si la persona al otro lado estuviera desesperada por entrar o tal vez algún tipo de ayuda.

-¿Quién será? -- su mirada fue directo a su esposo, quien también le miraba, nadie que ellos conocieran llegaría hoy de visita, ninguna de las dos familias hacían visitas sorpresas.

Los golpes sonaron mas fuertes esta vez, era mas que obvio que quien estuviese detrás de dicha puerta no tenia unas buenas intenciones, el padre miro a su pequeña niña que estaba comenzando a asustarse, definitivamente protegera su familia aunque le cueste la vida.

-No lo sé -- dijo el hombre a su esposa, se dirigió a la puerta con un pequeño cuchillo en mano, aún que los dos sabían que si era mas de una persona o dos no tendrían oportunidad alguna.

Cuando el hombre abre la puerta, no tuvo tiempo para reaccionar realmente, antes de que se pudiera dar cuenta un gran cuchillo se enterraba profundamente en su pecho.

Un grito desgarrador sale de los labios de la mujer y de la pequeña niña que obserbavan todo el show, los hombre que acaban de matar al padre de la niña y esposo de la mujer voltearon a verles.

La mujer reacciona lo suficientemente rápido para tomar a su hija y salir corriendo de la sala, dirigiendose al único lugar que no tenia extraños en su casa el piso de arriba.

Corriendo ambas se encerraron en la habitación de la mas joven, que hora estaba sumamente asustada, su madre la abrazo en un vano intento de calmar a su hija.

-Mikasa mira me a los ojos -- la niña no respondia, y las fuertes pisadas se comenzaron a escuchar por la escalera -- bebé mira me okay -- manos temblorosas tomaron el rostro lleno de miedo de su hija -- tienes que salir de aquí, no es seguro para ti.

-¡No quiero, no quiero! -- finalmente lágrimas brotaron por montón de los ojos de la niña, se aferro a su madre con fuerza, negando se a dejar ir a su madre.

-Escucha bebé yo te prometo estar bien ¿vale? -- trato de calmarla, las pisadas eran mas fuertes y cercanas ahora -- Mami va estar bien, voy a estar muy bien ¿okay mi niña?

Finalmente y para gran alivio de la mujer su hija aceptó, separándose de ella abrió la ventana que mostraba una pequeña red de lianas que se habían formado a los largo de los años.

Un fuerte golpe a la puerta, tenia poco tiempo.

-Ahora ven aquí, con cuidado -- ayudo todo lo que pudo a su hija, mas golpes en la puerta, ella sabia que moriría hoy, pero al menos su hija viviría y eso era suficiente para aceptar su muerte.

Mikasa logro huir con éxito, pero sin que la niña lo supiera su madre no fue capas de cumplir nada de los que le dijo hace unos minutos atras.

La niña camino sin rumbo aparente por el bosque que rodeaba a su casa, en cualquier otro dia ella amaria a este bosque, pero hoy se sentía demasiado frío y aterrador.

-Ey niña por aquí -- llamo una joven voz que ella definitivamente no conocía, miro asustada al chico de cabello castaño, parecía de su misma edad, eso no podía representar un peligro ¿verdad? -- No te preocupes no te are daño mi nombre es Eren y ¿el tuyo cual es?

El chico parecía haber captado la falta de confianza e incomodidad que tenia la chica sobre él, pero el chico no presento nada que no fuera de confianza, finalmente decidió darle su nombre al chico.

-Mi nombre es Mikasa un placer Eren -- su voz sonaba apagada casi en su totalidad, ella no quería hablar mucho.

-Mira ahí está esa mocosa -- acercandose rápidamente a los dos jóvenes Eren miro a la niña que acababa de conocer.

-Los conoces -- la chica solo tembló de miedo, dando un paso hacia atras cerrando sus ojos, entonces Eren entendio que estas personas no eran buenas en absoluto -- No te preocupes yo te protejere de ellos.

El niño tomo un palo cercano a el golpeando al hombre en la mano lo suficientemente fuerte como para que al hombre se le cayera el cuchillo, para mala suerte del castaño el otro asesino lo tomo del cuello un poco demasiado fuerte.

-Mikasa debes luchar -- el oxígeno le faltaba en los pulmones, le ardía la garganta, pero esas palabras parecieron hacer clic en la cabeza de la niña, por que derrepente su mirada cambio a una llena de ira.

Corriendo de una manera casi aterradora, enterro de un rápido movimiento el cuchillo que anteriormente había estado a manos de un de los hombres.

Aunque el hombre que sostenía a Eren trato de hacer algo en contra de uno de ellos, la joven fue mas rápida enterrando su cuchillo de la misma manera que lo hicieron con su padre.

Con ambos hombres muertos, su respiración era pesada, y el chico que acaba de recuperar su aliento le abrazo.

-Gracias por salvar mi vida -- dijo el chico de manera casi calmada -- ¿Pero qué hacias en medio de un bosque tu sola?.

La chica incómoda de contar la historia que paso a se poco, le dijo lentamente cada detalle de lo que había sucedido.

Al final del día ella obtuvo una bufanda nueva, pero principalmente una familia nueva.