Mi nueva familia

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Unos cuantos días después de haber sido rescatada y aceptada oficialmente en la familia Jeager, su nueva vida comenzó con sus ahora nuevos padres, no es que haya olvidado a sus verdaderos padres tan pronto, y por su puesto su hermano Eren.

Mikasa tenía opiniones distintas para cada miembro de su familia.

El señor Jeager era serio y un tanto estricto pero era un buen padre y una buena persona en general, era mayormente amoroso con su esposa y amable con sus hijos, es decir, Eren y ella misma.

La señora Jeager, era una madre amorosa y cariñosa velando siempre por sus dos pequeños y que nos les faltase nada a ellos, con sonrisas brillantes y cálidas, pero aun manteniendo su carácter cuando uno de los dos hacia algo especialmente malo.

Eren era el mas especial de todos ellos, el era bastante energético y alegre, muchas veces solía llevarle la contraria a su madre, pero ambas mujeres sabían que Eren amaba con todo su corazón a su madre, aunque el mismo nunca llegara a admitirlo en voz alta.

El comportamiento de Eren con su padre era de total respeto, el niño admiraba mucho a su padre y como todo niño a su edad lo considero un héroe o el mejor padre del mundo, su ahora madre reía cada vez que veía a su pequeño de cabellos castaños comportarse de esa manera.

Por otra parte estaba la casa era cogedora y con toques hogareños que la hicieron sentir bien como si de verdad estuviera en casa, pero ella sabia que no volvería a dicho lugar jamás, su cuarto aunque no muy grande tenia un toque agradable o en resumen ella amaba a su nueva familia y el lugar donde todos habitaban.

Algo a lo que aun no podía acostumbrarse era llamar a su nueva familia por sus nombres principales como ellos le pidieron desde el inicio, excluyendo a eren por supuesto pero lo hacia mas por que sus edades eran las mismas y no tenia que preocuparse por faltar le de alguna manera el respeto como lo seria con un adulto.

Ambos padre habían sido amables y comprensivos con ella, por su puesto le compraron ropa a pesar que ella insistió en que podían ir a su antigua casa a recoger su antigua ropa, aunque entrar en su anterior casa y encontrar alguna mancha de sangre no era una de sus principales ideas, la mujer de mas edad pareció notar eso rápidamente.

-No te preocupes querida, no es un problema para nosotros comprar te ropa nueva para que luzcas -- la mujer tomo uno de sus pequeños hombros de manera que esperara que tranquilizara a la niña.

-No quiero se una molestia yo...ustedes...nosotros solo podríamos ir a mi antiguo hogar y recoger mi ropa... -- la vista de la niña cayo al suelo, imaginar poner un pie en su casa le revolvía el estomago, ya que imágenes de lo que en ese lugar venían a su cabeza.

-Escucha Mikasa tu no eres una molestia para nadie, eres alguien que debería sentirse orgullosa de si misma, viviste lo que viviste y estas aquí tratando de reconstruir todo para mejor -- una pausa y un suspiro por parte de la mujer -- pero sigues siendo una niña joven y necesitas apoyo para poder superar esto.

Un silencio en la habitación y lágrimas comenzaron a caer de la niña, ambas mujeres se abrazaron, una en busca de apoyo y la otra lista para dar todo su apoyo a su hija, ninguna de las dos dijo nada por largos momentos.

-Ahora ¿estas lista para ir de compras? -- pregunto la mujer limpiando las lágrimas de la cara de su hija de pelos azabache -- o simplemente quieres dormir por ahora -- la niña le miro con ojos húmedos y rojos.

-Yo si quiero salir de compras con usted -- la mujer sonrió cálidamente a su joven hija, tomándole la mano de manera delicadamente para no dañar la, caminando así a la puerta de salida.

El resto del día Mikasa no podría mentir diciendo que no se divirtió comprando con la que es ahora su nueva madre, tal vez esto no sea tan malo como ella espera.


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Del odio nació el amor [Rivamika❤]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora