Parte IV

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- Sigo sin entender por qué lo ignoras.

Nos sentamos una frente a la otra en una mesa de nuestra cafetería favorita y mezclé mi café durante unos segundos antes de suspirar.

- Yo no entiendo por qué sigues hablando de eso Alice.

- Porque sé que todavía estás afectada por lo que pasó.

Di un trago a mi café intentando no pensar en ello y maldije cuando sentí mi lengua escocer por el líquido aún demasiado caliente, las imágenes de aquella noche de una semana atrás aparecieron en mi mente.

FLASHBACK

Apenas detuvo el auto frente a mi casa me quité el cinturón de seguridad y abrí la puerta bajándome del automóvil, lo escuché apagar el motor y salir antes de dar la vuelta al vehículo y llegar a mi lado. Me abracé a mi misma y caminé en silencio  hasta llegar a la puerta de mi hogar.

- Gracias por el aventón.

Metió las manos en los bolsillos delanteros de sus jeans y asintió, sentí mi estómago revolverse con una cálida sensación cuando sus ojos se clavaron en los míos con intensidad. ¿No tiene idea de lo que causa al mirarme así?

Metí la llave en la cerradura y quise golpearme después de escuchar mis propias palabras.

- ¿Quieres quedarte por una taza de café?

Creí escucharlo sin aliento al responder "claro" y entré a la casa seguida por él. Corrí a la cocina sintiendo las mariposas en mi estómago a punto de hacerme vomitar y encendí la pava eléctrica antes de sacar dos tazas y dejarlas sobre el mueble, me sostuve de los bordes de éste y respiré profundo.

- ¿Estás bien?

Di un brinco al escuchar su voz a mi espalda y no pude evitar reír nerviosa al verlo de pie apoyado en el marco de la puerta de la cocina.

- ¿Te asusté? Lo siento.

Negué sintiendo mis mejillas calentarse y agarré el bote de café en polvo.

- Estoy bien. ¿Cómo te gusta el café?

- Fuerte.

Sentí mi estómago retorcerse al escuchar su voz grave, baja y quise maldecir. Lo estaba haciendo a propósito ¿verdad? Puse dos cucharadas del polvo oscuro en cada taza y me puse de puntas de pie para volver a guardar el bote en la alacena frente a mí.

Me giré y subí al mueble de la cocina, sentándome sobre él. Namjoon me observó con una sonrisa y se acercó a mí, haciéndome olvidar respirar por un momento. Apoyó su cadera en el mueble junto a mí, dándome la espalda y mi pierna rozó su cuerpo haciéndome temblar.

- ¿La pasaste bien?

Aclaré mi garganta y asentí.

- Fue increíble, me encantó. Tus amigos estuvieron geniales y tú estuviste extraordinario. Deberías ser reconocido mundialmente, tienes talento.

Su pequeña risa hizo que las mariposas en mi estómago revolotearan salvajes y me regaló una sonrisa con hoyuelos. Estar sobre el mueble me hacía estar un poco más a su altura y agradecí mentalmente la cercanía.

- Gracias.

Volvió su rostro hacía mí y su sonrisa desapareció poco a poco.

- Diablos.

Su maldición me tomó por sorpresa.

- ¿Q-que?

Se enderezó, poniéndose de pie frente a mí y dejé de respirar cuando su mano se posó en mi cuello y su rostro se acercó al mío.

Bad Boy [Kim Nam Joon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora