You're Driving Me Wild (Gay/Yaoi)

Capitulo 4: Hell House.

Foto: Tyler

"Doce años después "

Tyler.

Odio, odio, odio y mas odio. Eso es lo que siento desde el dia en que me dejaron en este infierno. Desde que mi padre me dejo aqui lo unico que siento es dolor y sufrimiento.

No siento nada por nadie, me asegure muy bien de eso, ya no mas. Ni por mi padre que ojalá se muriera y se pudriera en su tumba.

Y todo por el estupido hecho de enamorarme de él. Si, de él. Ya que es de un chico que me enamoré. Bastante temprana la edad a la que me enamore pero muy seguro de mis sentimientos.

Yo lo amaba, con todo mi corazón, incluso quizas ahora pero no se que será de él. Esté donde esté espero que se encuentre bien y que sea muy feliz. Era una de las cosas que mas me importaba cuando niño, ver su sonrisa y asegurarme de ser yo la causa de ella para asi verla siempre.

Mi padre vio toda mi felicidad como una especie de abominacion gracias a su estupido machismo. Desde que era pequeño me metio aqui en la milicia, un completo infierno. Ya que su hermano, el tio Morgan, es el general al mando aquí.

Mi padre se encargó de que el me hiciera la vida imposible con sus entrenamientos de reclutas, claro que por ser un "maricon" y que el tio Morgan también es un machista, ya que vienen de la misma puta crianza, me obligan a hacer el doble o el triple de los entrenamientos, incluso mas irritables y torturantes que los que se hacen normalmente.

Todos mis musculos dolian, cada dia que pasaba aquí, mas me carcomia el alma. No dormia del dolor en mi cuerpo, aveces me daban calambres y ataques de asma por las noches de tanto entrenamiento sobre forzado. Llegue a vomitar sangre varias veces despues de los ejercicios.

Pero adivinen qué. A nadie le importaba. Solo observaban como moria lentamente ante ellos.

He intentado escapar dos veces de este lugar, obviamente todas fallidas ya que aún me encuentro aqui.

La primera intente escaparme de noche, pero un guardia me capturo ya que uno de los malditos reclutas le habia soplado. Ese dia me encerraron una habitación de aislamiento por tres dias, sin nada adentro, solo un piso frio y apestoso para dormir.

Ese día supe que no contaba con nada ni nadie, solo contaba conmigo mismo y mis manos para salir de esta pocilga.

La segunda intente cavar un tunel bajo mi cama. Pero hasta yo mismo debí pegarme un tiro de lo estupido que fue esa idea. En una revision de cuartos encontraron el hoyo debajo de mi cama.

Pense que me harian entrar al maldito cuarto de nuevo, pero ese dia decidieron marcarme. Literalmente marcarme. Me pusieron amarrado de manos y piernas, y por si fuera poco desnudo delante de todos en el salon de castigo, ahí el general sacó una vara de metal con un sello en la punta. La punta roja y ardiente que ni si quiera penso dos veces clavarmela y undirmela en la piel. Todo ese ardor y dolor concentrado en mi gluteo izquierdo,  quemando mi piel y dejándome  una gran cicatriz que me marcaría de por vida.

He sufrido de deshidratación por rehusarme varias veces a hacer los entrenamientos, ya que como castigo me encerraban de nuevo en la maldita habitacion de aislamiento por varios dias, solo te daban un agua y un pan mas duro que una piedra que sabian a mierda.