Capítulo tres.

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"Existen dos maneras de ser engañados; una es creer en lo que no es verdad, la otra es negarse a creer la verdadera realidad"

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Al día siguiente me levanté de buen humor, ya que había dormido lo suficiente después de la fiesta de anoche, y también porque mi tía había vuelto a su casa y no me sentiría interrogada en lo absoluto.

El reloj daba las once de la mañana,  después de ducharme y cambiarme,  me dispuse a bajar hacia donde se encontraban mis padres.

Se podría decir que mi casa era espaciosa y linda, no era una mansión con piscina y grandes balcones como la de la fiesta porque no éramos de clase alta, se podría decir que media, ya que nos alcanzaba lo justo y necesario y aveces teníamos el lujo de darnos gustos.
Pero no me importaba, yo estaba conforme.

Llegué a la cocina y ahí se encontraban los dos, mamá cocinando y papá leyendo el diario en una mesa redonda que se encontraba en ese lugar, era raro que no estén regando las plantas del jardín a ésta hora.

--Desde cuándo usted se despierta tan tarde? - dijo mi madre a modo de burla.

--Desde cuándo usted cocina tan temprano?- Le contesté y alzé una ceja.

La relación con mis padres siempre fue buena, y estos últimos años iba en aumento.

--Yo pregunté primero- dijo mi vieja señalando con su dedo índice.

--Bueno, desde que voy a fiestas y la paso bomba- reí.

--Cómo te fue? contanos- agregó mi viejo.

--¿Hiciste amigos?- preguntó mamá emocionada.

--conocí un chico - les dije y mi vieja no pudo ocultar su alegría.

Papá me miró enojado por ensima de sus lentes, como si no se lo hubiese esperado y acto seguido dejó el diaro en la mesa.

--No creo que sea bueno que hagas amigos en ese tipo de ambiente- replicó.

--No te preocupes papá, Alejo es un chico demasiado simpático y buena onda- agregué y comí una masita que se encontraba en un paquete -- A demás, vos me decís siempre que intente hacer nuevas amistades.

--¡Si! dejála si total, Sol es muy responsable y observadora para elegir amigos- le dijo mamá con una sonrisa enorme --Y cuándo conocemos a ese tal Alejo querida?- me preguntó dirigiendo su mirada hacia mí.

Que mujer exagerada.

--No lo sé, todavía no es mi amigo, sólo dije que lo conocí y me cayó re bien.

--Bueno, espero que podamos conocerlo- replicó mi vieja y papá sólo negó con la cabeza disconforme y se fue hacia el living.

Rodee los ojos, cada vez que el no coincidía con mamá en cuanto a opiniones, decidía evadir el tema para evitar discusiones.

--¿Qué onda, porque cocinas tan temprano?- dije volviendo al tema.

--Hoy decidí levantarme temprano a regar las plantas- contó ésta --De casualidad también lo estaba haciendo la señora Bondar y me dispuse a hablar con ella, ya sabés, presentarme y contarle un poco sobre el barrio- yo la escuchaba atentamente y ella hizo una pausa, prendió una hornalla con un encendedor, colocó una olla y prosiguió --Es una mujer bastante agradable y la invité a almorzar hoy, quiero que esté todo listo para cuando llegue con su familia.

Mi expresión cambió.

--Sos joda?- le dije enojada --No me cae bien uno de los chicos de acá al lado- le reproché.

Never love | Mariano Bondar. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora