Capítulo cuatro.

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"Si vas a dudar de algo, ocupate que sea de tus límites."

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Ajusté fuerte los cordones de mis adidas blancas con franjas negras. Alejo no tardaría mucho en pasarme a buscar. Me había puesto un jean color azul roto en las partes de mis rodillas y un top básico grisezco, a mi pelo decidí dejarlo suelto.
Bajé las escaleras rápidamente y en ese instante escuché la bocina de un auto. Alcancé a saludar a mi vieja que se encontraba viendo películas en el living y salí de la casa.
--Hola- me saludó él mientras se paró del asiento --Estás muy linda.
--Hola- le respondí --Vos también.
--¡Hola!- se escuchó una voz aguda dentro del auto.
--Ahh, me olvidé de decirte que no tenía con quien dejar a Male porque mis viejos se fueron a una reunión, entonces la traje conmigo- me explicó --Espero que no te moleste.
--Para nada- sonreí.
Él caminó hacia el otro lado del Ford focus blanco y abrió la puerta, yo lo seguí me senté y la cerró.
Saludé a su hermanita y nos fuimos.

***
Cuando llegamos a la heladería compramos nuestros conos y nos sentamos en un parque muy espacioso con muchas hamacas y calesitas para que Male pueda jugar, hablamos de nuestros gustos y goals que nos gustaría lograr algún día y pasamos una tarde increíble, real la pasé muy bien.
Cuando Alejo estacionó en frente de mi casa para dejarme, en ese momento frenó un auto negro delante de nosotros, de ahí se bajó Mariano, nos miró por lo bajo y acto seguido caminó hasta su casa.
--¡Mirá Alejo!- gritó Male desde el asiento de atrás mientras señalaba a mi vecino --¡Tu amigo! el que fué a jugar con vos a casa el otro día.
Un silencio permaneció intacto por un segundo, ¿qué decía su hermanita? se supone que se odiaban, esto era raro.
--¿Amigo?- levanté una ceja y miré a Alejo quien estaba congelado como si no se hubiera esperado que su hermana dijera eso.
--¡Si!- respondió Male --El otro día me levanté de mi siesta y Alejo estaba apuntando a ese chico con una pistola de juguete, me dijo que estaban jugando a la guerra ¿porqué no lo saludas?- replicó ella con su voz inocente.
Otro silencio permaneció en el aire, éste aún más largo que el anterior.
--Los chicos y su imaginación- se rió Alejo después de unos segundos y Malena lo miró extrañada.
--Claro- me reí de lado --nos vemos.
Los saludé a los dos y caminé hacia mi casa, entré en mi habitación y me posicioné arriba de mi cama.
Me sentía sorprendida ante el comentario de la menor, pero también confundida. ¿Sería verdad? ¿Alejo sería capaz de apuntar a alguien con un arma o solamente fue la imaginación de Male? ¿Porqué haría eso sí el dijo que nunca quiso problemas con Mariano? muchas preguntas daban vueltas por mi cabeza y definitivamente no podía volver a mirar a Alejo de la misma forma. No sabía si él me decía la verdad.
Abrí la pantalla de mi notbook que se encontraba en frente de mí y le escribí a Matías, me sentía confundida pero aún así debíamos terminar un trabajo práctico para el French que se entregaba el Lunes, no podíamos perder el tiempo y después de todo me pareció un buen momento para contarle la situación.
Cuando llegó le dije todo lo que pasó y se veía enojado.
--¿Quién mierda se cree ese tal "Mariano" para tratarte así?
--No sé, nunca había conocido a alguien como él -le dije --Literal me cae para el orto.
--Y ese "Alejo" que onda?- me miró extraño --No sé Sol, más raras tus nuevas amistades.
--Ya te dije que ninguno de los dos es mi amigo, bueno- suspiré --Pensé que Alejo podría serlo, pero siendo sincera no confío en él.
Terminamos el trabajo de Historia y Matías se fue a su casa.
El día siguiente transcurrió normal, me pasé las 24 horas viendo series con un tazón de pochoclos en mis manos, típico de mis domingos.
Alejo me había mandado un par de mensajes pero no me molesté en contestarle, no porque estaba enojada porque puede que sea verdad que el no hizo nada y sólo fue la imaginación de Male, sino porque no tenía ganas de contestarle, no quería.

***
Llegué al French con unas ojeras de la puta madre ya que mi despertador no sonó y me preparé lo más rápido que pude, por suerte no llegué tarde pero me dirigí hacia el baño a maquillarme un toque.
Cuando salí me encontré con Maca y Flor.
Florencia es amiga de Maca y la verdad me cae muy bien, se podría decir que también es mi amiga pero no siempre nos hablamos. Es rubia y de estatura normal, muy inteligente y de confianza.
--Sol te anduvimos buscando por todos lados tarada- dijo Macarena.
--Pasó algo?- les pregunté.
--Hay un chico nuevo, viste?- Me dijo Flor y dirigió sus ojos hacia el lado derecho.
Miré a donde ella estaba viendo y no me sorprendí en lo absoluto al ver a Mariano ahí. El French es el colegio más cercano a nuestras casas.
Se encontraba hablando con Lucas Castel, un pibe de ojos azules que parece buena persona, hablé un par de veces con él, es todo lo contrario a Mariano.
De repente se le acercó Manuel Campanella y lo saludó como si fueran amigos de toda la vida.
--Miren ahí está Manu, vamos a saludarlos- propuso Flor.
Manuel y Florencia son amigos muy cercanos, conducen un programa de radio juntos y se llevan muy bien entre sí.
--No creo que sea buena idea- les dije pero las dos ya estaban caminando hacia allá, no me quedó otra que seguirlas.
Manuel nos saludó y presentó a Mariano mientras que él sólo nos dijo un "Hola" me miró, no mostró rasgos de sorprenderse y me ignoró todo ese tiempo. A mi también me cae para el orto así que también lo ignoré.
Cuando entramos todos a la clase Maca se sentó al lado de Flor como siempre y yo me senté atras esperando a Matías quien a demás de ser uno de mis mejores amigos también era mi compañero de banco, el pelotudo se debe haber dormido.
Comencé a revisar mi mochila buscando mi carpeta mientras sentí a alguien sentarse al lado mío.
--Matías siempre llegás tarde- dije riendo mientras me daba vuelta.
--No me llamo Matías- dijo una voz conocida y completamente despreciable.
--No te podías sentar en otro lugar no?- me crucé de brazos.
--Ves otro lugar?- dijo Mariano despreocupado sin apartar la vista del pizarrón.
Inspeccioné el salón con la mirada, Lucas y Manuel se habían sentado juntos, y no, no había otro lugar.
--Solamente no me hables- le dije y volví a sacar mis cosas de la mochila.
--No es que quiera tampoco. -lo escuché decir y lo ignoré como el lo hacía.
La clase transcurrió normal y de a ratos miraba a Mariano sin que él se de cuenta sólo para ver que es lo que lo hacía tan mierda, su cara totalmente despreocupada, posaba fijamente sus ojos en el profesor y tenía los brazos cruzados, no lo banco.
Pasaron unos minutos y me encontraba copiando lo que el profesor escribió en el pizzaron mientras sentí un papel en mi mano, miré la mano de Bondar y ví que me hacía un tipo de seña refiriéndose a que lo lea, lo miré a los ojos y el todavía tenía su mirada hacia el frente.

Agarré el papel y lo leí.

"Que rara tu manera de disimular que me ignorás"

Rodee los ojos.
Le respondí.

"Qué querés?"

Le di el papel tratando de que el profesor no se de cuenta, él lo agarró y lo leyó, lo vi escribiendo y me lo dio volviendo a mirar al frente.

"Alejate de Igoa"

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⏰ Última actualización: Jan 13, 2017 ⏰

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