"Pensando solo en mí... & Él" - Capítulo 25-FINAL

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“Pensando solo en mí… & Él” – Capítulo 25-FINAL

Narra James:

Después de un buen rato de discusión fue totalmente imposible tratar de hablar con ella y detenerla por lo que decidió marcharse y yo igual, pasé por los niños al colegio.
Llegamos a casa –la cual estaba hecha un lio- Dejamos los tres las mochilas en la sala, ya que después de esta mañana ahí tenían que estar las tres.
— ¿Ya llegó (tn)?— preguntó Nathan. Suspiré.
—No Nathan— Diane de inmediato volteó a verme. —Vengan tengo que hablar con ustedes — caminé hacia la cocina y los hice sentarse en los bancos. Me recargué en la barra viéndolos a los dos de frente. —Tengo que explicarles algo…— miré hacia abajo —pero el problema es que no sé cómo— susurré y tomé mi cabello con desesperación —Bien miren…— extendí mis manos —Algunas veces los grandes… tienen problemas y…— ¡Mierda! ¡Cómo rayos se lo iba a explicar a dos niños! —Y (tn) y yo tuvimos una discusión y decidimos terminar, no ser más novios, no seguir juntos— traté de encontrar sinónimos para que me entendieran.

— ¿Entonces (tn) no volverá?— Los ojos de Diane se cristalizaron
—No Diane, ella no volverá. 
— ¿Por qué? ¿No puedes pedirle disculpas?— habló Nathan.
—No es tan simple— negué con la cabeza
— ¡Sí! ¡Hazle un dibujo!— sonrió Diane —Cuando me enojé con Ciara ella me hizo un dibujo y volvimos a ser amigas— 
—Diane…— reí —No es así de simple, miren… así son las cosas cuando estén más grandes me entenderán.
— ¿O un regalo? — dijo Nathan prácticamente ignorando lo que les decía.
— ¡Un vestido! — Gritó Diane.
— ¡Unas flores! — Continúo Nathan
— ¡Sí! ¡Como en las películas! — Diane brincó del banco y corrió hacia mí — ¡Vamos!
—No Diane ¿A dónde?
—A buscar algo para (tn)…
—Sí, no puedes decir que no— Nathan tomó mí otro brazo. Si podía decir que no, pero no estaba seguro de querer hacerlo. Tal vez (tn) estaba en lo incorrecto y quizás sí era nuestro destino estar juntos.
—Deténganse— les dije poniéndolos frente a mí ya que seguían tirando de mis brazos inútilmente. —Lo voy a intentar, Seguiré sus consejos... —rodé los ojos— Pero si no funciona no quiero que se hable más del tema ¿Está claro?
— ¡Sí! — Dijeron muy contentos los dos.

Narras Tú:
Finalmente llegué al hotel, me dolían los pies de tanto caminar. El estúpido de James lo único que había logrado era hacerme enojar aún más. ¿Por qué? ¿Por qué siempre hay alguien o algo entre nosotros? 
James ¡¿Qué no te das cuenta que eres tú?! ¡Tú!- arrojé con fuerza mi bolso. Traté de tranquilizarme, de nada servía enloquecer. Ahora habíamos tomado caminos diferentes y debía entenderlo. Si él no tenía la confianza en mí sobre Tom porque yo le tendría confianza acerca del 'accidente’ del baño el cual nunca se dignó a aclarar.
Tomé un cambio de ropa, algo cómodo, un short y una playera, para después entrar al baño dispuesta a tomar una larga ducha. Después de secar mi cabello, me acosté y en segundos quede profundamente dormida.

Al día siguiente por la mañana decidí bajar al restaurante del hotel, tenía que comer o ahora si me desmayaría y lo que menos quería era que mi madre se enterara de mi problema con James, ya que me lanzaría un ‘Te lo dije' en la cara. Ordené un sándwich, un jugo y me senté en una de las mesas. Tardaron cinco minutos solamente, comí en quince y en otros cinco ya estaba en un taxi directo al campus.

¡Mierda! lo necesitaba al lado mío, me había acostumbrado demasiado a él, a caminar bajo su brazo haciéndome sentir segura. Pero ya ni llorar servía… 
Di la vuelta al pasillo para ir hacia mi casillero y simplemente no creía lo que veía. ¿Espejismos? ¿Mi imaginación? ¿Producto de la mala alimentación? Seguí caminando pero me detuve unos cuantos metros antes. James volteó, me vio y se puso de pie dejándome ver mejor la camisa rosa que le había regalado. Todos los que pasaban volteaban, no sé si por la camisa que vestía o por el enorme oso de peluche y las flores que tenía a un lado. Por mi parte una sonrisa quería escaparse, pero no, no debía ser tan sencillo.

—Hola— dijo despeinando su cabello. Solo levanté un poco mi cabeza como saludando y me acerqué unos cuantos pasos más. —Creo que esto habla por mí— miró su camisa y luego las cosas de un lado. — (tn) no te quiero perder y menos por un mal entendido— tomó las flores y las extendió hacia mí. — ¿Empezamos de nuevo?
—Hola soy (tn) Goodrich—reí y tomé las flores — ¿Y tú?
—Te amo— me tomó entre sus brazos y gustosa me dejé envolver.
—Yo más.
—Linda camisa Maslow. — Me soltó para voltear
—Una palabra más Kendall…— amenazó y Kendall carcajeo.
—Ya Maslow sigue con ella, no me hagas lastimarte. — Siguió caminando con Katy por el pasillo
—Serán buenos amigos— dije confiada
—No si lo estrangulo antes…
—Eso ya sucedió antes ¿no?— reí y lo empujé —Prohibido hacerle heridas y/o moretones— carcajeo. 
— ¿Fracturas? — Levanté una de mis cejas y rio —Es broma. — tomó mi barbilla para acercarme a sus labios. —Sabes… no creo que a él lo dejen entrar a clases— volteó a ver el enorme peluche.
—No creo que pase nada si faltamos hoy…— pasé mis brazos por su cuello —Además tenemos mucho de qué hablar…

2 años después.

Gotas de sudor caían de mi frente, ¡Llevaba toda la mañana haciéndolo! Simplemente no podía más. Bajé de las escaleras y tomé la tina con el líquido color rosa pastel para volver a subir las escaleras. 
Introduje en el balde la punta de la brocha haciendo que absorbiera el color para después pintar la pared.
— ¡James! ¡James! ¡Corre!— los gritos de (tn), Diane y Nathan me asustaron haciéndome soltar la cubeta, esta golpeo en la escalera haciendo que toda la pintura cayera sobre mí. De un salto bajé la escalera y sin importarme dejar todo un rastro de pintura salí corriendo hasta mi habitación que era de donde provenían los gritos.
— ¿Qué? ¿Qué pasa? ¿Te sientes mal? ¡Háblenme!— grité ahora yo desesperado ya que solo me miraban. Los tres comenzaron a reír.
— ¡James! Se supone que la pintura va en la pared, no en tus pantalones— los tres carcajearon aún más — ¡Ven!— habló (tn) entre risas. Rápidamente me acerqué y tomó mi mano colocándola en su ahora abultado abdomen. 

Un sentimiento inexplicable se desarrolló en mí al sentir los suaves golpecitos, volteé a verla a los ojos y lo único que pude ver era felicidad.
—Se mueve— dije emocionado, (tn) se estremeció.
—Háblale— dijo riendo —Parece gustarle tu voz— la miré sorprendido. 
— ¿De verdad?—se sintió otro pequeño golpe, (tn) rio. 
— ¡Lo vez!— dijo con una enorme sonrisa, Diane y Nathan rieron. Seguro mi cara era de un estúpido de primera.
—H-Hola bebé…— dije con algo de nervios hincándome a un lado de la cama. 
—Annie— me corrigió (tn)
—Tu madre asegura que serás niña— seguí —Cosa que si no es cierta, ella tendrá que re pintar tu habitación.

—Creo que de todas formas tendré que re pintarlo ya que tu padre prefirió ponerlo en sus pantalones— ‘Tu padre’ desde que (tn) me había dicho la noticia, simplemente no lo creía. 
—Él dice que odia el rosa pero nosotros creemos que es mentira— Susurró Diane.
— ¡Hey!— le reclamé riendo —Realmente no me gusta, yo creo que deberíamos pintarlo mejor de color verde o azul.
—Rojo o morado— dijo Nathan eligiendo colores de su agrado.
—Hey basta— dijo (tn) frunciendo el ceño —Annie amará el rosa tanto como su madre y su tía ¿cierto?
— ¡Cierto!— contestó alegremente Diane.
—Además ya habrá tiempo de pintar uno rojo, uno morado, uno verde y azul y porque no otros cuantos rosas. — Realmente esta mujer me mataría haciéndome pintar habitaciones —Pero ahora porque no mejor cambiamos de tema y vamos por un helado de vainilla con chocolate.
— ¡Sí!— se le unieron Diane y Nathan.
— Ahora no podemos— con la simple mirada me dijo.
— ¿Por qué? 
—Tengo que terminar de pintar la habitación y mira como estoy.

— ¿De verdad nos dejarás a los cuatro con las ganas?
—Tratas de manipularme a costa de… Annie.
— ¿James nos dejarás con las ganas? — preguntó levantando la ceja, no me convenía en lo absoluto no cumplirle sus caprichos. 
—Está bien, vamos ya— me puse de pie, Diane y Nathan salieron corriendo hacia sus habitaciones para cambiarse. Me di la media vuelta y me saqué la playera para cambiarme. Estaba frente al armario cuando sentí las manos de (tn) en mi abdomen. Me giré para poder verla de frente y más que nada para poder tener mejor acceso a sus labios. —No tienes idea de lo feliz que me haces— uní nuestras frentes 
— ¿Aunque te haga pintar paredes?— preguntó riendo
—Aunque me hagas pintar paredes— afirmé —Pero una cosa si te digo— me separé un poco de ella
—Ningún chico se le acerca a mi Annie hasta que ella cumpla los 26— los ojos de (tn) se abrieron como platos. 

— ¡Estás loco!— dijo riendo
—No— le sonreí —Tendrá las mismas reglas que Diane… acerca de los novios.
—Bueno ya… una apenas tiene 8 años y la otra solo tiene casi cuatro meses… ya habrá tiempo para discutir sobre eso… ahora queremos helado.
Pasaron los nueve meses y nació el primer bebé de los Maslow, una hermosa niña que llevaría por nombre Annie.

FIN ♥

Bueno, este es el final. No saben lo feliz que me hicieron todo este tiempo con sus comentarios adulando y pidiendo que continue la novela. Son las mejores lectoras que una escritora pudiera tener, no se que haria sin ustedes. Las quiero mucho. Pero todavia la historia no termina, les tengo una sorpresa, asi que esten atentas ;)

Besos!!!

"Pensando solo en mí"-(Big Time Rush)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora