XXXXII.

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Estuve ahí hasta su último suspiro.

Aquella promesa que hicimos en el hospital se cumplió, estuvimos juntos durante años. Vi como su cabello se tiñó de blanco y también como la enfermedad avanzaba en su cuerpo.

Al principio fue difícil pero nos teníamos el uno al otro y eso bastaba. Habían días buenos, habían días malos. La diferencia era que en vez de salir corriendo Jungkook se apoyaba en mi para salir adelante.

El parkinson no tiene cura, solo avanza de estado pero eso no importó. Cuide a Jungkook y aunque sea difícil de creer el también cuido de mí. Sobreponíamos nuestro amor sobre cualquier problema que pudiésemos tener y así éramos felices.

Tuvimos una hermosa familia formada con dos hijos maravillosos. La mayor la llamamos Min-Hee y al menor Seung.

A pesar de su enfermedad Jungkook se aferró a la vida por nosotros y siempre tenía una sonrisa para regalarnos. Nunca se vio cabizbajo frente a nuestros hijos a pesar que después le diagnosticaran una insuficiencia al corazón.

Estuve con él hasta que la vida se le escapó de las manos. Murió en nuestra cama aferrado a mi, en todo el proceso jamás dejó de sonreír y las últimas palabras que escuche de su boca fueron:

– Tuve la mejor vida gracias a ti, mi amor.

Luego dejo de respirar.

Pronto nos encontraremos de nuevo, Jungkook.

Estuve ahí ◆ Kookmin ; 국민Donde viven las historias. Descúbrelo ahora