Capítulo 1

261 21 15
                                    

Atenea

«Señorita Atenea, usted ha sido aceptada en Harvard... »

Al menos eso decía la carta que sostenía en mis manos, no podía creerlo, tanto tiempo y esfuerzo centrados en una meta teniendo un buen desenlace. He sido aceptada en Harvard. Llevo casi todo el día leyendo reiteradas veces las mismas líneas, aún me cuesta creer que lo logré.

- Ya deja eso. - Expuso mi mejor amiga, Tania. - Llevas todo el día con ese pedazo de papel en las manos.

- Lo sé, es solo que no puedo creerlo. - Respondí emocionada.

- Dímelo a mí, estaré lejos de mi mejor amiga. - Contestó ella haciendo un tonto puchero.

- Vamos, no seas dramática. - le di un leve empujón. - Tenemos muchos veranos que pasar juntas. - Sonreí.

- ¿Qué dijo tu padre?

- Nada, él y mamá se fueron mucho antes de que me levantara. Creo que les diré la noticia esta noche en la cena.

De mis padres y yo, quien se encuentra más emocionado es mi papá de los dos, siempre ha querido que fuera a la mejor universidad del país y lo logré, sé que estará muy feliz esta noche, cuando por fin tengamos un encuentro a menos que suceda cualquier calamidad. Este día no podría ser mejor.

- Estarán muy feliz por ti, amiga.

- Lo sé, lo esperaban tanto como yo. - Reitero.

- ¿Y que pasara con Tomi? No estará muy feliz cuando se enteré que te irás.

- Ni lo digas. - Suspiré preocupada.

Tomás, mi hermano pequeño debería ser un demonio como cualquier hermano menor, pero es diferente, nosotros tenemos demasiada confianza y nos apoyamos el uno con el otro, jamás hemos peleado, Dios, aún no me marcho y ya comienzo a extrañarlo, sé que esta noticia no va a gustarle para nada.
Escuchamos el timbre de salida, nos levantamos, guardé mi carta en un cuaderno y lo asegure en mi mochila, enseguida me la colgué sobre el hombro.

- Por cierto. - Expresa Tania mientras caminábamos. - ¿Irás a la fiesta esta noche?

- Claro, no pienso perdérmela por nada.
Estaba entusiasmada, era la fiesta de graduación así que no pensaba faltar.

- Cameron estará muy feliz. - Sonrió pícara. - No olvides usar protección esta noche. - Murmuró cerca de mi oído.

- Por dios, Tania. No pienso acostarme con Cam, menos en una casa llena de gente.

- Oh vamos Nea, sabes que Cam quiere hacerlo.

- Ya lo sé, Tania. Pero mi primera vez merece algo más que eso.

- ¿Estás de broma, no? Es que acaso las Chilenas suelen ser tan mojigatas. -Rodé los ojos al escucharla, siempre me molestaba por ser mitad americana y mitad Chilena.

- No soy completamente Chilena. - Sonreí. - Y menos soy mojigata, solo quiero algo diferente, algo especial.

- Está bien. -Dice resignada. - Te veo en la noche.

Llegamos a nuestros coches en el estacionamiento.

- Y por favor usa algo sexy amiga.

- Está bien, ¡ya vete! -Riendo a carcajadas por sus ocurrencias.

Me subí a mi coche, lo puse en marcha. Pasé por Tomi a la escuela y nos dirigimos a casa, por fortuna tenemos el mismo gusto en música, así que el viaje no fue tan aburrido. Extrañaré mucho al enano.

AteneaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora