19 Days (He Tian x Mo Guan Shan)

Tu casa

—Podrías por favor dejar de tocar mis cosas??—
Apartaba la mano ajena del cajón de su comoda.

—¿Por que tan alterado? ¿Tienes miedo de que descubra tus escondites secretos~?—

—De que malditos escondites estas hablando?!—
respondía molesto para tomar la muñeca de He Tian y alejar su mano ahora del armario.

—Tu ropa interior es amarilla...—
Metiendo ahora la cabeza dentro del placar mirando de arriba a abajo todo su interior.

—Aaah!! Deja de mirar!!—
Sonrojado por el hecho de que estuviera mirando ese tipo de cosas jaló de los nervios con más fuerza del brazo del más alto logrando que este volteara a verlo.

—¿Qué eres una chica?—
le cuestionó sonriente ante la reacción del pelirrojo.

—CÁLLATE! Cualquiera se pondría así si empiezas a husmear sus cosas!
Mucho más si es su ropa interior!—

—MMM... a mi no me molestaría que miraras... Si quieres puedes hacerlo ahora—
Dijo ahora apartando el elástico de su pantalón junto con sus bóxers de su piel, dejando todo a la vista de quien pudiera mirar hacia abajo.

—QUIEN QUERRÍA VER ESO??!—
Apartaba la vista  veloz ante el descaro del pelinegro quien triunfante volvía a colocarse bien sus pantalones.
—A TODO ESTO! COMO DEMONIOS TERMINASTE POR METERTE EN MI CUARTO?!—
reprochaba nuevamente.

—Esperar en el sofá me parecía aburrido y tenía curiosidad de ver tu cuarto...—
Comentó casual metiendo su dedo índice en la oreja para evitar la sordera permanente con tantos gritos de Mo Guan Shan.

—ESO NO ES A LO QUE ME REFIERO! QUE DEMONIOS HACES EN MI CASA??!—

—Tu siempre vas a la mía...—

—COMO SI YO QUISIERA IDIOTA!—

—Te he dejado quedarte a comer varias veces no es normal que ahora tu me invites a comer?—

—Pero antes y ahora el que cocina soy yo!—

—No seas malo pequeño Mo~ ya sabes que soy un pésimo cocinero y recuerda que yo te pago para que me sirvas así que por que no pones manos a la obra y te pones a cocinar?—
Sonrió con aquella túnica sonrisa soberbia que lo único que hacía era aumentar la cólera del pelirrojo.

—Maldito... sólo por tener dinero no creas que me tienes en tus manos—

La sonrisa de He Tian se borró de sus labios y con una afilada mirada ahora más intimidante, camino a paso lento hasta encontrarse frente a frente con su cocinero personal.

—Repítemelo una vez más y veras lo que pasa—
Tomó sus mejillas con ambas manos apretándolas a tal punto de generarle cierto dolor al colorado el cual sólo pudo tragar en seco y negar levemente con la cabeza.

—Eso pensé... —
Dijo para sonreírle una vez más y soltarlo alejándose nuevamente de él.

—?...Acaso vas a llorar?—
Le cuestiono en tono burlón al notar la cara de pánico y el sudor en la cara del más bajo.

—Quien llora?!—
Dijo secando unas orgullosas pequeñas lágrimas de sus ahora, irritados ojos.

Una punzada en el pecho de He Tian se hizo presente al verlo de esa forma, no pensaba que una intimidación tan mediocre podría hacerlo tiritar de tal forma... tan débil... tan frágil y orgulloso.
—Idiota— soltó el pelinegro en voz alta.