No todo es como parece

Capítulo 1

Harry James Potter, quedo huérfano a la edad de 1 año por culpa de un ataque del señor oscuro, curiosamente él fue el único que pudo sobrevivir a este. Harry fue enviado con sus tíos y su odioso primo, por su propia seguridad.

A la edad de 5 años Harry había hecho algo muy extraño, ya que sus tíos empezaron a tratarlo mejor, pero no me voy de fábulas así que les contaré lo que paso.

Pov Harry

Era un día normal, con los gritos de tía Petunia y los lloriqueos de mi primo, estaba en mi cuarto, claro si eso lo podíamos llamar cuarto, ya que solo era la alacena que estaba debajo de las escaleras, mi Tía me empezó a llamar para preparar el desayuno para que después con una mirada de asco sea dirigida a mi, era con un "buenos dias Harry" de parte de ellos... simplemente los odiaba, se que no es sano sentir esto a mi edad pero... ¿qué podía hacer?

Tío Vernon había bajado y dando gracias a dios pasó de mi para ir directo con su comida, como el gran cerdo que era, al sentir que aquella cosa había terminado de desayunar, con más rapidez que nunca quería ir a mi cuarto pero no me dejaron.

 -Potter quiero que ahora podes el césped y pintes la cerca- ordenó tía Petunia

 -Ayer pode el césped y pinte la cerca, tía Petunia- dije con la mayor educación que podía demostrar, como si eso les importara.

-TE DIJO QUE PODES EL CÉSPED Y PINTES LA CERCA- grito tío Vernon, los mire un rato y un sentimiento de ver muerto a tío Vernon creció en mi interior, era tan grande que hasta fue divertido imaginarlo llorar de angustia. De pronto, unos cuchillos del lavavajillas se acercaron a tío Vernon con rapidez, clavándose solo en sus pies y haciendo que este de un chillido de dolor como si quisieran matar a un cerdo pero hay que admitirlo, no había diferencia. No sabia si reír o asustarme mas opte por la primera, reí como loco, por favor era el mejor día de mi vida, un deseo que tuve se cumplió aunque no completamente, pero pude ver a tío Vernon y a tía Petunia muy horrorizados, era hermoso algo que por nada en la vida nunca cambiaría. Tía Petunia se desesperaba por sacar los cuchillos de los pies de su esposo pero a cada esfuerzo que hiciera, aparecía otro cuchillo y se posaba por alguna parte del grueso cuerpo de tío Vernon eso causaba más risa en mi y me era inevitable pararla, era perfecto.

-BASTA- grito tía Petunia -d-detente, y-ya no lo lastimes!- estaba sorprendido, era la primera vez que ella se dirigía con esa mirada de ruego y suplica hacia mi, eso era maravilloso y algo en mi interior quería más de esas miradas, solo reí más. 

-Solo si cumples mis ordenes- dije sonriendo, pero ocultando mi curiosidad por lo que ella decía que tenía algo que ver.

-Esta bien....- dijo algo cortante y con lagrimas en los ojos, "hermoso" pensé, por fin tenia algo maravilloso en esa casa y eran las vidas de mis tíos y primo en mis manos

Desde ese día ellos me trataron de otra manera a la cual me encantaba y la disfrutaría hasta cansarme