CAPITULO 28

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La angustia lo estaba dominando, acaso ese sería su fin, acaso él estaba destinado a morir en las manos de la persona que más amaba, destino.......que cruel camino le había trazado, pero ¿en serio se dejaría vencer por esta mierda? Vamos era el maldito niño que sobrevivió, si pudo vencerlo cuando era tan solo un crío podría hacerlo ahora que podía mucho más que hechizos de defensa. Aun con el dolor en su pierna se levantó y encaró a su ahora mayor enemigo

-oh...tenía la esperanza de que desertaras y te unieras a mí- esa voz era fría que podía dar escalofríos –pensé que como bien Slytherin que te haces llamar te inclinarías y formarías parte de mis filas-

-lamentablemente tengo que aceptar mi error ahí Tom.....-hizo una pausa, miró el cadáver de la persona que le había jurado amor eterno antes de morir y pudo sentir como su sangre se llenaba de valentía y coraje- me he equivocado, soy más bien un Gryffindor impulsivo que una serpiente- dicho eso levanto su varita contra Lord Voldemort ya no era Tom o Tomas o lo que quiera que sea, ahora él era su mayor enemigo....

----------meses antes de esto-------------------------------

Harry se había quedado en su puesto consiente de que toda la escuela lo miraba, nadie aplaudió y claramente podías escuchar el zumbido de algún insecto que estaba por la sala. La profesora McGonagall se acercó apresurada donde el director, este le dio el pedazo de pergamino

-Yo no he puesto mi nombre- dijo Harry totalmente confuso –Y ustedes lo saben

Uno que otro miembro de la corte le devolvía la misma mirada de aturdimiento.

En la mesa de los profesores Dumbledore solo hacía gestos afirmativos con la profesora McGonagall.

-Harry Potter- llamó- ¡levántate y ven aquí, por favor! –

-vamos- le susurro Ron mientras lo empujaba levemente, dándole ánimos, regreso a ver a su corte; todos le sonreían dándole confianza. Con elegancia e intentando acomodar sus desordenados cabellos se levantó de su puesto haciendo que muchos soltaran pequeños suspiros, camino a la mesa de los profesores, miró al director y cruzo por la puerta por la cual antes habían desaparecido los campeones. Cuando entró al cuarto las pinturas que se encontraban ahí empezaron a susurrar.

Viktor Krum, Cedric Diggory y Fleur Delacour estaban junto a la chimenea. Con sus siluetas recortadas contra las llamas, tenían un aspecto curiosamente impotente "esto será divertido" era lo único en lo que podía pensar Harry. Fleur Delacour lo miró cuando entró y volvió para atrás su largo pelo plateado

-¿qué pasa?- preguntó, creyendo que había entrado para trasmitirles algún mensaje -¿Quieguen que volvamos al comedog?

Harry solo sonrió y negó, Cedric que ya había notado su presencia volvió hacia él sonriendo y dispuesto a charlar con Harry pero se oyó un ruido de pasos apresurados. Era Ludo, que entraba en la sala. Cogió del brazo a Harry y lo llevó hacia adelante

-¡Extraordinario!- susurró, apartándose del brazo - ¡Absolutamente extraordinario! Caballeros....señorita – añadió acercándose al fuego y dirigiéndose a los otros tres – ¿puedo presentarles a, por increíble que parezca, al cuarto campeón del Torneo de los Tres Magos?

Todos quedaron sorprendidos por aquel aviso, ¿acaso es verdad lo que decía Bagman? ¿Acaso un niño de 14 años iba a participar en el torneo? ¿Que no leían bien el nombre del torneo? El nombre dice Torneo de los TRES magos, no de los cuatro, en serio ellos habían perdido la cabeza. Después de una buena charla o bueno acusaciones de que Harry era un tramposo y demás haciendo al mismo tiempo enfadar a Potter, terminaron en la conclusión de que debía de participar; los organizadores cansados de tanta pelea solo dieron las indicaciones generales de lo que les preparara el Torneo y todos pudieron irse de esa horrible sala

No todo es como pareceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora