EL ABUELO

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La policía lo ubica como un peligroso sicario de Los Valencia, pero Uriel Farías lo niega: dice que él y su hermano decidieron unirse con otros habitantes de Tepalcatepec, Michoacán, para contener las amenazas y las ejecuciones de Los Zetas En esta entrevista, relata cómo opera el grupo de sicarios y ofrece su versión sobre algunos hechos de la guerra de cárteles que ha ensangrentado a la entidad...
La imagen es digna de una novela: Con la protección de sus escoltas a una distancia prudente, Uriel Farías, El Paisa, asegura en entrevista que ni él ni su hermano Juan José, conocido como El Abuelo, son sicarios de Los Valencia, los jefes del cártel del Milenio
Gracias a la intermediación de un tercero accede a la entrevista con Proceso Desde su arribo a la cita se muestra muy cauteloso; primero decide y luego escudriña el lugar donde será la entrevista Luego de un largo trago de cerveza, Uriel –quien fue candidato del PRI a la alcaldía de este poblado de la Tierra Caliente michocacana en 2004– admite que su hermano impulsó la organización del pueblo “para hacerle frente a Los Zetas que encabeza Carlos Pinto Rodríguez, La Chata”
“Teníamos que elegir Una opción era irnos del pueblo y la otra era tomar las armas y hacerles frente a sus extorsiones, y ser ejecutados por esos asesinos”, justifica el empresario ante los reporteros de Proceso, la noche del pasado 26 de julio

El gobierno de Lázaro Cárdenas y la Agencia Federal de Investigación (AFI) no piensan igual Ambas instancias señalan a los hermanos Farías como una célula del cártel de Luis Valencia, quien ha sido aliado de Joaquín El Chapo Guzmán en otras zonas del país, aunque presuntamente ese acuerdo no está operando en el estado
Como en otras partes, aquí la guerra se libra entre los cárteles de Sinaloa y del Golfo, pero con ingredientes adicionales, que son la infinidad de grupos locales y regionales que en alianza o de manera independiente se disputan los territorios Sin embargo, participan en la contienda personajes de primer o segundo niveles en el narcotráfico, como los Beltrán Leyva o sus enemigos Los Zetas
La guerra que, de acuerdo a las autoridades, libran El Abuelo y la facción de Tepalcatepec es contra los representantes regionales del cártel del Golfo, que son La Chata, José Antonio Morales Vega (El Muñeco) y otro narco apodado El Toñón, todos ellos coordinados por Nazario Moreno, (El Chayo) y Nicandro Barrera Medrano (El Cabezón), que han sido lugartenientes de Carlos Rosales (El Carlillos), ahora encarcelado
El pasado 6 de julio, El Muñeco fue objeto de un atentado y desde entonces no se sabe nada de él Aparentemente fue rescatado por sus aliados, según las autoridades
Tepalcatepec colinda con Aguililla, Apatzingán y Buenavista Tomatlán Toda esa franja de Tierra Caliente forma el corredor del narcotráfico que conecta con Jalisco; es una ruta de fuerte actividad y por lo tanto objeto de disputa entre las distintas organizaciones regionales de Michoacán, además de los cárteles de Sinaloa y del Golfo

La versión de Farías

En este marco, Uriel relata lo que él llama “una defensa ciudadana” contra Los Zetas, que inició en octubre, cuando el grupo de La Chata empezó primero a extorsionar, pero después a ejecutar a la gente que no le pagaba “la cuota”
“El grupo de La Chata empezó a aparecerse aquí, para cobrar cuota o piso a la gente de Tepalcatepec, con la supuesta promesa de dar protección a comerciantes, empresarios y cualquier ciudadano, pero era una vil extorsión, como sucedió con un conocido que les tuvo que entregar un carro Jetta seminuevo por cuatro meses de protección, pues de lo contrario lo ejecutarían”, dice
Continúa: “Esta gente no amenaza, éstos llegan a levantar a la gente y a ejecutarla” La Chata, explica, es originario del poblado Huerta de Gámbara, cerca de Nueva Italia, Michoacán, pero venía y permanecía en la zona o en Apatzingán, donde también lo protege la policía local De ahí el operativo que el 12 de julio pasado realizó la PGR para capturar a los oficiales involucrados
En la entrevista, Uriel Farías narra: “Los Zetas pretendieron extorsionar a mi hermano Juan José Discutimos el asunto y él nos convenció de que debíamos denunciar el hecho y organizarnos para no dejarnos, enfrentar al grupo de La Chata, porque ninguna autoridad nos tomaba en cuenta Entonces llegamos a la decisión de irnos del pueblo o tomar las armas”
“Somos gente de trabajo, entonces no veo por qué debíamos regalarles el dinero”, argumenta
En consecuencia, prosigue, primero denunciaron la situación ante las autoridades ministeriales estatales, así como la PGR y el Ejército Pero fueron ignorados “porque también en algunas instancias, como la estatal, hay contubernio”
Después, dice, “mi hermano y un grupo se acercaron a un teniente de apellido Cruz, quien venía al frente de un batallón con asiento en Irapuato, Guanajuato, quien nos sugirió hacerles frente (a los sicarios), y con su anuencia nos armamos y nos defendimos Se unieron algunos (Guardias) Rurales (militares), compramos radios para comunicarnos y los hombres del pueblo empezamos a hacer los patrullajes para enfrentar a La Chata”
Las autoridades señalan que fue entonces cuando se recrudecieron los enfrentamientos armados y hubo varios muertos en la zona
Paralelamente, cuenta Farías, “algunas decenas de vecinos nos organizamos y protestamos en contra del alcalde, Marco Antonio González Mendoza, ya que su jefe de policía, Reyes Vargas Morfín, estaba protegiendo a Los Zetas y los policías actuaban junto con los pistoleros”
Con la ayuda del sacerdote del pueblo, Héctor Alcázar, la población llevó a cabo dos “marchas por la paz”, una el 28 de febrero y otra el 14 de abril de este año, en las cuales –en palabras del entrevistado– “pedimos la renuncia del alcalde y el esclarecimiento de la ejecución del asesor del ayuntamiento, Dimas Chávez Chávez –torturado y asesinado en octubre de 2005–, quien había amenazado con denunciar la red de protección a Los Zetas”
Poco antes de esas marchas, los sicarios asesinaron a José Vázquez, dueño de la gasolinera del pueblo Y antes que a Chávez Chávez, habían matado a otro comerciante
Debido a ello, ganaderos, empresarios, maestros, taxistas, ejidatarios, transportistas y sectores del PRI en la región enviaron una carta pública al presidente Vicente Fox, en la que pedían una investigación sobre la forma en que “el crimen organizado filtró fuertes sumas de dinero (8 millones de pesos), producto del narcotráfico, a la campaña del alcalde Marco Antonio González Mendoza y su operador policiaco Reyes Vargas Morfín”, sostiene Farías
En todos esos meses, la corrupción permitió que Los Zetas “se pasearan aquí como en su casa Llegaban armados a las cenadurías (fondas) y había que hacerse a un lado, porque si no, agredían a la gente”
El propio entrevistado dice haber sido víctima de Los Zetas: “Me amenazaron con hacer estallar granadas en los eventos musicales que organizo en el salón de diversión que tengo aquí en el pueblo; entonces la gente prefirió no asistir, porque había mucho temor cuando estos grupos hacían sus incursiones en la noche”
Gracias a la presión de la gente, recuerda, muchos agentes que protegían a los sicarios renunciaron a la policía Pero de poco sirvió, porque de inmediato intentaron mantener el control de la Policía Municipal con Dionisio Pinto, hermano de La Chata, y cuatro agentes de Apatzingán, “quienes infiltran sicarios entre los patrulleros” para seguir presionando a los habitantes de Tepalcatepec
A partir de estos hechos, la AFI y la policía estatal han incursionado en el pueblo para investigar a su hermano Juan José, a quien acusan de encabezar a los sicarios de Los Valencia Las autoridades michoacanas así lo confirman “Lo que sucede –afirma Uriel– es que han confundido a mi hermano con Jorge Castro (Barriga), que le dicen El Abuelo”
Por cierto, el 20 de agosto la PGR tomó conocimiento de la ejecución de Castro Barriga en el municipio de Degollado, Jalisco Unos días antes había sido levantado en La Piedad, Michoacán
“El pecado de mi hermano es haber rajado con el Ejército Entonces viene una andanada en los periódicos diciendo que el grupo de sicarios lo encabeza mi hermano y que trabajan para un señor Baca o para Los Valencia Es parte de la campaña que han iniciado Los Zetas en contra de nosotros Pues que lo investiguen, pero también quién está detrás de la campaña en medios contra mi hermano”, sostiene Uriel Farías
Aparte de la campaña en medios, agrega que Los Zetas anunciaron que irían a ejecutar a más personas, entre ellas a él y a su hermano: “Hace unas semanas hubo un enfrentamiento a la entrada del pueblo, donde estaban Los Zetas, y llegaron algunos civiles y arribó el Ejército En la balacera murió un hijo de La Chata”
“Amenazaron con vengar la muerte de su hijo, y esa amenaza sigue vigente”, advierte Farías, y asegura que la madrugada del 26 de julio, el día de la entrevista, tres camionetas con hombres armados recorrieron el pueblo para señalar las casas de unos vecinos

MICHOACAN: Narco-EstadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora