— ¿Era conmigo? — la pregunta me hizo dudar.
— Si hubiera sido contigo no hubiera sido una pesadilla — dije dándole algunos besos. Trate de dormir, pero mi consciencia y mi imaginación no me dejaron, Nash se estaba quedando dormido a mi lado, podía ver cómo sus ojos se perdían en los míos, ¿que haría sin él? El era todo lo que necesitaba, todo lo que busca sin saberlo. No quiero darle tanta importancia al sueño, al fin y al cabo es solo eso, un sueño...
— ¿No puedes dormir? — la voz de Nash me tomó por sorpresa.
— No... — contesté.
— ¿Quieres hablar sobre eso? ¿Quieres hacer algo? — me interrogó.
— No me vendría mal una distracción — dije al cabo de un momento. Nash se paró de la cama y me miró confundido...
— Vamos, párate de ahí, adonde vamos puedes estar en pijamas — dijo riendo. Me paré de la cama con una sonrisa en mis labios, Nash me agarro de las manos, me dio un tierno beso en la frente, llegamos a la puerta de mi habitación, me miró y se puso el dedo índice entre sus labios, indicándome que había que hacer silencio, así lo hice. Nash me llevo por varios pasillos, hasta que llegamos a una gran puerta de cristal, él estaba a punto de abrirla cuando lo detuve:
— ¿Esto no tiene alarma? — le pregunte, este levanto los hombros sin importancia y antes de que pudiera hacer algo más, ya Nash había girado la perilla... nada. No tenía alarma...
— ¿Vienes? — dijo Nash con su hermosa sonrisa. Estábamos afuera, parecía al patio trasero, una amplia piscina se abría ante nosotros, una superficie verde cubría su alrededor, un pequeño quiosco posaba al final de la piscina, caminamos por un camino de piedras irregulares hasta llegar a dicho quiosco, en el centro de este habían unos bancos blancos, que daban una hermosa vista al cielo estrellado. Me quede apreciando cada estrella que mis ojos podían capturar...
— Son hermosas — dije con los ojos pegados al cielo.
— No más que tu... le ganas a cada una de ellas y a todas juntas — dijo Nash, el comentario me hizo apartar la vista... para poder mirara mi propia estrella. Odio cuando me pongo tan cursi — ven, siéntate — dijo señalando la banca que estaba detrás de nosotros.
— Gracias — le dije — no todos dejan lo que tienen por la personan que aman — me atreví a decir. Nash se quedó en silencio, observándome.
— Ya lo dijiste todo... lo hice porque te amo, porque sé que no hay nadie como tú, porque sé que tú me amas y que harías lo mismo. — tenía razón... si me tocara a mi lo haría sin pensarlos dos veces — Te amo.
Me conmovieron sus tiernas palabras, nos abrazamos fuerte el uno al otro, una fresca brisa nos arropaba, nos quedamos mirando las estrellas, aunque de vez en cuando miraba la mía... poco a poco mi vision se tornó borrosa, y mis ojos se cerraban al compás de una melodía que solo yo podía escuchar. Me había quedado dormida.
Me desperté gracias a los besos de Nash, estábamos más unidos que nunca, éramos uno. Abrí los ojos poco a poco, el resplandor del sol me estaba cegando, por lo tanto me cubrí los ojos con las manos, de mi boca salió un gran bostezo.
— Despierta mi bella durmiente, el desayuno está listo — perfecto... me sentía como nueva, estaba dispuesta a una nueva vida, olvidar el pasado y seguir adelante... con Nash a mi lado, claro.
— Voy enseguida, solo déjame ducharme — dije.
—Está bien, esperaré afuera — dijo saliendo de la habitación, pero no salió sin darme otro beso. Me levanté mientras la puerta se cerraba, busque unas prendas para ponerme, me metí al baño, me desvestí rápido y entre en la ducha, después de unos minutos salí de ella, busque la ropa que había seleccionado y me puse, me amarré el cabello en una cola de cabello y salí, Nash estaba esperando en el pasillo — hermosa, como siempre — dijo besándome tiernamente la mano... era como estar en un cuento de hadas cuando estaba con el, siempre tan atento. Recorrimos unos pasillo, cuando por fin me ubique, ya habíamos llegado a la cocina. Me sentó en una mesa de tamaño regular, esta tenía un florero lleno de rosas blancas en el.
— ¿Cómo es que ni te pierdes aquí? — le pregunte.
— Creo que la costumbre... bueno, provecho — dijo señalando un plato que ni siquiera me había percatado de que estaba ahí, el plato tenía unas frambuesas, un par de tostadas con un poco de mantequilla arriba y una naranja cortada por la mitad... me quede mirando asombrada...
— ¿Esto lo hiciste tú? — le pregunté.
— ¿Qué no haría por ti? — me quedé mirándolo un segundo... ¿cómo podía comportarse así? Tan bello...
— Gracias pero... voy a necesitar ayuda... no puedo comer me todo esto — le dije.
— No te preocupes — dijo atrayendo su butaca más cerca de la mía.
Estábamos comiendo cuando alguien entra de pronto en la cocina, la tia de Nash, Olivia, se dirige a Nash y el dice algo en el oido, no pude escuchar, Nash se queda callado un momento, asiente y Olivia me saluda con una sonrisa y sale de la habitación sin decir una palabra.
— ¿Qué pasa? — le pregunto.
— Tenemos que irnos.
¶¶¶¶¶¶¶¶¶¶¶¶¶¶¶¶¶¶¶¶¶¶¶¶¶¶¶¶¶¶¶¶¶¶¶¶¶¶¶¶¶¶¶¶¶¶¶¶¶¶¶¶¶¶¶¶¶¶¶¶¶¶¶¶¶¶¶¶¶¶¶¶¶
¡¡¡HOLA MIS AMORES!!!❤️❤️❤️❤️
Espero que estén súper bien😁
Se que el capítulo esta un poco corto pero es que no he tenido tiempo para escribir y miren la hora que lo he podido subir... pero anyways... espero que le haya gustado, si es así por favor vota y cometa, tu opinión es mi importante para mí, cualquier opinión o sugerencia sabes que me la puedes decir por mensaje privado y te responderé lo más rápido que pueda✨Bueno espero que estén todos bien LOS QUIERO MUCHÍSIMO❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️
