Recupero el conocimiento y me sorprendo al comprobar que aún sigo en el armario. Acerco la oreja al interior de la puerta para escuchar los ruidos del exterior, pero parece que todo está en calma. Abro la puerta y salgo.
Sigilosamente me acerco a la puerta de la habitación en la que dormía Alicia. Mis ojos presencian la escena más horrible de mi vida. No hay ni rastro del cuerpo de Alicia, en su lugar hay un gran charco de sangre a los pies de la cama y un rastro de gotas de rojas que conducen hasta la puerta principal. Bajo rápidamente las escaleras y observo que han revuelto toda la parte de abajo de la casa. Continúo mi camino hacia la puerta y salgo al jardín de delante y no encuentro nada, excepto otro pequeño charquito de sangre un poquito más atrás de donde vi el 4x4 aparcado.
No me lo podía creer aun. Más bien, no me lo quería creer. Todavía no es seguro que la hayan matado, pero todo lo indicaba.
No sabía qué hacer, las lágrimas no dejaban de brotar de mis ojos y resbalaban por mis mejillas. Necesitaba tener mi mente ocupada y lo único que se me ocurrió fue colocar toda la casa. Por primera vez en mi vida Jack me estaba ayudando, en vez de estar jodiendome la vida; él limpiaba la sangre ya que yo era incapaz. Ya había terminado y seguía teniendo aquel charco de sangre en mi cabeza. Iría a dar una vuelta, necesitaba alejarme de aquí.
Cogí una sudadera de mi padre y salí apresuradamente de la casa. Corrí. Corrí como nunca. No sabía a donde ir, pero corrí. Después de encontrarme en un lugar solitario y que mis ojos rebosaran lágrimas, me derrumbe sobre el fértil suelo de un bosque. No me di cuenta de que era el mismo lugar donde Barkarne tenia la plataforma del árbol.
Escuché unas ramas moverse y unos pasos acercarse a mí no podía ver de quien eran, ya que las lágrimas me lo impedian, estaba todo borroso pero unas manos me despejaron la visión. Era Bakarne, por un momento me quedó la esperanza de que fuera Alicia. Aun así me alegre, ahora necesitaba a alguien más que nunca. Ella era la unica que me quedaba.
Salimos del bosque sin decir ni una sola palabra en todo el trayecto. Ella se paró de golpe en frente de una BMX con muchos colores.
-Sube, te presentaré a unas personas.
Sin decir nada me subí al manillar y la bici comenzó a moverse
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La chica de los cuadernos
FantasyUna chica de catorce años llamada Ashley tiene un trastorno de personalidad, el cual le impide tener vida social. Pero, ¿de verdad ella esta sola?