Me suena la alarma a las nueve y media de la mañana, me levanto, me preparo el baño para darme una ducha relajante, me pongo mis vaqueros del Zara que me regalaron mis tíos el año pasado y aun me vienen y me quedan de maravilla, no tengo las piernas muy finas pero tampoco muy anchas, estoy entre medio y eso me gusta, una camiseta de tirantes negra y como no, mis Convers, estoy enamorada de esas bambas, estuve paseando a los perros de la vecina que ya esta mayor y aproveché para comprármelas, ya que en ese momento mi padre nos dejo sin apenas ahorros.
Nada más salir de la ducha escucho la puerta, es mi madre que ya se va a trabajar, es doctora y cobra bastante, se nota que no estamos en la misma situación económica que cuando estaba mi padre, pero desde que comenzó a trabajar allí no nos podemos quejar.
Me saco la toalla del pelo y me lo seco con el secador, la verdad es que una de las cosas que menos me gustan de mi misma es mi pelo, lo tengo castaño fuerte, ondulado y muy encrespado, por ese motivo siempre lo suelo llevar recogido, por mucho que los demás me digan que me queda mejor suelto. Al acabar de secarme el pelo, lo peino y lo recojo en una coleta alta y elegante.
Son las once y Bratt ha picado a mi puerta, le pueden faltar muchas cosas, pero la puntualidad nunca. Me acerco a la puerta y abro, nos miramos de arriba a bajo el uno al otro. Va con una camiseta de tirantes amarilla fosforescente abierta por los lados, le queda bastante bien ya que con el morenito que ha cogido y los musculitos le hacen bastante sexy, tiene unos pantalones tejanos por las rodillas y unas bambas Nike.
- Estás preciosa Sam, bueno como siempre. - siempre diciendo lo que quiero escuchar. Le saco una sonrisa.
- ¡Te he echado muchísimo de menos! - le exclamo y le doy un abrazo, mis ojos marrón verdoso se llenan de lagrimas de la emoción.
-Y yo mi princesa, y bueno ¿Donde le apetece ir a mi niña? - Me entran mariposas al escuchar esas palabras.
- ¿Vamos al centro? Dicen que van a actuar Ricky y Jannah entre muchos mas de nuestro antiguo instituto.
- ¡Vale perfecto, sube al coche y vamos!
Al subirnos al coche, se nota una colonia demasiado femenina que me resulta familiar, pero opto por pensar que mucha gente tendrá esa colonia y seguramente sea de su prima, que creo que tiene una, el nunca traería a alguien sin decírmelo...
Pone la radio del coche y suena una canción que no se como se llama pero me encanta, es algo que siempre me pasa. Se me olvidan todos esos pensamientos negativos y comienzo a bailar en el asiento y cantar, Bratt se ríe pero en su sonrisa se le ve un poco extraño, pero prefiero no preguntarle por si eran alucinaciones mías.
Al llegar al centro y aparcar, se ve el escenario y nos acercamos, hay mucha gente por delante nuestro pero se ve bien igualmente. Van subiendo bandas y bandas de adolescentes que bailan y cantan, y casi todos eran del instituto. De repente cuando giro la cabeza hacia Bratt, esta hablando con dos chicas y como no, a ellas se les cae la baba con él, y a quien no, esa es la pregunta.
-¿Qué querían? - le pregunto intrigada.
-Nada, me preguntaron si iría a la fiesta de esta noche.
- ¿Y?
- Les dije que si.
-Podrías haber avisado. - No me molesta que se vaya de fiesta, solo que no me lo diga antes, no tengo ningún inconveniente en que se quiera divertir.
- Lo sé, lo siento cariño. - me pone una cara que empiezo a tener mariposas otra vez.
-No pasa nada amor. - le digo con una sonrisa.
Llevamos un buen rato viendo esto y me esta empezando a entrar el hambre, miro el reloj de mi móvil y son las dos del medio día, le pido a Bratt que si me lleva a casa lo que el afirma en un segundo. Me deja en la puerta de casa y se despide con un beso y un '' te escribo luego, te quiero''.
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MÁS QUE AYER, MENOS QUE MAÑANA♡.
Teen FictionPensaba que sabía lo que era sentirse querida, hasta que me fallaron personas que creía importantes para mí. Nunca pensé que entrar en la Universidad haría un cambio tan radical en mi vida, tampoco lo que llegaría a odiar a ciertas personas y apreci...