MÁS QUE AYER, MENOS QUE MAÑANA♡.

CAPÍTULO 7

De: Vanesa Tomson

Para: Sam Stone

Asunto: Mañana

Fecha: 11 Septiembre 21:01

Hola, quería adelantarte que por desgracia nos ha tocado en la misma habitación. A pesar de todo y que me repugnes, intentare respetarte lo que mi perfecta persona soporte, esto no es una disculpa ni nada por el estilo, no quiero saber nada de ti, pero ya que tendremos que convivir juntas intenta no comportarte como una cría, hasta mañana.

Vanesa.

Me empieza a hervir la sangre, no entiendo como puedo tenerle tanto asco,odio, a alguien. No puedo con ella, incluso escucharla hablar me saca de mis casillas y eso que soy una persona bastante tranquila y pacífica pero con ella parezco un demonio. Pongo el móvil en silencio y me tumbo en la cama, el dolor de pecho prosigue igual que las ganas de llorar. Intento cerrar los ojos y dormir, pero solo me caen lágrimas y mas lágrimas, decido coger los cascos, enchufarlos al móvil y ponerme a escuchar música a ver si así me facilita el sueño.

La música empieza a hacer su trabajo y acabo quedándome frita sin darme cuenta.

La alarma me despierta a las seis y media, parece que no haya cambiado nada sobre ayer por que sigo con el estado de ánimo por los suelos, coloco las prendas y objetos que me faltaban colocar en las maletas y bolsas. Justamente cuando termino le suena la alarma a mi madre, eso indica que ya son las siete, comienzo a dejar las cosas en la puerta para que las introduzca en el coche.

Intento llevarlo todo rápido a la entrada antes de que salga de su habitación y vea mi cara de zombi. Consigo terminar a tiempo y me voy a duchar. Al estar bajo el agua caliente noto que dentro de la ruina me encuentro un poco mejor, pero al secarme me doy cuenta de que estaba equivocada.

Decido ponerme unas mayas negras, una camiseta corta de tirantes negra con un dibujo de sandía que me encanta y mis bambas Adidas. Me hago la coleta y al mirarme al espejo me asusto, parece que me hayan dado una paliza cinco personas así que opto por darme un retoque con el poco maquillaje que tengo y se nota bastante la mejoría.

Son las ocho menos cuarto y aun no he desayunado así que me dirijo a gran velocidad hacia la cocina y cojo dos bollos rellenos de chocolate y un zumo. Veo la puerta abierta y decido asomarme a darle los buenos días a mi madre.

- Qué bien está la princesa desayunando mientras su madre le guarda los trastos en el coche. - dice mi madre con tono bromista y me comienzo a reír, es la mejor madre del mundo.

- Pues sí la verdad que sí. - ella enarca una ceja y me vuelve a entrar la risa de nuevo.

Al acabarme el desayuno le digo a mi madre que coja las cosas que necesite que yo meto las dos últimas bolsas que faltan. Mientras ella va a buscarlas yo me meto ya en el coche, pero me doy cuenta de que me faltan los cascos, así que subo a casa a cogerlos y al bajar ya esta mi madre metiéndome prisas desde dentro del coche, entro y comenzamos a salir del barrio. Comienzo a observar a la gente que hay en la calle y me suena casi todo el mundo, pero de repente me doy cuenta de que estamos pasando por la casa de Bratt, se me saltan las órbitas al ver a Lily y Bratt saliendo de su casa agarrados de la mano. ¿Pero qué hacen a estas horas en la calle? ¿Lo harán aposta por que sabían que hoy me iba? ¿Querían despedirse de mi? No paran de repetirse esas preguntas en mi cabeza y comienzo a ponerme de mala leche, mi madre me mira y me dice:

- ¿Estás bien cariño? Tienes mala cara. - añade un poco entristecida.

- Sí mamá, solamente es que echaré de menos todo y estoy muy nerviosa de lo que me espera... - Miento, a ver, es verdad todo lo que le he dicho pero en este momento no me preocupa eso.

- Tranquila, seguro que irá todo bien, yo recuerdo mi primer día de universidad también y estaba como tú, pero una vez te acoplas luego la echas de menos. - le saco una sonrisa falsa que cuela a la perfección.

Mi madre sube el volumen de la música que le descargué yo en un pen-drife nos pasamos el trayecto de unas dos horas cantando y bailando, me hace olvidarme un poco de todo y me sube muchísimo el estado de animo.

El trayecto se me pasa rapidísimo, pero pongo mala cara cuando de repente veo en una señal '' Universidad de Los Ángeles Central'' y empiezo a tener un cosquilleo por todo el cuerpo y me empiezan a temblar las piernas.