Todo estaba cobrando sentido cuando el teléfono de Louis sonó. Me separé de él intentando recuperar la compostura, y tratando de verme lo menos tonta posible. Él cerró los ojos y miró el teléfono con miedo, luego su mirada se posó sobre mí.
-¿Quién es?- Le pregunté con mi voz corta como un hilo.
-Emm... Da igual, le hablaré más tarde, vamos a la carrera.- Se movió inquieto y se fué a la puerta.
- ¡¿Que pasó?!- Se paró en el marco de la puerta y me clavó su mirada. -No puedes sólo besarme y luego irte.
-Es tu prima, ¿vale?
-¿Sigues con ella?- Miró el suelo, como evaluando sus posibilidades, pensé por un instante que iba a llorar, pero Louis siempre me sorprende.
-¿Por qué crees que tienes derecho a preguntarme eso?- Ni posibilidad me dio de gritarle en la cara, o de golpearlo, él sólo se dió vuelta y se retiro de la pequeña salita.
Yo no comprendía nada. Cómo siempre, mis actos no ayudan en nada, cada cosa que hago sólo me genera más dudas, más problemas, más lagrimas. ¿Por qué Louis jugaba siempre conmigo?. Si no soy suya no quiere que sea de nadie más. Me miente y me usa. Me vuelve adicta para luego arrebatarme todo de las manos. Él era un mentiroso, ella era Astuta, Quizá ninguno está enamorado del otro, pero ambos se usan entre sí, Maribel siempre me gana. No descansa hasta verme en el suelo rogando para que me deje levantar. Maribel, que lo estropea todo. Maribel, la más guapa de las primas. Maribel....... ¿Qué tiene ella que no tenga yo?
Me paré frente al gran espejo de la sala de vestuario y me observé con cautela. Claro que ella Era mejor que yo. Yo era una versión mucho más dejada a llevar de ella. Una versión común. Ella siempre destacaba. Yo daba igual. De hecho, me sobraba masa por algunas partes del cuerpo. Mi piel era áspera. Mi pelo una maraña de nudos. Y mis ojos estaban repletos de cansancio. No había comparación, ella era la flamante ganadora por donde la miraras.
Me paré frente al gran espejo de la sala de vestuario otra vez, y me observé con más cautela aún. Lágrimas caían por mis ojos que reclamaban un descanso. Y no tan solo era insuficiente, era una tonta inmadura. Había bebido como una maldita condenada y había dejado que un desconocido me tocara. Después de todo, Louis no tenía tanta culpa. Yo era más culpable aún. De haberme emborrachado, de Haber sido tonta, De ser inmadura, De ser mala perdedora, De ser sentimental, De ser Gorda, De ser fea. De haber aceptado jugar Semejante juego tan Absurdo.
-¿Tn___, que ocurre?
-Oh, de todo de hecho. - Miré a Niall y él sólo corrió hacia mí y me abrazó.
-No eres juguete nadie, ¿Me oyes?. Si ellos te amarran debes demostrarles que eres el león mas salvaje y que nadie puede contigo. - En ese momento asentí sólo porque no quería hablar más del tema.- Eres fuerte, la persona más aguerrida que conosco.- Pero yo sabía que todo eso era mentira. Yo sólo era una adolescente con problemas que iban mucho más allá de un amorío. Ni mi padre me soportaba, siempre he sido irritable.- Debiste salir adelante tú sóla- Y seguía mintiendo-Saliste adelante, a pesar del abandono- Yo no fuí abandonada, yo fuí echada, era lo que merecía.
-¿Niall?
-¿Si?
-¿Quién ganó?- El silencio reinó la habitación- Niall....
-Louis
-¿Maribel está aquí?
-Eso no importa
-¡Niall! ¡¿ESTÁ AQUÍ O NO?!
Los gemidos se oían desde la sala de vestuario.
- Yo voy a golpearlo- Niall se levanto hecho una furia